SECCION INF. GRAL. PAGINA 13 CABEZA: EN LAS ENTRA¥AS DEL PODER CREDITO: JORGE FERNANDEZ MENENDEZ* Presentar y, sobre todo, haber podido editar el primer libro de Fidel Samaniego, lastimado, tanto por quienes asumen esta bella, hermosisima, dificil tarea, despojados de una etica profesional y por aquellos que confunden el periodismo con la actividad y los intereses partidarios. Pues este libro y el trabajo de Fidel Samaniego se sustentan en esa etica profesional a veces tan escasa y, gracias a ella, ha podido librar con tanto exito el dificil transito de observar el poder desde cerca sin caer en la tentacion de ser una parte mas de el. Decia Jorge Luis Borges que el no hablaba de venganzas ni perdones, que el olvido era la unica venganza y el unico perdon. Pero los pueblos no pueden, no deben olvidar: en el relato puntual de sus historias, de sus hombres y mujeres, en su pasado, esta la esencia de su futuro. Por eso, recuperar la historia reciente es algo mas que un juego de rememoraciones. Mas aun, cuando esas historias fueron escritas desde una posicion de testigo privilegiado, fueron el producto de un intenso, inteligente, informado trabajo reporteril. En estas cronicas, que como dice su autor, Fidel Samaniego, fueron escritas Lo que Fidel entrega en estos textos (muchos de ellos ineditos) es, sobre todo, el retrato de los hombres que hicieron esa historia y que, en su enorme mayoria siguen construyendola hoy dia, en Mexico y en el mundo y de las razones que los llevaron a tomar sus decisiones, en un contexto en el cual el poder es algo mas que una escenografia, es una cultura: una forma de entender y aprehender a los hombres y las cosas. Testigo privilegiado deciamos y es asi: Fidel pudo, como ningun otro reportero durante los pasados siete anos, hacer sus cronicas recorriendo, en el limite, esa estrecha linea que separa al poder del observador, al periodista del politico. Pero esa cercania le permitio conocer a fondo, de verdad, a esos hombres y mujeres que tenian, tienen (o creian tener) los hilos del poder en sus manos. Un poder que Samaniego, retomando la tradicion de los mejores cronistas del pasado y el presente, personaliza, que no deja ni en la entelequia intelectual ni en el chisme interesado del que abusan muchos analistas. Fidel informa, explica, comenta, opina en sus cronicas pero, sobre todo, muestra al lector quienes son sus personajes. Para todos aquellos que se han contaminado sus cronicas con lecciones difusas y mal digeridas de un nuevo periodismo que no han llegado a comprender, las cronicas de Fidel, las de Joaquin, son una demostracion de que en esto existen (y las debemos hacer nuestras) si, nuevas tecnicas, nuevas formas, nuevos espiritus y nueva cultura, pero que todo ello se basa en algo que no puede ser soslayado: saber transmitir los hechos y los sentimientos a los lectores, informar, hacer periodismo, buen y mucho periodismo sin adjetivos. Estas cronicas, estos recuerdos, no son ni historia ni memoria de un sexenio y sus protagonistas. Se trata de algo mas sencillo y mas complejo: es el reflejo vital, la descripcion de los escenarios, el relato de los momentos publicos y privados, de alegria y dolor, de aquellos que estan y de los que se han ido durante estos anos. El peso esta en los individuos mas que en los hechos. Y Samaniego, el reportero, el amigo, lo hace con su eterna virtud: el trabajo, la informacion, las tecnicas de reportero aprendidas en los intensos anos vividos en este oficio pero, sobre todo, poniendo el corazon en cada palabra. * DIRECTOR ADJUNTO DE EL NACIONAL .