6 SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: Zedillo, justicia y San Lazaro: el nuevo equilibrio CREDITO: JORGE FERNANDEZ MENENDEZ* El equilibrio de poderes ha sido un tema recurrente tanto en la campana de Ernesto Zedillo como en sus tres principales discursos en apenas una semana en el gobierno: hablo de la separacion y equilibrio de poderes en su discurso de toma de posesion; volvio a insistir en el el lunes cuando presento su propuesta de reforma constitucional sobre la justicia y, por ultimo, nuevamente el tema se hizo presente en la reunion con los diputados y seguramente se volvera a referir a el, hoy en la Camara de Senadores y en su proximo discurso-propuesta sobre el nuevo federalismo. En los hechos lo que esta proponiendo Zedillo es aquella reforma del poder que, junto con Luis Donaldo Colosio, disenaron para presentar en el discurso del 6 de marzo. Una reforma del poder que, aunque no ha sido percibida asi aun en forma clara implica, sobre todo, el fin del presidencialismo o mejor dicho de las atribuciones metaconstitucionales del presidencialismo, que es lo que deforma todo el esquema de ejercicio del poder y termina subordinando al poder presidencial a los demas poderes de la Union. Ello no implica, por supuesto, disminuir la figura presidencial pero si otorgarle su justa dimension legal y constitucional. Esa deformacion, ese "centralismo oprobioso" del que se hablo ayer, ha sido especialmente grave en dos sentidos. En primer termino, en la reproduccion que de ese esquema centralista se vive en las relaciones politicas internas de los propios estados y en las distintas instituciones politicas e incluso partidarias. Segundo y sobre todo, en la deformacion que esa tradicion produjo en el sistema de imparticion de justicia hasta convertirlo en una caricatura de los propositos que se planteo tanto la Constitucion del 57 como el Constituyente del 17. Es verdad que el estilo que ha impuesto Zedillo en apenas una semana sorprende a muchos: primero por la velocidad con que se han planteado los cambios y, segundo, por la forma, precisa, descarnada, alejada de todo barroquismo que utiliza el presidente en sus intervenciones publicas. En este sentido no olvidemos el efecto que ha tenido en la ciudadania que en un discurso de apenas 37 minutos, el 1 de diciembre, se hayan podido plantear un programa tan de fondo como el que se propone realizar Zedillo. El mensaje a la nacion con motivo de la reforma al sistema de justicia fue aun mas escueto: apenas tres cuartillas. Y no se trata de falta de informacion, sino todo lo contrario: estamos ante informacion pura, sin adornos y este estilo, un estilo que como solia decir Jose Francisco Ruiz Massieu es el de "un presidente serio para un pais con dificultades", puede calar muy hondo en una sociedad que cada vez quiere menos palabras y mas hechos. Y eso es lo que hoy esta ofreciendo Zedillo. En este esquema, la visita a las camaras no puede separarse de la propuesta de reforma a la justicia, aunque los remedios para aplicar a cada una de las enfermedades especificas es distinta. En el caso del sistema de justicia, sin duda, la gravedad del caso es mucho mayor, porque de alguna forma el creciente pluralismo social ha impuesto en las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo una dinamica que la visita de Zedillo lo que ha hecho es ratificar y ampliar hacia cauces constitucionales y sobre todo institucionales. En el caso de la reforma de la justicia la critica implicita a la Suprema Corte es muy dura. Si bien se justifica su inoperancia por el exceso de trabajo burocratico, en los hechos lo que se dice, entre lineas es que la actual Corte no cumple con su funcion, primero, porque se ha abusado de la designacion de miembros de la clase politica que han buscado o encontrado refugio en las altas esferas del Poder Judicial. Por eso la prohibicion de saltar de cargos publicos a la Corte, el incremento de las exigencias para ser miembro de esta, la disminucion del numero de miembros y la ratificacion de estos por dos terceras partes del Senado. Con la creacion de la Judicatura se descarga a la Corte del peso burocratico de su funcion. Pero tambien se quita con esa marana burocratica una de las principales fuentes de corrupcion del Poder Judicial. No se trata, con ello de encerrar en un todo al conjunto de los mienbros del Poder Judicial, pero al combatir los distintos elementos (cargos politicos, trabajo excesivo, atribuciones demasiado amplias sin demasiado control en la designacion de jueces, exigencias relativamente bajas para ser miembro, permanencia demasiado prolongada en los cargos) no cabe duda que se creaban una serie de condiciones que por lo menos explican la ineficiencia de su labor. Pero tambien los lineamientos de esta reforma, como lo ha senalado el propio Ernesto Zedillo, demuestra que este es solo un primer paso de una reforma integral, de largo plazo, que demorara aun mucho tiempo en dar por completo sus frutos. Por esa misma razon, la primera etapa es una reforma de superestructuras, desde arriba. Que busca crear las condiciones para romper con la ineficiencia y la corrupcion alli donde las inercias son mucho mas dificil de romper: en la vida cotidiana, en la labor de policias, ministerios publicos, jueces, en los lugares donde la verdadera justicia aun no llega a ser una realidad. Ahora bien, los choques que provocara esa reforma desde arriba, que abarcara desde la Suprema Corte, hasta los sistemas de designacion de los ministerios publicos y jueces, acompanada de un fortalecimiento de los mandos policiales, provocara, que nadie lo dude, un periodo de transicion con turbulencias, al chocar la nueva y la vieja cultura juridica y de seguridad. Por eso mismo es mas urgente que nunca tanto la consolidacion de fuertes consensos partidarios que no dejen solo al Ejecutivo a la hora de implantar estas reformas (¨cuantas veces por conflictos politicos que nada tenian que ver con ellas, muchas de las propuestas de reformas del salinismo se retrasaron o tuvieron un magro apoyo cuando su aprobacion realmente era uninteres de las mayorias?), como tambien de un estricto control (buscando localizar sus verdaderas raices) sobre los intentos desestabilizadores que siguen presentes en la vida nacional. Para ello, y para mucho mas, este nuevo, creciente equilibrio de poderes, que no es mas que la aplicacion estricta de la letra y el espiritu constitucional pero que expresa una definida voluntad politica, es y sera imprescindible. *Director Adjunto de El Nacional .