SECCION CULTURA PAG. 36 CREDITO: CABEZA: matado en duelo obras mas conocidas, la Cronica del reinado de Carlos IX, que recapitula sobre uno de los periodos mas convulsivos del Renacimiento en Francia. Su juicio le es bastante propicio al lector y espectador contemporaneo para sentarse a ver, con una perspectiva menos candorosa, La reina Margot, adaptacion cinematografica de P. Chereau a la novela homonima de Alexandre Dumas que despues de pasar durante la mas reciente Muestra de Cine todavia puede apreciarse en un par de salas capitalinas. A diferencia del impulso historico que llevo a Merimee a componer un cuadro historico basado en las obras literarias de la epoca, la novela de Dumas y lo que de ella queda en la pelicula se concentra en el episodio mas sangriento del reinado de Carlos IX, la matanza de la noche de San Bartolome, el 24 de agosto de 1572, en la que cientos de hugonotes fueron sacrificados por las tropas carlistas y las multitudes catolicas cuando todavia se festejaba el matrimonio entre Henri de Navarrete y Marguerite de Valo is (hija de Catalina de Medicis y hermana del rey), union simbolica que pretendia poner fin a las guerras religiosas entre los franceses. Dumas, dotado para la confeccion de tramas laberinticas ejecutadas despues por un ejercito de corte que vivio con excesos pantagruelicos un estado de barbarie e intolerancia. No hay que ser un lector avido de Bajtin para adivinar que la euforia y el ambiente carnavalesco que Chereau muestra en las secuencias iniciales de la pelicula estan contrapuestas estrategicamente a la agonia final del Rey, un proceso gradual de descomposicion del cuerpo en que el monarca envenenado sufre en carne propia la degradacion que todos a su alrededor han permitido y alentado. Al arder las visceras de Carlos IX llega a su desenlace la cadena de asesinatos comenzada en la San Bartolome y se preludia el reino del terror. Como tragedia, La reina Margot interpela la conciencia de los contemporaneos sobre todo por su abrumadora carga politica. A no pocos espectadores el melodrama amoroso que Dumas utilizo como pretexto para su novela es apenas algo tangencial ante el peso de la traicion y el magnicidio que son la sustancia esencial de la anecdota. Aunque el gesto final de Margot al recuperar en la Morgue la cabeza de su amante sesga la perspectiva historica para recordarnos que en el fondo el novelista escribio acerca de una t ragedia personal, de las manipulaciones, frustraciones y venganzas en el seno del poder, en las alcobas mismas de la realeza, no puede evitarse pensar en la cronica sangrienta del reino de Carlos IX como el espejo empanado donde se refleja parte de una historia que nos es muy conocida. Ensayista. .