SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 BALAZO: DEL CONTINENTE DEL TEATRO CABEZA: El lobo, el bosque y el hombre nuevo CREDITO: BRUNO BERT En el pequeno foro de La Comedia se esta presentando un monologo que proviene del guion de la pelicula cubana Fresa y chocolate. Esta a cargo de Jesus Ferrer que actua y dirige su propio trabajo al que ha dado el nombre de El lobo, el bosque y el hombre nuevo. (Retomando el titulo su final del libro). No he visto el filme, por lo que obviamente no voy a tomarlo como referencial. Me interesa analizar este unipersonal desde la validez que debe cobrar como espectaculo independiente. El tema es la relacion en La Habana de hoy y a partir de un ligue en la heladeria Coppelia entre un militante de las Juventudes Comunistas y un homosexual que sostiene una posicion critica sobre la revolucion, aunque reivindique su derecho a ser patriota y a tener una incidencia social a partir de su tarea, cosa que el regimen vigente le niega. Dado que aqui esta presentado como monologo, el personaje que aparece mas estructurado y en continuidad es el del "maricon", como el mismo gusta de llamarse. Es imposible abstraerse del antecedente de Puig en El beso de la mujer arana, sobre todo porque enfrenta a personajes de similar corte sicologico. Por un lado el militante, que comienza en una posicion ortodoxa de rechazo a la homosexualidad y a los comportamientos culturales que esta adopta en el companero de celda, para terminar en un acercamiento af ectivo y en una revalorizacion del otro como ser humano. Y por el otro, alguien que juega con los estereotipos que el medio impone a los que realizan ese tipo de opciones sexuales. Sin embargo, en el monologo de Ferrer, a una identica cursileria vulta amaneramiento, le corresponde una mayor conciencia de si mismo y de su valer como persona en su medio social. El homosexual cubano tiene un mayor nivel cultural que el argentino, un horizonte mas amplio y tambien una mayor necesidad de "recuperarse" sin rechaz ar su opcion de vida. Como proposicion global de trabajo resulta muy valida, sobre todo como expresion de una minoria en un espacio en transformacion como es Cuba. Por supuesto, el discurso, asi sea por elevacion, trasciende lo anecdotico, aunque al menos en la version teatral esto tenga bastante peso, y naturalmente nos habla con la voz de aquellos que quieren un cambio al interior de la revolucion y no la negacion de la misma... aunque el peligro de quiebre sea perfectamente claro. A niveles de adaptacion para la escena se lo ve bastante forzado por momentos. La estructura narrativa no corre con fluidez y sentimos con frecuencia la necesidad del personaje interlocutor a pesar de los desdoblamientos que realiza Ferrer. Asi, al espectaculo lo vemos como atado a la necesidad de una claridad propositiva, que produce incorporaciones de textos que suelen brincarse. Ademas, el trabajo de la direccion es bastante pobre en tanto puesta y deja, ademas, al actor desprotegido en lo que hace a los matices de composicion. Sin una clara vision externa, el personaje no solo se maneja sobre estereotipos, sino que se vuelve el mismo estereotipico. Cosa que podria corregirse con bastante facilidad con una mirada, menos comprometida que la del mismo actor-director. En general, sin embargo, resulta una obra grata a pesar de las limitaciones que acabamos de mencionar, en el doble aspecto de develarnos una realidad determinada desde el punto de vista de quienes la viven, y en el de asumision, por parte de un actor con buenas capacidades histrionicas, de un trabajo tan dificil como un monologo fincado por igual en lo intimista y en lo social. .