SECCION CULTURA PAG. 39 CREDITO: CABEZA: Es decir, que este ano fueron mas pronunciados los problemas de organizacion. Si bien, el numero de peliculas programadas casi duplica el del ano pasado, varias de ellas tuvieron que ser canceladas a ultima hora, incluyendo cuatro de la competencia: El infierno, del frances Claude Chabrol; Ladybird, del ingles Ken Loanch; Los peores anos de nuestra vida, del espanol Emilio Martinez-Lazaro, y Tres colores: rojo, del polaco Krzysztof Kieslowski. (En cambio, en 1993 se proyectaron todas las cintas previstas). Dichas cancelaciones y los retrasos en las llegadas de otras peliculas motivaron asimismo constantes cambios en el programa, agravados por la decision de los encargados de las salas de, a veces, comenzar antes de hora para poder acomodar intermedios (si, ni en un festival se pudo prescindir del maldito intermedio. La venta de chuchulucos es sagrada). Como senalaba el ano pasado, la peor limitante del festival de Cancun es de orden geografico. Hay demasiada distancia entre los hoteles sede y las salas de exhibicion, lo cual genera problemas de comunicacion y logistica. Encima, en la principal avenida de Cancun se estaban realizando obras de asfaltaje, lo que complicaba aun mas el transito. Un dia, por ejemplo, hice 50 minutos en autobus para viajar de mi hotel a las salas Tulum, en el centro de la ciudad. Tanto tiempo no solo es inconcebible sino ridicul o. Eso, desde luego, obstaculiza una de las funciones primordiales de cualquier festival, que es servir de punto de encuentro para la gente de la industria. Al mismo tiempo, la Canacine aprovecho el marco del festival para llevar a cabo su convencion y eso, al parecer, si fomento la interaccion entre los invitados. Pero no fue suficiente. Por otro lado, la prensa se quejo mucho porque se crearon demasiadas expectativas. Si en un principio se anuncio la llegada de celebridades como Pedro Almodovar, Atom Egoyan, Meryl Streep, John Travolta y Jean-Claude Van Damme, al final los periodistas tuvieron que conformarse con la presencia de estrellas locales como la El esfuerzo por hacer un festival internacional en Mexico encomiable por otra parte debe ajustarse a un principio de realidad. Modelos como Cannes, Berlin o Venecia rebasan por mucho las posibilidades de un certamen que apenas inicia, con limitaciones de presupuesto y personal. Habria que aprender, en cambio, de festivales modestos pero funcionales el de Puerto Rico, por ejemplo que cumplen aun con los imprevistos de costumbre. Para poder subsistir en un panorama renidisimo, el festival de Cancun debera rep lantear sus objetivos y, sobre todo, mejorar su organizacion. La buena voluntad, como siempre, no basta. .