SECCION CULTURA PAGINA 36 CABEZA: EL CASTIGO DIVINO CREDITO: Dentro de este contexto no cabria, desde luego, el concepto de Justicia Divina como una forma de justicia perfecta, y si los dioses del Olimpo no tuvieran valores eticos, si en el mejor de los casos personificaran las fuerzas primigenias de un mundo todavia en formacion, o los instintos basicos de una sociedad igualmente en formacion, entonces ni siquiera podriamos concederles una nocion elemental de justicia, rudimentaria e imperfecta como la tenemos los mortales. Sin embargo, el analisis de la Medea de Euripides nos revela un panorama bien distinto en el que los dioses, aun cuando actuen como fuerzas ciegas, inciden dentro de un esquema perfectamente ordenado que dispone castigos o recompensas para todos los mortales, segun la magnitud y naturaleza de sus actos. Desde esta perspectiva, la obra no solo nos ilustra la naturaleza de la Ira y la Justicia Divina, sino tambien de su efecto inmediato, que la materializa y le da plena vigencia: el Castigo Divino. Jason, el heroe de la mitologia griega que traiciono el amor de su esposa, Medea, para buscar el matrimonio en segundas nupcias con una joven princesa tebana, es el heroe tragico puro y elemental que ha transgredido las normas eticas, ha desordenado el cosmos, ha ofendido a la divinidad y ha concitado en contra suya a toda una constelacion de dioses poderosos decididos a castigar sin contemplaciones ni perdida de tiempo. Tal como lo pinta Euripides, y aun considerando que la nieta de Helios fuera una mortal poseida por la ira divina, Jason sigue siendo el personaje principal en tanto que, como heroe tragico, no muere pero es literalmente destruido y su castigo corresponde, punto por punto, a la naturaleza de su pecado: repudio como esposa a una semidiosa y en castigo fue privado de la princesa a la que pretendia; repudio a sus hijos siendo ellos de naturaleza divina, y en cambio perdio la responsabilidad de tener los que anhelaba de su segundo matrimonio; repudio a la familia de Helios para entroncar con una familia regia y no le fue concedido emparentar con Creon. Si Jason hubiera muerto tendriamos motivos para pensar que la divinidad puede ser arbitraria, o que en su misma brutalidad el castigo divino puede no ser preciso, pero el castigo de Jason nos demuestra lo contrario. Si Medea como mujer odiaba a Jason y deseaba vengarse de el, Medea como instancia divina tenia que ser imparcial y rigurosa en la administracion de justicia. Esto significa que si Jason sufrio los efectos del odio y la venganza de Medea como mujer, el hecho resulta irrelevante: lo importante para la comprension de la tragedia es que ante todo sufrio el justo castigo a sus pecados. Es interesante observar que Jason solo pudo ver en Medea a la mujer rencorosa y vengativa y no pudo ver en absoluto, ni aun de pie ante el carro tirado por dragones alados, a la divinidad en el acto de impartir justicia; a lo mas que pudo llegar su limitada piedad fue a concebir la posibilidd de que los dioses hubieran arrojado sobre el, como una maldicion, el genio vengador de Medea. Pero mas interesante todavia es que Medea parece no darse cuenta de que su anhelada venganza es mucho mas que eso, y que la divinidad dirige y justifica todos sus actos; que a ella nunca se le revelo el sentido trascendente de sus actos y que si hablo de justicia alguna vez, como hablo de tantas cosas, muchas de ellas contradictorias, fue mas bien para justificarse. Medea-heroina comparte, curiosamente, la ceguera de Jason, y paradojicamente podria decirse que comparte tambien su impiedad ya que invocar la justicia divina con un puro proposito de venganza personal no es, desde luego, una actitud piadosa, si no estuviera poseida por la ira divina. Hasta que punto Euripides tuvo la intencion de confundirnos mediante el recurso de presentarnos a sus propios personajes cegados por la impiedad o el terror, es un asunto que tambien merece, creo yo, nuestra atencion. *Literato y dramaturgo, autor de Tlaxcalcingo. .