SECCION INF. GRAL. PAG. 10 CABEZA: Una reformulacion del Materialismo Historico (Segunda de tres partes) CREDITO: LUDOLFO PARAMIO* En el segundo aspecto las cosas son mas complejas. Cohen trata de mostrar que son formalmente legitimas las siguientes tesis de Marx: 1, las fuerzas productivas es decir, los recursos productivos materiales de la sociedad tienden a desarrollarse a lo largo de la historia; 2, la naturaleza de las relaciones de produccion la organizacion del proceso productivo en funcion de la propiedad de los medios de produccion en una sociedad concreta se explica por el nivel de desarrollo que han alcanzado en ella las fue rzas productivas; y 3, la estructura economica termino que para Cohen se refiere solo a las relaciones de produccion, es decir, a los aspectos sociales y no materiales de la produccion explica a su vez la supraestructura de una sociedad, es decir, el conjunto de las instituciones no economicas de esta. Conviene subrayar que la objecion mas frecuente contra estas tres tesis de Marx proviene de la existencia de contraejemplos. Los antropologos pueden citar abundantes sociedades primitivas que no muestran el menor afan por desarrollar su productividad, contentandose por el contrario con la satisfaccion a un nivel muy bajo de sus necesidades materiales. Y cualquier historiador o sociologo puede poner ejemplos de sociedades, pasadas o presentes, en las que la cultura o la forma de Estado son copias de las exis tentes en otras sociedades mas desarrolladas, pero que se adecuan mal tanto a su propio nivel de productividad como a las relaciones de produccion existentes en ellas. Adelantando un razonamiento posterior, propongo entender las tesis de Marx (en la version de Cohen) como leyes tendenciales, a las que no afectan la existencia de anomalias, sino la capacidad de estas anomalias para consolidarse como realidades historicamente prolongadas. Si se acepta posponer el problema de la interpretacion empirica de las tres tesis, podemos abordar el problema de la validez de su legitimacion formal. Como se decia anteriormente, Cohen busca legitimarlas como leyes consecuenciales, en que el efecto postivo de su cumplimiento (sus consecuencias positivas) lleva a su efectivo cumplimiento. Este es un ejemplo de explicacion funcional: un rasgo de un organismo o de una cultura se intenta explicar por su funcion positiva para ellos. Aunque la explicacion funcional ha sido siempre acogida con bastantes precauciones, la critica mas interesante que se le ha formulado a Cohen es la de Jon Elster (Elster, 1982), que motivo una notable polemica (Cohen, 1982; Van Parijs, 1982). Las leyes (o enunciados legaliformes) de Cohen pueden responder a falsas correlaciones, empiricamente observables pero que no manifiesten una verdadera relacion causal. La unica forma en que pueden pasar de la mera legitimidad formal a la validez empirica es la definic ion de los mecanismos causales que explican la existencia de la correlacion. Dicho de otra forma: ¨por que causa si el desarrollo de las fuerzas productivas tiene consecuencias positivas debemos esperar que se de y se generalice? Curiosamente, se puede pensar que la respuesta a esta interrogante depende de lo que definamos como consecuencias positivas. E intuitivamente Cohen y Elster coinciden en entender como tal la capacidad adaptativa darwiniana para sobrevir en un mundo competitivo: es positivo para una sociedad lo que aumenta sus posibilidades de sobrevivir, no necesariamente lo que hace a sus miembros mas felices o mas libres. Supongamos que abordamos el problema desde esta perspectiva y consideramos los tres tipos de mecanismos que propone Cohen. El primero es la accion intencional: alguien (la clase dirigente, el Estado o un nuevo grupo ascendente) introduce deliberadamente los cambios por esperar de ellos consecuencias positivas. Por ejemplo ,el Estado aumenta el desarrollo tecnologico para competir en el mercado mundial, o un sector de la elite gobernante lleva a cabo la transicion de un regimen autoritario a un regimen democ ratico para evitar el riesgo de un colapso politico y social una vez que el desarrollo economico ha creado una sociedad moderna. Ademas de esta accion intencional, Cohen propone otros dos mecanismos a los que denomina darwiniano y lamarckiano. Se podria hablar en uno de seleccion natural y en el otro de seleccion cultural. Las instituciones economicas (las empresas, o las relaciones de produccion) serian naturalmente filtradas por la competencia en un mercado capitalista, por ejemplo. Eso seria seleccion darwiniana, mientras que tendriamos seleccion lamarckiana cuando el Estado se adaptara a cambios en la sociedad que impiden el mant enimiento de estructuras anteriores. En rigor, los tres mecanismos se reducen a dos: accion intencional y seleccion estructural. Es decir, que las posibilidades