SECCION ESPECTACULOS PAG. 45 BALAZO: DEL CONTINENTE DEL TEATRO CABEZA: Malcom, indescifrable trabajo escenico CREDITO: BRUNO BERT Hace algo mas de veinte anos entonces yo no conocia Mexico personalmente Alejandro Bichir monto con gran exito Malcom contra los eunucos, la obra de David Hallywell. Enlazando con el recuerdo de aquel hecho, esta temporada volvio a hacerlo, en El Granero, con la participacion de sus tres hijos actores: Bruno, Demian y Odiseo, acompanados por Fabiana Perzabal y Lenny Zundel. No resulta muy claro cual es la propuesta. Por un lado podriamos leerla linealmente como el desarrollo de una patologia en un estudiante de artes llamado Malcom, cada vez mas atacado por la paranoia. Sin embargo se aleja de las minuciosas descripciones psicologicas que suelen ser caracteristicas en estos casos (Mi conejo y yo, por ejemplo); se distancia a traves de muchas escenas donde lo que predomina es la teatralidad, entendida como representacion, como elemento ludico distanciador de las narraciones est rictamente intimistas. Y esto nos lleva a la posibilidad de interpretaciones simbolicas. Podriamos pensar entonces en una satira de la genesis de los movimientos de derecha, donde Malcom podria representar algo asi como a Hitler, ya que como el, es un estudiante de pintura excluido de las academias, tiene dificultades de acercamiento con las mujeres que, por el contrario, lo adoran; funda una celula politica con cuatro gatos por demas mediocres; le encantan las acciones terroristas y explicitamente menciona a su referente posible y al punch de Munich varias veces en la obra. Sin embargo y a pesar de las confluencias, esto es demasiado vago como para darnos una lectura precisa al respecto. Ni como Hitler directamente esta lejos de intentar una biografia por enmascarada y distorsionada que sea ni tampoco resulta muy coherente como esa ejemplificacion del nacimiento de un movimiento de derecha que antes hipotetizabamos, ya que le falta el permanente eco social necesario. Cabe entonces la alternativa de una excusa para la descripcion dinamica de un grupo de adolescentes que juega-representan a ser adultos, con la misma mezcla de frustracion y ceremonia con que podrian hacerlo los hermanos de La noche de los asesinos, de Triana, por ejemplo. De alli las constantes acciones simuladas y la cercania con los impulsos de la ninez confundiendo los limites entre la realidad y el deseo a traves de una especie de magia simpatica. Sin embargo, mas aun que en la obra del cubano, aparece n elementos que desbordan estas intenciones, incluso por la contradiccion que resulta en la lectura de los personajes. Llegado aqui, prefiero suponer que integra las tres posibilidades en un solo espectaculo, logrando con esto una gran dinamica pero tambien bastante confusion en la comprension final que hacemos del trabajo. Queda mas bien como una delectacion por parte del director en el manejo de los actores, y de estos en la realizacion de las complejas interacciones con sus companeros de rubro. Asi, resu lta muy agradable ver este Malcom contra los eunucos por el juego de capacidades de quienes lo han realizado y por el ritmo tan agil con que se presenta, aunque como obra se nos desintegre un poco entre las manos, lanzando impulsos hacia todos lados sin llegar a fraguar ninguno limpiamente. No he leido el libro, pero supongo mayor responsabilidad en el area de Alejandro Bichir, que creo se ha dejado seducir por el material humano, perdiendo el hilo de la conduccion global. Excelente trabajo de actores en una propuesta que nos deja muchos interrogantes, tal vez un juego para gozar entre conocidos, con los sobreentendidos que esto puede suponer. .