8 SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: Razones CABEZA: Las resistencias contra la reforma judicial CREDITO: JORGE FERNANDEZ MENENDEZ* Las resistencias al cambio son muchas y contrastantes, y crecen cuando, como ahora, de lo que se trata no es de acciones cosmeticas sino de reformas de fondo, que van en camino a transformar radicalmente el sistema politico nacional. Estamos, como ya lo hemos senalado en otras oportunidades, ante una reforma que modificara, sobre todo, las relaciones de poder entre las distintas instancias constitucionales, entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Pero tampoco nos equivoquemos: la magnitud de las resistencias contra esa reforma provienen no de su magnitud institucional, sino de los intereses especificos que seran afectados con ella. Ello ya se ha puesto de manifiesto en la reforma del sistema de justicia. Es una resistencia sorda, que busca desgastar y retrasar la iniciativa o, de perdida, utilizar su poder sectorial para deformarla en el proceso legislativo. Ahora bien, nadie se ha podido oponer abiertamente a esa propuesta: la reforma de la justicia es una demanda social de alcances poco predecibles. Oponerse a ella seria politicamente suicida. Por eso la oposicion es pasiva y solapada. Hasta ahora, la oposicion a la reforma, se ha concentrado en pedir mayor tiempo para analizar sus alcances y para cuestionar o discutir varios de sus puntos. No deja de ser significativo que el viernes pasado, mientras Ernesto Zedillo se encontraba en Miami, un grupo de legisladores del PRI se hayan reunido para evitar "legislar al vapor" la iniciativa. Mas significativo aun es que en esa reunion no estuvieron ni Humberto Roque Villanueva ni Fernando Ortiz Arana y si varios prominentes abogados-legisladores de esos que conocen y muy bien, los entresijos del sistema judicial... porque suelen ser parte de el. Ayer se adhirio a esas posiciones un senador y abogado muy respetable. Gabriel Jimenez Remus, dirigente del Partido Accion Nacional, un partido que suele tener muy estrechos lazos con el gremio de los abogados (practicamente todos sus dirigentes de primer nivel son abogados y su peso, por ejemplo, en la Escuela Libre de Derecho y en la propia Facultad de Derecho de la UNAM es notalbe) tan es asi que no solo tiene a uno de sus militantes como Procurador General de la Republica (Antonio Lozano Gracia) sino qu e preside las comisiones de justicia de todas las instancias legislativas del gobierno federal: el PAN tiene la presidencia de las comisiones de justicia de la Camara de Senadores, de Diputados y de la Asamblea de Representantes. Resulta extrano que Jimenez Remus se haya adherido a esas posiciones, ya que su partido fue en la pasada Legislatura, cuando la comision de justicia de la Camara de Diputados la presidia Fernando Gomez Mont, el que mas impulso una reforma del sistema de justicia que diseno el propio Fernando, que no se aplico porque se evaluo que faltaba tiempo para ello. Es verdad que don Gabriel no se opone en si a la reforma, pero muchos de sus juicios pueden apoyar a los sectores que se estan oponiendo, sobre todo a l os magistrados que ven como pueden perder desde algunas de sus prerrogativas hasta su propio puesto. Es verdad, como dice Jimenez Remus y como establecio ese grupo de legisladores priistas el viernes, que la propuesta merece mas estudio y conciliacion entre los partidos y que para ello se requiere de mas tiempo. El problema es que algunos creen que ese tiempo debera prolongarse hasta el proximo periodo ordinario, lo que retrasaria en buena medida el proyecto global de reforma. Por supuesto que ello no implica aprobar al vapor y sin consulta legislativa, pero si esa consulta debe ampliarse, como lo p lanteo el propio Ernesto Zedillo ayer en el IPN, es responsabilidad del Poder Legislativo implementar con rapidez esa consulta: paradojicamente, a una semana de que se presento esa iniciativa, ninguno de los poderes legislativos ha implementado ningun mecanismo de consulta. La ampliacion de la consulta no debe ir en demerito de la oportunidad y la necesidad. Otro punto que critica Jimenez Remus es que "no se ve con buenos ojos la intromision del Poder Legislativo en el Judicial" ello en referencia, seguramente, a que los miembros de la Corte deberan ser aprobados por dos terceras partes de los votos en las camaras. Preguntemonos entonces como se elegiran los miembros de la Corte y los de la propuesta Judicatura: šlos elegiran los propios jueces, los propios miembros? En todos los paises democraticos el mecanismo de seleccion es el propuesto por la iniciativa: e l Ejecutivo propone los nuevos miembros de la Corte y el Legislativo los aprueba o rechaza. En realidad lo que no se quiere comprender es que la base de la propuesta y la que no se puede vulnerar, es la intencion de otorgar mayor autonomia a los poderes, acotar el presidencialismo y limpiar un poder que no esta cumpliendo eficazmente con su papel. Como el propio Jimenez Remus reconoce a pesar de que desde el sexenio pasado se solicito a la Suprema Corte de Justicia un proyecto de reforma al Poder Judicial, este nunca se entrego y ni siquiera se ha dado una explicacion de por que. En todo caso, lo importante es que uno de los ejes de la reforma es que se desplaza de sus posiciones a 21 ministros numerarios y a cinco supernumerarios de la Suprema Corte, que deberan refrendar ante el Legislativo su capacidad y probidad, de todas formas quedaran solo 11 de ellos. Muchos son hombres y mujeres muy capaces, sin duda, pero la sola posibilidad de tener que vivir esa situacion es para muchos intolerable, particularmente porque junto a notables jueces y abogados, subsisten muchos miembros de l a Corte que estan en esa posicion solo como una suerte de recompensa politica. El otro gran punto de rechazo es la creacion de la Judicatura, que quita a la Suprema Corte la posibilidad de designar jueces en forma directa y rompe con ellos muchos de los peores lastres que arrastra el Poder Judicial. Quiza por eso, como compensacion, se pretende que no haya solo 11 minutos de la Corte sino "un poco mas". En ultima instancia la posibilidad de abrir la propuesta de reforma, de ampliar la discusion, de analizar todos sus detalles, es una posibilidad que no puede soslayarse. Pero tampoco se puede caer en la ingenuidad de que no existen intereses muy fuertes, muy poderosos que buscan que esa reforma, simplemente, no sea nunca realidad. Olvidan no solo que de actuar asi, se enfrentaran con uno de los proyectos estrategicos de la presente administracion, sino tambien con una de las demandas mas sentidas, uno de los reclamos mas insistentes de la sociedad. *Director Adjunto de El Nacional. .