son que un sujeto introduzca cambios sociales adaptativos o que estos se produzcan por prueba y error, generalizandose cuando solo sobreviven las sociedades en que se han dado estos cambios a tiempo. Y no son mecanismos metodologicamente excluyentes: lo esperable es que la accion intencional sea el intento de algun agente de utilizar la experiencia anterior de ejemplos positivos o nega tivos de seleccion estructural. En este sentido, la adaptacion lamarckiana seria intencional: a traves de algun mecanismo de representacion social (democracia) cambiaria el personal politico gobernante adaptandose asi el Estado a los cambios sociales, o bien (en un Estado autoritario) un sector de la elite gobernante optaria por transformar el Estado a la luz de experiencias catastroficas de seleccion estructural que mostraria la inviabilidad de mantener la anterior forma del Estado. Pero en el planteamiento hecho hasta ahora solo aparece como rasgo positivo de adaptacion funcional la capacidad de una sociedad para sobrevivir en competicion con otras. Con ser este un aspecto insoslayable de toda la historia conocida, no agota, sin embargo, las posibles definiciones de adaptacion positiva, y se puede introducir un segundo aspecto: el refuerzo del equilibrio interno de una sociedad dada. Este equilibrio puede entenderse en cuanto capacidad tanto para evitar el conflicto como para enfrenta rlo coercitivamente, y una vez mas se puede distinguir entre acciones intencionales de refuerzo y filtros estructurales que tienden a aumentar el equilibrio interno. Si el modelo mas simple de filtro estructural que selecciona las soluciones mas competitivas es la seleccion natural darwiniana, el modelo de refuerzo no intencional puede buscarse en la cadena absorbente de Markov: una estructura en la que existe un estado de equilibrio, siendo nula la probabilidad de abandonarlo una vez alcanzado y mayor que cero la de alcanzarlo partiendo de un estado distinto. Dadas unas condiciones de contorno estables, y contando con el tiempo necesario, el sistema alcanzara inevitabl emente el estado de equilibrio. En este esquema mas amplio tenemos dos variables (competitividad exterior y equilibrio interno) y dos tipos de mecanismo (accion intencional y filtro estructural) que pueden conducir a la explicacion del cumplimiento de los tres enunciados consecuenciales de Marx-Cohen. Pues la sociedad que obtiene ventajas comparativas en una o las dos variables tiene mayor capacidad de sobrevivir ante un entorno darwiniano o ante los conflictos internos. Se puede hacer la hipotesis de que la combinacion optima de ventajas em ambas variables se obtiene cuando una sociedad cumple los tres enunciados legaliformes, y se torna en consecuencia especialmente capaz de sobrevivir (para un mismo tiempo historico) frente a otras. Este es claramente el caso de las sociedades altamente desarrolladas, con economias de mercado y Estados democraticos con alta capacidad redistributiva. En un contexto de sociedades pretecnologicas, una sociedad sin desarrollo productivo puede sobrevivir largo tiempo, pero en competencia con sociedades desarrolladas sucumbira en breve plazo; por ejemplo, las culturas indigenas en America, pese a las notables diferencias que se pueden observar entre la cultura incaica y las culturas nomadas de America del No rte, ante la llegada de los europeos. De la misma forma, a iguales niveles tecnologicos la existencia de una economia de mercado ofrece ventajas comparativas (Europa a partir del siglo XVI frente a China, el Occidente capitalista frente a la Union Sovietica en el siglo XX). Y la existencia de un Estado democratico parece ofrecer mayores garantias de estabilidad interna frente al conflicto interno (en situaciones de crisis economica, por ejemplo) que la persistencia de regimenes autoritarios, lo que podria e xplicar el colapso de las dictaduras latinoamericanas en la decada de los 80. Es curioso observar, aunque esto quede fuera de la argumentacion principal, que mientras la primera variable (capacidad para competir en un entorno darwiniano) apunta a los aspectos mas oscuros del mundo en que vivimos, esa fase final de la prehistoria de la que hablaba Marx, la segunda variable, el mayor equilibrio interno, remite a lo que podriamos llamar progreso civilizatorio: la mayor estabilidad de sociedades con un Estado representativo y cierta integracion social significa que una sociedad que manti ene una dinamica de progreso material dentro del marco de ciertos ideales morales compartidos es mas solida que aquella que descansa en la dominacion desnuda o en una desigualdad consagrada por la tradicion, pero que se puede hacer explosiva si la tradicion es quebrantada por cambios inesperados o/e indeseados. * Dirigente del PSOE y director del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (CSIC, Madrid) .