PAG. 32 SECCION: DEPORTES CABEZA: FERNANDO MARCOS COMENTA Y mucha gente cantaba en los graderios, no muy llenos que digamos, una cancion cubana que decia asi: "San, San, San Vicente..." Y mientras las voces fingian giros, tumbas y maracas, nuestros muchachos necesitaban de ocho, diez y hasta doce pases para burlar a una defensa que no defendia y frenar a un ataque que no atacaba y vencer a un portero que no era capaz de parar ni a un minibus tripulado por un maxicafre. En suma, el engano al publico se consumo a pesar de todo. Hubo momentos en que me senti conmovido. Uno de ellos fue cuando Benjamin Galindo queria, pero no podia ya, realizar sus lances geniales de antano, o lanzar esos tiros implacables como disparos de pistola... Me dio, eso si, un orgullo enorme ver actuar a Carlos Hermosillo, a Zaguinho y, basicamente a Ramon Ramirez... Nuestro gran arquero Jorge Campos se dejo tomar el pelo y le hicieron un gol en la unica ocasion en que los hungaros paseadores tuvieron oportunidad de lograrlo. Y extrane la presencia de Missael, tanto como extrane tambien la poca punteria de Beto Garcia Aspe. Una cosa positiva tenemos que dejar sentada aqui: el arbitraje del hondureno, mucho mejor que el noventa y cinco por ciento de los arbitrajes mexicanos. Tambien me dio pena escuchar los "oles! de la gente cada vez que nuestro equipo, todavia en formacion y espero que en crecimiento, hacia sus pasecitos inutiles, en contraste con el silencio que acompanaba a un rompimiento por alguna de las bandas o de una cabalgata de Zague o de Ramon por cada una de ellas. Francamente, nuestro publico, enganado siempre, confunde el arroz con el tocino, o el futbol con los chisporroteos de aparente calidad y nulo resultado. Y mirando la felicidad rebosante del senor doctor, recorde aquellos versos creo que de Amado Nervo, que dicen asi: "y el Buda de basalto sonreia". El hombre estaba feliz... Tambien lo estuvo cuando su agrupamiento le metio algo asi como diez tantos a San Vicente, que, santificado y todo, no sabia bien a bien que tiene un balon por dentro. Por lo que hace a Hungria nada que agregar a lo dicho dias antes de su presentacion. No podra decir el publico que fue enganado. No por lo menos en El Nacional y en esta columna, especificamente. Vinieron a un paseo productivo en dolares... Trajeron, como mascaron de proa, a Ferencs Puskas, una gloria del futbol mundial. Y trajeron esa viveza del hungaro, hombre que es capaz de entrar por una puerta de revolver, giratoria, al ultimo y salir el primero. Como dice Chespirito -que es, aunque usted no lo crea, un fanatico del futbol- "no contabamos con su astucia". Fueron capaces, de haberlo querido, de enviar a su federacion, como lo hizo Julio Cesar a la conquista de las Galias, un fax que dijera: "Vinimos, corrimos y cobramos". Eso pondria en tranquilidad a una federacion mas tolerante que la nuestra, o mas necesitada, que permite que un equipo al que le falta todo, pero absolutamente todo de calidad competitiva, salga al extranjero ostentando la representacion del futbol de su pais y, ¨por que no en cierta medida?, a su pais mismo. Mas le hubiera valido a nuestra ensalada en turno, si queria prepararse para su compromiso en la Arabia de Las Mil y una Noches, jugar un partido contra el America, contra el Necaxa, contra el Guadalajara o algun otro. Pero si ese partido se hubiera efectuado, tal vez no habria podido escribir, viendo la sonrisa del "senor doctor", eso de que "el Buda de Basalto sonreia". .