PAG. 29 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: COORDENADAS CABEZA: Crisis de civilizacion CREDITO: IKRAM ANTAKI Las sociedades occidentales ya no se ven, de manera clara, en el espejo del futuro. Parecen habitadas por el desempleo, ganadas por la incertidumbre, perturbadas por el choque de las nuevas tecnologias, asentuadas por la mundializacion de la economia, preocupadas por la degradacion del medio ambiente y deprimidas por una corrupcion proliferante. Ademas, la vecindad de las guerras etnicas, particularmente la de Bosnia, cubre estas sociedades con un sentimiento de nausea, a la vez que de remordimiento. En aqu el sombrio contexto ¨como evitar que la civilizacion se hunda en la fascinacion del caos? El conjunto de los aspectos intelectuales de la civilizacion occidental, parece agonizar. Las sociedades han llegado a un punto de bifurcacion en que faltan las referencias. Dice Edgar Morin: "Entramos en una epoca en que las certidumbres se desmoronan. Las grandes bifurcaciones historicas no han sido aun definidas. No sabemos donde vamos. No sabemos si habra grandes regresiones, si no van a desarrollarse guerras en cadena. no sabemos si un proceso civilizador llevara con el una situacion planetaria mas o m enos cooperativa". El futuro es sumamente incierto... Resulta infantil recordar, hoy dia, la ola de esperanzas que habia seguido los eventos de la segunda mitad de 1989. Era la epoca en que Vaclav Havel declaraba que "la historia y la moral se habian reconciliado", pensando que habia llegado, por fin, la hora de construir una sociedad basada sobre las virtudes democraticas, sobre la etica y las responsabilidades, en la cual lo esencial ya no seria el provecho y el poder, sino el sentido de comunidad y el respeto hacia el otro. Pero la fracional explosion de l os nacionalismos, el vertigo de los despedazamientos y el huracan de los odios, acabaron por vencer lo que quedaba de las ideas generosas que habian iniciado el siglo. Habia sido inaugurado regiamente por Freud, Kafka, Gide, Sartre, Camus..., constituyentes de una fuerte cultura europea, basada sobre el mestizaje y el encuentro. Uno nacia en Budapest, residia en Viena, escribia en aleman, hablaba el hungaro.... En la ex Yugoslavia, se han desencadenado barbaries y sadismos que impusieron, de nueva cuenta, la gran pregunta de la condicion humana. Todo parece querer demostrar la derrota de las Luces y la impotencia para evitar la tragedia. Lo que pasa en Bosnia nos obliga a pensar que ninguna civilizacion puede lograr su sobreviviencia, si tiene sus fundamentos en la indiferencia hacia el crimen. Ya nadie habla aqui de las concepciones tradicionales de "derecha" y de "izquierda". Aquellas parecen haberse vuelto vac ias de todo sentido, y raros son los que aun perciben el nacimiento de nuevos suenos colectivos: la mayoria parece, mas bien, presa del desencanto. Desconfiados hacia las grandes instituciones (Parlamento, justicia, policia, escuela, medicina, medios), siguen sufriendo por la herencia de esta extraordinaria busqueda del dinero de los anos 80, que habia literalmente podrido todo el cuerpo social. Demasiados cambios sacuden el orden del mundo. Todo esta por reformularse y para repensarse. Asi, ¨como reconciliar la solidaridad confrontada con la vuelta del nacionalismo? Y ¨acaso no seria esta moderna utopia de la construccion europea una creatura de la vieja guerra fria? A todo ello se va agregando la recesion economica. La logica del mercado y la busqueda del provecho maximo producen desempleo, pauperizacion, degradacion de la calidad de vida, amenazas sobre los sistemas de proteccion social y sobre la creacion cultural. Descubrimos, de repente, que el exito economico entra en contradiccion con la democracia, ya que "el proposito de toda transformacion social es la felicidad de los individuos, no la realizacion de las leyes economicas inelectuables" (Raymond Queneau). Frente a tantos desordenes incomprensibles y tantas amenazas, muchos creen asistir a un eclipse de la razon, y se refugian en una imagen irracional del mundo. Las sectas fundamentalistas se multiplican, asi como los movimientos milenaristas. Si ya no hay bases para las certidumbres colectivas ¨por que entonces no tratar de presionar al destino, como sea y con lo que sea? En este periodo de crisis, la felicidad se siente como una cantidad finita. Lo irracional gana tambien en el terreno politico. Mientras que la television pervierte el concepto mismo de realismo y alimenta la irracionalidad. Todo aquello no deberia ser una sorpresa. Ya hemos conocido algo parecido durante la gran depresion de principios de los anos 30, momentos en que los mitos arcaicos resurgieron con un dinamismo esencialmente instintivo y emocional. La derrota del modernismo, la crisis economica, el desencanto social y la aspiracion identitaria habian provocado, entonces tambien, el stress, favoreciendo una suerte de fascinacion por lo irracional, que capitalizo la extrema derecha. Aquella atmosfera propicia al nazismo habia sido denunciada tanto por Thomas Mann en Literatura, como Fritz Lang en el cine. Pero mientras que aquellos militantes pensaban que era posible conciliar la modernidad con un sentido del compromiso, el clima actual de pesimismo favorece el individualismo. Puestos ante la alternativa clasica de escoger entre el Narciso y el Prometeo nos quedamos con la intermina ble agonia del Titan. ¨Que hacer? El reflujo de las ideologias que habian estructurado la reflexion durante mas de un siglo, nos ha dejado huerfanos. La totalidad de las practicas sociales tienen que ser rearmadas sobre bases radicalmente nuevas, que permiten casar al individuo con la sociedad ¨Como? Aprendiendo a pensar la complejidad. No existe otra perspectiva para lograr tener alguna brujula nueva, a fin de orientarse en medio de tantos destrozos. .