SECCION ESPECTACULOS PAGINA 43 BALAZO: NUEVO TRIBALISMO CABEZA: Jeffrey Dahmer, una larga fila de cruces CREDITO: JOSE LUIS DURAN KING Los asesinos seriales nunca pierden el buen humor. Dennis Nilsen el funcionario publico ingles que vivia en los departamentos de Cranley Gardens y que sacrifico a 15 vagabundos porque se sentia solo al ser inquirido sobre si le gustaria que sus hazanas se llevaran al cine contesto que si, pero que el elenco debia presentarse por orden de desaparicion. Jeffrey Dahmer, cuyos ojos segun ha declarado su madrastra no tenian vida, habia pegado en la pared de su celda un letrero que decia "No se acerquen, porq ue muerdo". Jeffrey Dahmer era una figura atemorizante. Desde el momento en que fue aprehendido y sus atrocidades salieron a la luz, el espectaculo de la sinrazon se activo: necrofilia, homosexualismo, rituales canibales, pedofilia y racismo eran ingredientes suficientes para que los medios de comunicacion prepararan un coctel de efectos embriagantes. No es de extranar, pues, que la noticia de la muerte del Canibal de Milwaukee a manos de otro prisionero diera la vuelta al mundo a la velocidad de los noticiarios de Ted Turner. A pesar de haber librado la pena maxima en su pais por el simple hecho de que en Wisconsin no hay aplicacion del castigo capital, desde el momento en que ingreso a la Institucion Correccional de Columbia, la ejecucion de Dahmer parecia que solo era cuestion de fechas. Asi lo habia adivinado en 1992 Henry Lee Lucas, asesino convicto de 11 muertes, aunque existen indicios de que su record alcanzo la cifra de 240 victimas. En una entrevista que dio desde el pabellon de la muerte de la prision de Huntsville en Texas, Lucas se asomo al infierno que le esperaba a Dahmer tras las rejas: "Para alguien que ha asesinado adolescentes es muy dificil librar el codigo de los otros presos". De hecho, todo mundo pensaba que Dahmer era un hombre afortunado por haber cometido su carniceria en Wisconsin, uno de los pocos estados de la Union Americana que no aplica la pena de muerte. En el estado vecino de Ilinois, por ejemplo, el pasado 10 de mayo un eclipse solar fue el sombrio escenario para la ejecucion de John Wayne Gacy Jr., al que una inyeccion letal le corto para siempre la respiracion, pagando de esta manera una deuda que se remontaba a la decada de los ochenta, cuando fue acusado y convic to del asesinato de 33 adolescentes a quienes violo salvajemente antes de remitirlos al sotano de su casa. Hoy, ademas del cuerpo de Dahmer, se ha enterrado la ofensa. El fin de este antiheroe de los medios solo es la prolongacion de una vida profundamente miserable y solitaria. No se puede hablar de justicia en este caso. Su sacrificio no es justo sino un crimen mas dentro de un sistema penitenciario que como muchos no ofrece garantias de seguridad a sus internos. El victimario de Dahmer, no obstante que aun no se ha revelado su identidad y quien posiblemente llevo a cabo sus actos buscando notoriedad, ha ganad o el apoyo publico por su papel de angel vengador. En marzo de este ano Dahmer habia sufrido el ataque de otro reo quien, armado con una navaja, solo alcanzo a herirlo levemente en el cuello. Aun asi, no quiso volver a la invulnerabilidad que le proporcionaba una celda de alta seguridad. Le gustaba compartir los muros de la prision con sus companeros, decia estar arrepentido de sus actos y no temerle a la muerte. Desde el ano pasado encontraba en el libro de las revelaciones un sustento espiritual para la soledad de su condena. La masturbacion ya era cosa d el pasado y la necrofilia solo le interesaba como asunto de interes psiquiatrico. Sin embargo, tanto la necrofilia como el canibalismo fueron argumentos poderosos para que el caso Dahmer ganara una perversa popularidad. Dos conceptos que subyacen en la memoria genetica colectiva. El primer termino, aunque dificil de desarrollar, se refiere generalmente al acto sexual con un cuerpo muerto. John Christie, por ejemplo, asesino a seis mujeres en la decada de los cincuenta con el simple proposito de tener practicas sexuales con ellas. Pero existen otros necrofilos: aquellos que roban muertos y los coleccionan, los que gustan de dormir en cementerios y aquellos que encuentran hermosa a la muerte. Segun Erich Fromm, los necrofilos generalmente son palidos (como lo era Jeffrey Dahmer) y poseen un habla monotona (la voz de Dahmer carecia de expresion o inflexiones). Las maquinas les fascinan, pues estas no tienen sentimientos, son inhumanas. Peter Sutcliffe, el destripador de Yorkshire, por ejemplo, pasaba horas enteras jugando con motores de autos. A Jeffrey Dahmer, por su parte, le agradaban la fotografia y los videos. Del mismo modo, los necrofilos prefieren los datos a los sentimientos. Peter Kurten, el vampiro de Dusseldorf, recordaba con lujo de sana y detalle los crimenes que habia cometido muchos anos atras. Pero quiza el acto necrofilico mas extravagante es aquel que compartian Dahmer y Peter Kurten: el de la "lujuria de la muerte", es decir, cuando el acto de matar produce excitacion sexual. En Kurten, para no ir mas lejos, la lujuria tenia niveles exasperantes, pues cuando no conseguia una victima a modo sacrificaba animales. Lo que es cierto, aunque incomode a muchas conciencias as epticas, es que la necrofilia generalmente representa la perversion mas extrema de algo que esencialmente es bueno: el instinto amoroso. En cuanto a la necrofagia, es una aberracion extremadamente rara. En el caso de Dahmer fue un recurso desesperado por mantener su contacto humano, una manera de "conservar" a "alguien" con el; en otras palabras, su perversion tenia la nocion romantica de "tener y poseer". Dennis Nilsen, en una carta enviada a Brian Masters, biografo de Rabelais, MoliŠre y Sartre, analiza la personalidad de Jeffrey Dahmer. Entre otras cosas apunta que "la necesidad de amor para Dahmer se convertia en muerte para las indefens as victimas". Tras los sucesos del pasado 28 de noviembre donde Jeffrey Dahmer fue asesinado a tubazos en el area recreativa de la Institucion Correccional de Columbia, la mayoria del publico que concurre a las noticias instalado comodamente en el sillon de sus casas sintio alivio. Pero es un alivio pasajero, pues, como ha apuntado Robert Ressler, el investigador del FBI que acuno el termino "asesino serial", de un depredador de este tipo que existia en 1957 en Estados Unidos (Ed Gein, en quien esta inspirado en gran par te el personaje Bufalo Bill de la pelicula El silencio de los inocentes), actualmente se cree que existen mas de 150 deambulando por los solitarios parajes de las carreteras interestatales de Norteamerica. .