PAG. 27 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: SE DECIDIRA SI SERA ENCARCELADO CABEZA: Rechazo Collor comparecer durante decisivo juicio por corrupcion CREDITO: AGENCIAS BRASILIA, 6 de diciembre.-El ex presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello, prefirio permanecer manana en su casa en vez de sentarse en el banco de los reos como acusado junto con otras ocho personas por el delito de corrupcion. Collor, de 45 anos, renuncio hace dos anos, al termino de un juicio politico que lo destituiria de la presidencia y que le privo de sus derechos politicos hasta el ano 2000. Al concluir el juicio penal por el delito comun de corrupcion, que sera realizado esta semana el miercoles, viernes y sabado, los ocho jueces del Supremo Tribunal Federal deberan decidir si Collor ira o no a la carcel. La suprema corte brasilena esta integrada por once jueces, pero uno (Paulo Brossard) acaba de jubilarse y aun no fue sustituido, mientras que los otros dos estan impedidos debido a que Francisco Rezek fue canciller de Collor y Marco Aurelio Mello es su primo. Un posible empate turnaria la decision al Superior Tribunal de Justicia, una instancia inferior que ya tuvo un desafio similar cuando Collor considero injusta la suspension de sus derechos politicos por parte del Senado. Collor rechazo comparecer durante el juicio y tampoco concedio entrevistas por recomendacion de sus abogados aunque recibio a un grupo de fotografos de la prensa en la Casa de la Dinda, donde se observan los babilonicos jardines que ordeno construir. Confinado en esa residencia, ubicada a 20 kilometros del centro de la capital brasilena, Collor tuvo mejor suerte que algunos de sus colaboradores como el ex tesorero de los fondos de las campanas politicas, Paulo Cesar Farias, preso en una carcel de un cuartel de la Policia Militar de Brasilia. Asi, despues de haber sido acusado y condenado en un juicio politico, Fernando Collor, desprestigiado y aislado, afrontara a partir de manana un nuevo proceso que podra hundirle de manera definitiva. Collor se refugio en su residencia desde que renuncio a la Presidencia, en diciembre de 1992, cuando vio que era inevitable su condena en el Senado, que le acusaba por haber atentado contra la seguridad interior, al no sancionar la red de corrupcion montada por su circulo de amigos y por no respetar la honra y el decoro del cargo presidencial. Mas delgado, con algunos cabellos blancos y aspecto decaido, el Collor de hoy no es la misma persona juvenil e impetuosa que asumio el poder hace cuatro anos, aquel de quien se llego a pensar que dividiria en dos la historia republicana de Brasil con una administracion moderna, independiente y honesta. .