SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 BALAZO: CARIBEĽOS CABEZA: Orquesta Aragon, la segunda fuerza del cha-cha-cha CREDITO: ERNESTO MARQUEZ Tras la decision de muchos anos de negarle entrada a todo lo que proviniera de la Cuba revolucionaria, a finales de 1978, las autoridades estadunidenses permitieron, por fin, que una delegacion artistica realizara una serie de presentaciones en suelo gringo. A la cabeza de esta delegacion se encontraba nada menos que la tradicional Orquesta Aragon, uno de los hitos mas importantes de la musica caribena. La llegada de La Aragon a Nueva York fue considerada una victoria politica; ya habia pasado el periodo de las invasiones y los insultos y muchos encontraban razonable que se diera una tregua musical. El ambiente neoyorquino, y en especial el de la salsa, pocas veces habra de conocer una emocion como aquella que impregno la noche del 28 de diciembre de 1978. El escenario era el Avery Fisher Hall, en pleno Lincoln Center. Antes del concierto, fanaticos de todas las edades, cubanos de la clase media y neuyoric an de bajos recursos, evidenciaban suficientemente la euforia por escuchar a una de las mas grandes organizaciones musicales del Caribe. En los salones del teatro, la mayoria de los musicos de salsa hacian comentarios diversos especulando, unos, sobre la posible decadencia de la orquesta y, otros, sobre la importancia que esta ha tenido en el desarrollo de la musica bailable de todos los tiempos. Bebian ron y lucian felices mientras llegaba el momento de enfrentar el mito. Por fin, a las ocho en punto se apagaron las luces y sobre el escenario, con elegante traje blanco, aparecieron los musicos cubanos. Rafael Lay, su director, violin en mano, se acerco al microfono para decir lo habitual, solo que esa noche la frase fue historica: Senoras y senores, con ustedes la Orquesta Aragon de Cuba. Y en seguida su famosisimo estribillo de entrada: Aragon, Aragon, Aragon Si tu sientes un son sabroson Ponle el cuno Es la Aragon Lo demas se intuye. Esa noche sono la historia, la cultura, la plenitud desbordada de la sabrosura del Caribe. Lejos estaba de pensar el maestro Orestes Aragon Cantero, aquel 30 de septiembre de 1939, cuando formo, en la surena ciudad de Cienfuegos, la modesta Ritmica Aragon, que esta iba a crecer, a penetrar en la historia de la musica popular cubana y mantenerse a traves de varias generaciones como el simbolo de un estilo musical irrepetible. Y no solo por lo sucedido aquella noche en Manhattan, sino por todo lo que han logrado sus musicos y cantantes en estos 65 anos de vida que, ahora, con sangre nueva supone un a vigencia mayor. Historia en cha Pertenecientes a las llamadas "charanga francesa" (agrupacion musical que se desprende de la orquesta tipica y que esta conformada por violines, flauta, piano, contrabajo, timbal, giro y voces al unisono) la historia de la Aragon comienza en un periodo de plenitud del son y la guaracha, veintidos anos antes de que iniciara el boom del cha-cha-cha. Su estilo, aun no definido, era una mezcla de todo lo que se oia por aquella epoca y sus funciones laborales estaban encausadas a acallar la furia bailable de lo s cienfuegos y vecinos colindantes. Era pues una orquesta del monton con un sonido no mas interesante que el de las dos mil agrupaciones existentes en la isla. Por eso el maestro Orestes Aragon, inquieto como era, se dio a la tarea de reclutar musicos que reforzaran, dieran calidad y aportaran ideas nuevas a su agrupacion. Asi es como aparecen el flautista, compositor y orquestador Richard Eges; los cantantes Jose Antonio Olmos, Rafael Bacallao y el violinista Rafael Lay. Elementos que le confieren un estilo singular y una expresion muy concreta y depurada a la agrupacion. Corria 1940, Rafael Lay contaba apenas con 13 anos de edad. Era el mas joven de todos pero poseia buen adiestramiento como instrumentista. Por su virtuosismo pronto paso a ocupar el puesto de primer violin y mas tarde, cuando Orestes se retiro por enfermedad (1948), se hizo cargo de la direccion. A partir de entonces, personas muy importantes marcaron la trayectoria de la Ritmica Aragon. Con aquel adolescente como director logro salir de la provincia cienfueguera, empezaron a ser conocidos, adquirieron fama y se involucraron en la onda del cha-cha-cha via Rafael Lay, quien se relaciono con el maestro Enrique Jorrin, creador del genero, y aprendio de el a componer y arreglar en ese estilo, recibiendo ademas las partes musicales de muchas de sus obras que de inmediato incluyo en el repertorio de la Ar agon. Tomando vuelo Con un archivo integrado en su mayoria por cha-cha-chas la orquesta cienfueguera inicio una aventura