PAG. 37 SECCION: CULTURA CREDITO: RICARDO POHLENZ CABEZA: La maquinaria automotriz a) Cuando Fritz Lang hizo Metropol LA MAQUINARIA AUTOMOTRIZ Proglomenos para una metafisica de las maquinas automotoras con motor de explosion: a) Cuando Fritz Lang hizo Metropolis nunca penso que sus premoniciones postindustriales, enmarcadas en esa sombria belleza que proveia la estetica expresionista, fueran convertidas en un sueno (e incluso la exaltacion de el sueno) por Henry Ford, quien obsesionado por la multiplicacion penso que los automoviles, esos objetos que hasta ese momento eran la cumbre de un matrimonio entre lo artesanal y la ingenieria, podian ser tan comunes y tan identicos entre si como dos latas de sopa Cambells. Prostituir un objeto, si se le toma desde un punto de vista axiologico, es desvirtuarlo. Pero, Ļa quien le interesa la nocion de valor si este no es metalico? En un sentido economico resulta ser otro gran sueno americano conocido como el hit the jackpot (que en castigo es pegarle al gordo, pero en serio, sin metaforas televisivas). Para Henry Ford, el sentido ultimo que podia tener un empleado era el de un engranaje. No le causo demasiada gracia Tiempos modernos, y de seguro debe haber celebrado cuan do McCarthy persiguio a Charlot (aunque Chaplin no fue monedita de oro, ni aunque este fuera una quimera con zapatos de entremes). b)Pensar un automovil es pensar, digamos, un Betley. c) Hay dos modos de percibir un Rolls Royce como objeto. En primer instancia queda situado ante el sujeto como la proyeccion falica por excelencia (los aviones suponen una escala mayor en este sentido, aunque, en esencia, no sea de muy buen gusto). Poseer un Rolls Royce es entronarse en el imperactivo categorico moral de los que pueden y tienen. En segunda instancia, considerando una estetica futurista moderada (que seguramente Marinetti reprobaria), un Rolls Royce es equiparable con la Victoria de Samotracia por el hecho de que cada Rolls Royce es un objeto unic o, entranable, vivo, producto del amor del hombre con la maquina. Lo que en consecuencia, dentro del mercado artistico, siempre cotiza con unos cuantos ceros de mas a la derecha. Segun el filme El Rolls Royce amarillo, tendra que ser un ingles (en este caso, Rex Harrison) quien pueda valuar la adquisicion de un Rolls en su verdadera dimension espiritual y tendra que ser un americano (es decir George C. Scott) ganster para colmo, quien lo adquiere porque esta ahi y porque su concubina se lo pide (hay que anadir que el ganster, en su ignorancia automotriz, resulta mucho mas sensible que un Henry Ford). ch) En la proxima emision del diccionario de la Academia, la palabra chasis no aparecera en este aparato. d) Usted no tiene una maquina automotriz, usted tiene un vehiculo automotor. .