8 SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: Nuevo federalismo: descentralizacion con control CREDITO: JORGE FERNANDEZ MENENDEZ* Y esa ratificacion que tambien era clave en la propuesta de la reforma del poder anunciado por Luis Donaldo Colosio el pasado 6 de marzo, en el discurso del Monumento a la Revolucion fue realizada en la tierra del malogrado candidato priista, en Magdalena de Kino, en Sonora, durante la primera gira de trabajo de Ernesto Zedillo por el interior del pais. En realidad el nuevo federalismo propuesto ya estaba plasmado en el papel, en los criterios de politica economica para 1995 que anuncio la semana pasada Jaime Serra Puche en el Congreso. Pero, como especifico el Presidente en por lo menos tres oportunidades durante esta gira, el problema es ver, comprender, ese nuevo federalismo como una globalidad, como una parte de un todo y no solamente, de la manera en que se suele hacer especialmente en el norte del pais, como una redistribucion de las participaciones fiscales. Ernesto Zedillo fue muy cuidadoso al respecto, como lo habia sido Serra Puche ante los diputados la semana pasada. Sin duda, acepto la necesidad de revisar esas participaciones, pero especifico que ello sera parte de un analisis muy cuidadoso del Consejo Asesor que se establecera el ano proximo. Pero como en el tema de la justicia y la seguridad publica, el Presidente puso de manifiesto la necesidad de ir con rapidez para sentar bases que permitan los avances posteriores. Y si, como dijo en Hermosillo, "si teniamos prisa," para que saliera la primera etapa de la reforma de la justicia y la seguridad publica, tambien es notoria la prisa porque las primeras etapas de ese nuevo federalismo se conviertan en realidad. Pero, como se trata de una reforma global, no se puede remitir exclusivamente a las participaciones fiscales y a la entrega de recursos a los municipios y estados. Si solo se tratara de eso, la reforma podria ser peligrosa: podria invocar el resucitamiento de las fuerzas locales partidarias del viejo statu quo, en lugar de consolidar los impulsos reformistas de la nueva administracion. Y parece que existen sectores que creen que eso sera asi. En Magdalena de Kino, Zedillo se encontro en su primera reunion con presidentes municipales con una situacion extrana: una persistente unanimidad de los presidentes municipales y el gobernador, Manlio Fabio Beltrones, para denunciar con dureza el centralismo, el burocratismo, pero tambien los programas y las politicas sociales federales. En muchos de esos juicios probablemente tenian razon, pero carecian de dos aspectos clave para que esa critica tuviera un sustento mayor: en primer lugar, faltaba el asumir las responsabilidades. El discurso parecia la otra cara del centralismo: por una parte, la demanda justa por mayores margenes de libertad, por un municipio libre y autonomo, la denuncia de un centralismo y de una burocracia federal pintados muchas veces con justicia con los peores colores, con la consiguiente exigencia de que los municipios recibieran mayores y mejores recursos. Pero, por la otra, la ignorancia respecto a las responsabilidades que ello implica para los propios estados y municipios y, sobre todo, la necesidad de que esos mayores recursos, esas nuevas responsabilidades, corrieran parejas con una estricta labor de contraloria. Zedillo no olvido esos puntos. En las tres reuniones que tuvo en el dia: la primera con los presidentes municipales, la segunda con los sectores agropecuarios y la tercera con la "sociedad civil" del estado de Sonora, recibio casi los mismos reclamos al abordar el tema y en todas ellas los respaldo, pero le agrego el estrategico tema de la responsabilidad y la contraloria social de esos recursos. Esa respuesta se relaciona con el segundo punto: la aparente falta de comprension del porque se debio centralizar la utilizacion de determinados recursos, especialmente del gasto social, y la consiguiente critica a varias instituciones de gestion social, sobre todo Solidaridad, Procampo y Nacional Financiera, la primera en forma implicita y las dos ultimas con dardos muy explicitos. Sobre Solidaridad, el reclamo fue directamente por los recursos y por un aspecto que tambien debio abordar Serra Puche en la Camara baja durante su comparecencia: la demanda de regresar a los municipios los recursos que durante el sexenio pasado distribuyo Solidaridad en forma centralizada y la exigencia de canalizar esos recursos, ahora a traves de los municipios. En relacion con Procampo y Nacional Financiera las criticas fueron distintas: al primer instrumento se le reprocho su temporalidad e insuficiencia y, al segundo, algo ineludible: que corto hacia mediados de ano su politica de fomento a las pequena y mediana empresas y dejo, como reconocio el propio Zedillo, a muchos empresarios en el agua y sin salvavidas. El caso de Solidaridad es el mas sintomatico: los presidentes municipales se quejaron de su burocratismo y centralismo, pero olvidaron mencionar que ese programa debio aplicarse de esa forma centralizada, para evitar la desviacion de recursos en que solian incurrir las presidencias municipales en el pasado: cuando habia una verdadera astringencia de recursos para gasto social, despues de la virulenta crisis de 1983, que se prolongo hasta entrada esta decada y cuyas repercusiones aun sufrimos. No se podian distribuir esos escasos recursos a las presidencias municipales sin sufrir el costo de que no llegaran al pueblo. Por eso se debio recurrir al impulso centralizado en el gasto social, mismo que comenzo a revertirse claramente desde el ano pasado y que provoco que, al cierre de la administracion pasada, aproximadamente 60 por ciento del gasto de Solidaridad se canalizara hacia los municipios. El problema, entonces, fue otro: la imposibilidad de los municipios de mantener el uno por uno que imponia Solidaridad. En otras palabras, la necesidad de que por cada peso que se otorgara al gasto social mediante ese programa, el municipio pusiera otro peso. Muchos municipios se endeudaron con Banobras para seguir esos programas, y ya no pudieron pagar sus creditos, quedandose por ello sin recursos y sin obras, sobre todo en el tramo final del pasado sexenio. En este sentido, Zedillo planteo la propuesta del nuevo federalismo, atendiendo a esos puntos, pero tambien a la realidad politica global. Su insistencia en esa globalidad es determinante para evaluar distintos aspectos, desde la democratizacion del poder municipal (hoy una realidad incuestionable: mas de 18 millones de mexicanos viven en municipios gobernados por la oposicion, entre ellos, varias de las principales ciudades del pais) lo que implica, como una consecuencia indudablemente benefica de la competencia politica, el mayor control social local sobre el manejo de los recursos, hasta la existencia de una extensa red de contraloria social y de comites de Solidaridad. Surgidos durante los ultimos anos, se han incorporado a la cultura politica de la sociedad y su experiencia sera determinante para construir un federalismo desde abajo y no, como con mucho doble sentido especifico Zedillo en una reunion privada con ganaderos, "desde la cupula hasta la base". Ahi, en esa globalizacion de la reforma del federalismo, en su union con la reforma judicial y de la administracion publica; en esa reforma del poder que descentraliza y equilibra, estara la clave de la estrategia politica de este sexenio. *Diector Adjunto de El Nacional .