que le llevo a pelear los sitios mas importantes de supremacia musical en la isla. Muy pronto estuvo considerada a la altura de agrupaciones fuertes como la Orquesta America, la Charanga de Antonio Maria Romeu, la Riverside, el Conjunto Casino y las agrupaciones de Abelardo Barroso, Arsenio Rodriguez y Arcano y sus Maravillas. Reconociendosele caracter tonal y un estilo definido, vigorizado por un repertorio de indudable cubanidad. A principio de los cincuenta arriban por primera vez a La Habana y se presentan en el club La Selva y en la Asociacion Jovenes del Vals. Su peculiar estilo de tocar llama la atencion por contener un estilo diferente, algo "rumboso", con un "sabor a provincia" que les procura un contrato en la emisora Radio Progreso y posteriormente las grabaciones de los primeros titulos para la firma discografica RCA Victor: El agua de clavelitos, Mentiras criollas, Tres lindas cubanas y Mambo, mambo, publicados estos disc os de 75 rpm ya con el nombre de Orquesta Aragon. En agosto de 1955 la Orquesta Aragon en pleno decide radicar definitivamente en la capital cubana. En ese ano se consolida su estilo interpretativo y, a partir de varios programas de radio, television, asi como de las grabaciones discograficas, ganan con rapidez el reconocimiento del publico nacional. Los nuevos acetatos traen: Los tamalitos de Olga, Cero codazos, cero cabezazos y Pare cochero; canciones recurrentes en toda la isla que de San Antonio a Maisi baila alegre los sonidos de la Aragon en visperas del triunfo revolucionario. Y en eso llego Fidel Cuando Fidel y sus barbudos entran a La Habana la Orquesta Aragon se encarga de ponerle musica de fondo a todas las actividades publicas del Partido. Amenizan programas de radio, participan en television, en fiestas bailables y su popularidad sube como la espuma. El pueblo canta cada tema como si de pequenos himnos se tratara y entre esa batalla de compromisos llegan, ya comenzados los sesenta, al espectaculo Music Hall de Cuba con el que recorren algunos paises del bloque socialista destacando las actuacio nes en la Sala Tchaikovski de Moscu. La promocion que alcanza la Aragon via el naciente Ministerio de Cultura les hace tocar escenarios variados. Viajan a Panama, Venezuela, Guatemala, Estados Unidos y regresan al viejo continente para triunfar en el mitico Teatro Olympia de Paris. Tras un lustro de ardua labor en el ambito cubano y de actuaciones en algunos paises socialistas, la decada de los setenta la reciben en Japon haciendo grabaciones discograficas y de videos, trabajando en actividades de promocion cultural como el de la Expo 70 de Osaka, y recorriendo el interior del oriental pais por alrededor de 20 ciudades a teatro lleno que al termino les merece el reconocimiento gubernamental y encendidas criticas a favor. Aragon por siempre En los anos siguientes, los rumbos del cha-cha-cha lucen firmes con la Orquesta Aragon como segunda fuerza musical, despues de Jorrin, aun cuando los acelerados anos setenta, con su musica electronica, el rock y el predominio de la salsa, presuponian su decadencia. En esos tiempos, temas como Los tamalitos de Olga. El jardinero de amor, Senor juez, Sabrosona y El bodeguero se escuchan en versiones salsosas de Larry Harlow, Johnny Pacheco, Ray Barreto y Oscar DLeon, lo que crea en torno de la orquesta cubana una especie de aureola, de mito refulgente que le acarrea mas y mas adeptos y, por supuesto, cantidad de llamados a tocar en las mas inimaginables regiones del mundo. Asi es como en los ochenta llegan al continente africano, donde recuperan tradiciones y variantes musicales, de reminiscencia ancestral, que incorporan a su sonoridad logrando creaciones tales como La Chaonda, un cha-beat africano autoria de Alejandro Tomas Valdes, cellista del conjunto, con lo que demuestran capacidad para enfrentar los nuevos tiempos sin perder la raiz. La Aragon continua un periodo de creatividad y trabajo ascendente. Todo parecia marchar bien, pero el viernes 13 de agosto de 1982 fallece en un accidente automovilistico su director Rafael Lay. Tras la consternacion y repercusion interna, la orquesta en pleno decide que Richard Eges ocupe la direccion. Fiel a la tradicion, el flautista y compositor continua con la labor de su amigo y maestro. Sin embargo, tras un importante periplo de giras nacionales e internacionales. Eges decide, en 1984, dejar la agr upacion para emprender un proyecto personal y es entonces cuando la responsabilidad de la direccion cae en manos de Rafael Lay hijo. Joven talento, que lo heredo del padre, que ahora tiene como obligacion continuar con la leyenda de una orquesta que sigue siendo patrimonio de la musica popular cubana. .