1 SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CREDITO: REGIS DEBRAY* CABEZA: Oscurantismo y economismo ma siguiente: la modernidad se ve asaeteada de arcaismos por los cuatro costados. Y en tanto que este problema no se resuelva, votos, frases y programas humanistas seran apenas sermones y nunca una politica. Partamos de la siguiente comprobacion: ayer, en las orillas del Mediterraneo, en El Cairo y en Tunez, la brecha islamista en el medio estudiantil se manifiesta primeramente en las escuelas tecnicas, luego en las facultades de ingenieria y por fin en las universidades cientificas. En los sectores, por tanto, mas modernistas, mas abiertos al exterior. ¨Acaso no situaban nuestros sociologos al religioso junto al terruno y las tradiciones? ¨No nos habian anunciado nuestros filosofos, desde hace un siglo, que el progreso tecnico y cientifico, la industrializacion y las comunicaciones iban inevitablemente a hacer que se batiera en retirada la supersticion nacionalista y religosa? ¨No vemos funcionar a diario en nuestros editoriales como pruebas irrefutables antinomias heredadas del siglo XIX como las siguientes: sagrado contra profano, irracional contra racional, arcaismo contra modernidad, nacionalismo contra universalismo? Nos equivocabamos, sin duda. Nuestra vision modernista de la modernidad era apenas un arcaismo de la era industrial. Los terminos que aparecian contrapuestos en realidad eran correlativos. Cada desequilibrio suscitado por el progreso tecnico provoca un reequilibrio etnico. De ahi la confusion entre la homogeneizacion del mundo y la reivindicacion de la diferencia, entre el conocimiento intelectual y el anclaje de los afectos, entre el imperativo economico y la aspiracion espiritual. En cuanto se difumina un lugar de nacimiento aparece una amenaza de muerte. No sabemos ya donde estamos porque no sabemos de donde venimos. Nuestros limites territoriales flotan, y la apetencia de recuperarlos crece. Hay una relacion necesaria entre la desaparicion de los meridianos y la reaparicion del mito de los origenes. Es cierto que la industrializacion es antirreligiosa en tanto que deslocaliza: exodo rural, movilidad de empleo, inmigracion y emigracion de mano de obra extranjera, movilidad social ac elerada, etcetera. Pero es justamente por eso por lo que la industrializacion provoca una ferviente reinscripcion de los espiritus (religionalizacion, defensa ecologica, radios locales, asociaciones, forma de vida). Y en los paises agrarios sometidos a una violacion industrial compulsiva produce tambien un retorno no menos compulsivo a las fuentes de la identidad supuestamente agotadas por la estandarizacion tecnica. La modernizacion de las estructuras economicas, lejos de disminuir el arcaismo de las mentalidades, lo exalta. La totalizacion planetaria se ha producido de la siguiente forma: el mundo es uno, y la interconexion de sus partes es cada dia mas flagrante. Pero en el momento mismo en que la economia se hace planetaria el planeta politico se amodorra. Curiosa circunstancia: a la fluidez acrecentada del flujo de mercancias e informaciones replica una neurosis territorial obsesiva. Nuestro pueblo, siempre mas pla netario, vive la edad de los nacionalismos, separatismos, irredentismos y tribalismos cuya faz oculta tiene por nombre segregacion, guerra, xenofobia. La pulsion que nos lleva al desmigajamiento amenaza antes que a nadie a los grandes Estados multinacionales, de tipo federal o confederal, pero no perdona a los Estados de mas antigua civilizacion y centralizacion de Europa. La combinacion de integracion economica y desintegracion politica nos llama a reflexionar sobre la interdependencia de ambas. El crecimiento de lo religioso puede leerse como la replica de una nivelacion del terreno economico que deja el campo libre al juego de las demarcaciones culturales, como lugar en el que se expanden las diferencias, asi como tambien como un freno a la uniformizacion tecnica. La identidad perdida aqui se recupera alla. El universalismo suscita un particularismo deliberado, como antido to de lo homogeneo. Los macroespacios de la desposesion provocan un deficit de pertenencia que vienen a llenar nuevos microespacios de soberania. La politica centripeta contraataca y la economia se hace centrifuga. La transferencia de competencias a centros de decision exteriores, incontrolables, suscita apetencias compensatorias para el autoencierro y la autonomia de lo interior. Es preciso entender la universalizacion bajo su doble aspecto de repliegue y despliegue, contraccion y dilatacion, descul turizacion y reculturizacion. La produccion de localismos no niega la mundializacion, es su producto. Cada nuevo dispositivo de desarraigamiento libera un mecanismo de contraarraigamiento territorial de tipo religioso. Como si existiera un termostato de propiedad colectiva o un misterioso regulador antropologico que viene a corregir por el integrismo las heridas de la integridad cultural de los grupos humanos. En el siglo XX se ha producido una invasion religiosa de lo politico sin precedentes, por medio de las grandes mitologias seculares a caballo de la lucha de clases y de las luchas nacionales. Nuestras utopias y milenarismos de sustitucion habian fracasado, y asistimos al regreso en ofensiva de los antiguos milenarismos, mas consistentes y menos falsificables. La huida del campo de lo politico por todos aquellos que se sienten desilusionados abre hoy la via a la invasion de lo politico por las religiones reveladas. Movimiento de pendulo. El Estado liberal, mercantilista y minimalista, hace asi el juego d e sacerdocios y mafias que jamas abandonaran el terreno. "Se destruye solo porque se sustituye", profetizaba Augusto Comte. La religion no es el opio del pueblo, sino la vitamina del debil. ¨Como impedir a los menos privilegiados el lanzarse por esa via si los Estados democraticos no tienen otra mistica que proponer que la prosperidad material en perspectiva? Esta falta de una religion civica libremente consentida, de una espiritualidad laica y agnostica, de una autentica moral politica y social hace que pr osperen de nuevo los fanatismos clericales. El mayor aliado del oscurantismo se llama hoy economismo. Si nuestros cinicos se ocuparan menos del indice Dow Jones en las altas esferas, habria quiza menos devotos, aqui abajo, en las mezquitas y en los templos. * Regis Debray es escritor frances. De El Pais, especial para el Nacional .