21 SEC. INF. GRAL. PAG. 10 CABEZA: EL GRAN ELECTOR CREDITO: ALBERTO DOMINGO* Hace 38 anos, el 2 de diciembre de 1956, los heroicos expedicionarios del do alguno, al sentirse ya sin la menor oportunidad de defensa murmuro que era mejor rendirse, Camilo Cienfuegos produjo su grito corajudo: "Aqui nadie se rinde, carajo!" y siguieron en la desigual pelea. Solo 12, siguiendo la consigna del jefe Fidel Castro, llegaron a la Sierra Maestra. Y cuando Fidel hizo el recuento de los maltrechos sobrevivientes exclamo, como un iluminado: "Ya ganamos!" el Che Guevara cuenta, en sus recuerdos de la lucha, que al ver a aquellos hombres macilentos el mismo habia sido herido en el cuello penso: "Este hombre esta loco". Sin embargo, siguieron hasta la victoria. Ya en el poder, y ya habiendose declarado socialista el gobierno revolucionario cubano, predico Fidel: "Las revoluciones ni se exportan ni se copian". No obstante, abastecio de armas a las guerrillas de otras latitudes americanas y anos mas tarde exporto buena parte de su bien pertrechado y bien entrenado ejercito regular a tomar partido en luchas intestinas lejanas. Solo que las asambleas guerrilleras de corte internacionalista concentradas en La Habana (la Tricontinental en 1966, la OLAS en 1967), asi com o las incursiones cubanas en Angola y en Afganistan, no obtuvieron resultado triunfal alguno. La abnegada pero desdichada aventura del Che en Bolivia confirmo la certeza de la predica: la quebrada del Yuro no pudo ser igual a la Sierra Maestra. Falto, entre otras cosas, en la copia malhadada, el apoyo campesino y falto sobre todo la durisima lucha clandestina en las ciudades como la que sostuvieron, en su momento, Jose Antonio Echeverria y los suyos en La Habana y Frank Pais en Santiago. Indiscutible es que el motor principal de las revoluciones no es el de los encendidos ideales libertarios de un grupo, por formidable que parezca o sea su impulso. Son las carencias, son los sufrimientos y la rabia del pueblo cuando ya no soporta la opresion lo que verdaderamente hace cundir el incendio. Y en esa tesitura, nadie dudo, en un principio, de la fuerza de los "zapatistas" de Chiapas en el alzamiento del 1 de enero, porque tras de siglos de dolor y de miseria les asistia la justicia. Y decimos "a sistia", no porque el derecho de los indios a una vida digna haya prescrito en modo alguno. Lo decimos porque su propio lider pronto cambio la bandera de justicia social que tremolaba por un objetivo politico evidente y confeso. El subpoeta Marcos nunca ha querido considerar, por ejemplo, el cese al fuego decretado unilateralmente por gobierno del presidente Salinas de Gortari, a los pocos dias de los primeros choques con el ejercito, como un acto propiciador del dialogo. La verdad es que ha tratado de explotarlo como una muestra de debilidad "manifiesta" frente a la creciente "popularidad" del EZLN. Luego considero el terreno ocupado por sus huestes como propio, "por derecho de conquista legitima", igual que si lo hubiera ganado e n autentica batalla. Mas cuando ya descaro sus ambiciones, su megalomania aplaudida por intelectuales que juegan a la revolucion desde la comodidad de sus escritorios o sus teatros, fue cuando organizo la llamada Convencion Nacional Democratica, porque en ella planteo la "obligacion" de un gobierno de transicion desalojando al constitucional en funciones y de inmediato estableciendo un plebiscito para adjudicar a Cuauhtemoc Cardenas la presidencia de ese gobierno transitivo. De esta forma se erigio en gran jefe nacional electorero. Ya no hablo de reivindicaciones en la economia y la educacion y los bienes materiales elementales de los indios de Chiapas, sino centro su atencion en la tarea de decidir quienes habran de ser, bajo su guia paternal, los que gobiernen a mas de ochenta millones de mexicanos en la nueva era de libertad y felicidad que el habra de crear para este pais sin redencion hasta su advenimiento. Mesianico aunque modesto: oculta pudoroso su rostro tras el pasam ontanas que sus devotos equipararan a la aureola de los santos, no admite ya discusiones, mucho menos consejos, de sus feligreses politicos: se aparta de los intelectuales no sumisos y rompe con los directivos mayores del PRD que le abrian cancha a sus llamados libertadores de moderno Pedro el ermitano. En Chiapas, pese a que sus huestes, en el terreno ocupado, no tuvieron impedimentos para acudir a las casillas de votacion el pasado 21 de agosto, consigue solo una votacion minima a favor de "su" candidato, Amado Avendano y repite sus amenazas consabidas: si el candidato gubernamental del PRI, electo por amplio margen del sufragio popular, intenta tomar posesion de su cargo, "habra guerra". Este caudillo que se dice defensor de la democracia solo una formula de elocuencia esgrime: la violencia. Para el 8 de diciembre, dia senalado para la toma de posesion del gobernador electo, no se expulsa al que la voluntad mayoritaria de los sufragistas, ciudadanos comunes, sin banderias belicosas y se pone en el cargo a quien el ha adoptado como bueno, el ultimatum ha de cumplirse: se da el gobierno de Chiapas a su Amado Avendano o habra guerra. Cuarenta y ocho horas antes de su asuncion, el gobernador electo, Eduardo Robledo Rincon, hizo publica su oferta por la paz: "Si el EZLN esta dispuesto a deponer las armas, yo estare dispuesto a la renuncia de mi cargo". Ciertamente una proposicion audaz, fuera de lo ordinario, porque la voluntad sufragista debe acatarse y han de mandar las leyes; pero tal vez proposicion aguda en las circunstancias actuales en que, nuevamente al filo de la tormenta, el sublibertador, pese a los sublirismos que regularmente emplea, sigue en la pretension de que "nomas sus chicharrones truenen". Nomas que olvida que 1994 no es igual a 1956, ni el Mexico actual es la Cuba de Fulgencio Batista. Y no se da cuenta, en resumidas cuentas, de que el no es Fidel Castro ni mucho menos el Che Guevara al frente de la ofensiva final en Santa Clara. Si capacidad de reflexion tuviera, antes que arrebatos grandilocuentes, debiera aceptar que lo que el pais necesita, lo que el pueblo quiere, es la enmienda de errores viejos, el destierro de abusos, en una paz constructora y no en una violencia de brujula loca y re sultados nefandos imprevisibles. El acuerdo de todos y no la entronizacion de una nueva faccion cualquiera. *Periodista e sultados nefandos imprevisibles. El acuerdo de todos y no la entronizacion de .