PAG. 30 SECCION: DEPORTES CABEZA: FERNANDO MARCOS COMENTA La palabra francesa potpurri significa, literalmente hablando, "olla podrida", en la cual se mezclan toda clase de elementos. Buenos y malos, cuya conjuncion le da al platillo un sabor especial. Asi es nuestro futbol, espero que solo por poco tiempo. En efecto, mezclemos en un recipiente a la temperatura que usted desee al America, al Cruz Azul y al Guadalajara... Calentemoslo al bano Maria y luego mezclemos con ellos al Correcaminos, a los nuevos Gallos Blancos y, muy provisionalmente (eso espero) al Monterrey y a los Tigres. Ya que haya soltado el primer hervor, a cargo del cocinero, es decir, del aficionado, pongamos en la olla al Puebla, al Morelia, al Atlante y al Necaxa (productos de temporada) y dejemosle hervir. Al soltar el primer hervor, y para darle un poco de un viejo sabor por ahora muy escaso, pongamos al Toluca. En este mometo esperemos a que los Pumas esten bien maduritos y en tanto pongamoslos como la cereza del pastel o el toque sazonado del platillo. ¨Y que tendremos? Nos falta un doble ingrediente: la television para cohesionar el producto y, en vez de sal, usemos a comentaristas principiantes o venales para darle un saborcito amargo. El resultado final sera un platillo que en cualquier lenguaje se conoce con el nombre de TELEFUTBOL. Otros cocineros intentamos variar la receta. Pero eso exige un tratamiento especial de sus ingredientes, con el objeto de que todos ellos, y no solo algunos, sean de primera calidad. Para eso hay una receta: vocacion, talento y continuidad. El platillo bien hecho, cuando se ha consumido, deja un sedimento muy buscado por todos: dinero en abundancia. Pero el dueno del restoran -escrito en espanol- ha nombrado a un chef de cocina, especialista en ensaladas -segun el- pero productor obsesionado por la variante diaria. Es decir, cada vez produce una ensalada distinta, que solo se sirve una vez y luego se cambia por otra y asi sucesivamente. Esto nos lleva a concluir que ni siquiera produce el chef una buena ensalada. No obstante eso, el dueno del restoran esta empenado en ganar dinero y cambia los terminos de todo negociante: tener un buen producto para hacer dinero en tanto que el quiere ganar dinero para, eventualmente, vender un buen producto. El resultado es, en ocasiones muy notorias, el desden del comprador por el mal producto que le ofrecen. Por ejemplo, hemos estado practicamente mendigando nuestro ingreso para jugar la Copa America. No se crea usted, nuestras gestiones duraron mas de veinte anos y por fin nos dijeron: "Bueno, pueden venir pero condicionalmente". Dos condiciones: una, solo cuando el organizador lo crea conveniente. Dos, jugar siempre contra el organizador para abrir el torneo y que nos salgamos pronto, mientras mas pronto mejor. Una vez algo paso: calificamos despues de una actuacion bastante lamentable en la cual solo ganamos uno de los tres o cuatro partidos -no lo recuerdo bien ahora- que jugamos. Solo que nuestos rivales lo hicieron peor y pasamos. Vencimos en segunda ronda y, a la hora de la verdad, frente a un equipo que ese dia era inferior, nos quitaron la satisfaccion del titulo de vencedor. Ahora, con un hombre de talento, mexicano por adopcion, viaja a la Arabia de Omar Kayan, de Las Mil y una Noches, para una presentacion de la ensalada en turno y nos hacen debutar y tambien conta el organizador. Yo creo que este, y muchos problemas mas, podran subsanarse cuando el dueno del restoran sean todos y no uno o dos personajes; cuando el chef de cocina vaya hacer ensaladas al Turkestan o por ahi, y hagamos simplemete una Federacion mandada por alguien que conozca y ame al futbol y en la cual democraticamente, cada club tenga un voto y lo haga valer. Como en Las Mil y una Noches, dejo pendiente terminar el cuento... .