PAG. 9 SECCION: CULTURA CINTILLO: Semblanza CABEZA: RANDY SHILTS, LA BATALLA CONTRA EL SIDA Y LA DESINFORMACION CREDITO: Hace dos meses Shilts publico Conduct Unbecoming, un oportuno libro que detalla como la comunidad gay ha sido cazada y asolada, algunas veces hasta la muerte, por el ejercito estadounidense. Pero el trabajo por el que Shilts sera recordado es And the Band Played On: Politics, People and the AIDS Epidemic. Publicado en 1987, el libro sigue siendo el estudio mas poderoso y meticuloso sobre la plaga que se ha escrito hasta la fecha. Pero tambien es una denuncia condenatoria de los problemas estructurales e ideologicos que aislan y mutilan los medios de comunicacion modernos, especialmente en cuanto a su celebrado ideal de objetividad. En febrero, Shilts confirmo publicamente lo que muchos habian sospechado desde hace tiempo: ha sido atacado por el Sida. Ha sufrido un ataque en el pulmon y sus amigos y colegas l o han ayudado a terminar Conduct Unbecoming. Supo que era seropositivo, dijo Shilts, el dia que termino And the Band Played On.... No habia revelado su enfermedad antes porque, dijo, "todos los escritores gay que son seropositivos terminan siendo activistas por el Sida: yo queria seguir como reportero". Y asi lo ha hecho. Shilts se ha inmerso en la politica, el gobierno, el trauma y la muerte durante mas de una decada. La suya ha sido la historia definitiva -y en ocasiones la unica- de una catastrofe que perseguira al mundo por generaciones. Ningun otro periodista de los grandes medios ha dado la alarma con tanto dramatismo, ni ha capturado las dimensiones de la tragedia del Sida tan acremente o enfocado su atencion hacia el retraso del gobierno, las estupideces de la investigacion establecida y la intriga institucional. Muchas muertes por Sida, ha argumentado Shilts, pudieron evitarse; y ha senalado que los medios de comunicacion han sido responsables en parte. "Creo que el tratamiento ligero y superficial de los medios sobre los aspectos de prudencia ante la epidemia representa uno de los capitulos mas oscuros en el periodismo estadounidense", dijo Shilts en una entrevista hace varios anos. El San Francisco Chronicle contrato a Shilts en 1981 para cubrir la brotante comunidad gay y lesbiana en esa ciudad, uno de los enclaves mas grandes, abiertos y florecientes del mundo. Al contratarlo, el periodico dio un paso radical -ningun otro diario de gran prestigio habia contratado un reportero abiertamente gay para que cubriera publicamente una comunidad gay. El Sida exploto justo enmedio de la nueva mision de Shilts, en el momento preciso cuando el consuelo de la persecucion y la vergenza parecian estar a la mano de hombres y mujeres gay. Mucho antes de que la historia fuera considerada de manera significativa en cualquier otra parte, el escribia historias y columnas sobre la enfermedad y las respuestas de los gobiernos estatal y federal al respecto. Como dice en la introduccion de And the Band Played On...: hubiera sido reportero del San Francisco Chronicle, el unico diario en Estados Unidos que no necesito de una estrella de cine para ocuparse del Sida y considerar la epidemia como una noticia legitima que merecia ser cubierta. And the Band Played On... se desborda con retratos poderosos de individuos atrapados en un drama que los empequenecio: hombres jovenes para quienes la liberacion sexual fue una declaracion politica, observadores medicos que freneticamente rastrearon la plaga y se dieron cuenta del horror que se avecinaba, doctores desvalidos que observaban a sus pacientes debilitarse y morir, lideres gay agonizantes renuentes a perder su libertad sexual ganada con tantas dificultades, funcionarios de la salud atrapados entr e los grupos homofobos y los grupos gay politizados, reporteros indiferentes, burocratas federales politiqueros, un liderazgo politico nacional que consideraba que el Sida y la gente que lo habia contraido no debian ser mencionados. Aunque el Sida ya etaba asolando a las comunidades gay hacia 1987, And the Band Played On... golpeo a la prensa como una bomba. El New York Times lo llamo "heroico". El Boston Globe dijo que en poder e intensidad emulaba A Sangre Fria. Newsweek lo describio como "abridor de cami nos". Sin embargo, la respuesta ampliamente entusiasta de los medios dejo sin examinar una de las premisas centrales del libro de Shilts. Si And the Band Played On... era tan grandioso, špor que los periodicos no lo habian escrito antes? La respuesta esta en el centro de la forma en la que trabaja -o no- el nuevo periodismo. Por cualquier definicion, el advenimiento del Sida fue una de las historias mas obligadas en los tiempos modernos. Contaba con todos los criterios para una historia que normalmente los medios se hubieran aprestado a cubrir: intriga, celebridad, politica, misterio medico, sexo, tragedia innombrable, enfermedad y muerte. Cualquiera de estos elementos produciria peliculas semanales y reportajes en los diarios. Sin embargo, pasaron por los menos cinco anos antes de que la muerte de Rock Hudson en 1985 llevara a la creciente epidemia a las paginas principales y las noticias televisivas. "Durante mucho tiempo los periodicos y la television evitaron la discusion de la enfermedad, hasta que la cuota de muerte fue demasiado alta para ser ignorada", ha escrito Shilts. "Sin que los medios cumplieran su papel como guardianes publicos, todos fueron abandonados para enfrentarse -y no- con el Sida como pudieran". Shilts es un buen reportero, pero otros bien pudieran haber sido pioneros en la historia del Sida. Lo que estremece acerca del trabajo de Shilts no es que sea trascendente sino que es muy convencional. Su escritura es realista, anecdotica, manejada con estadisticas, un estilo comun en el periodismo actual. A pesar de la pasion y fuerza de sus argumentos, Randy Shilts ha insistido en definirse como un periodista que es gay en lugar de un gay que es periodista. Se ha negado a seguir cualquier dogma. Ha acusado a los lideres gay de anteponer la politica a la responsabilidad cuando la enfermedad comenzo a esparcirse y ha atacado el "balconeo" -la exposicion involuntaria de prominentes figuras publicas gay- por ser algo cruel y hostil. Al definirse a si mismo de manera tan independiente, Shilts continuamente ha ab razado las mas altas (pero menos convencionales) tradiciones del periodismo. Tambien ha luchado por mantener su distancia del activismo. Pero esto no siempre ha sido posible. Al dia siguiente de que otro amigo murio por la enfermedad, escribio en Squire en 1989: "Vole a Boston para empezar una gira de promocion de mi libro con el corazon rasgado entre la ira y el dolor. Toda la semana, mientras me conducian hacia mis apariciones en Good Morning America, Larry King Live y varios programas de la CNN, me la pase pensando: todo va a romperse. Voy a estar en un programa de television con los voceros oficiosos de los programas de salud del gobierno que mienten para proteger su trabajo y voy a empezar a gritar Mentiroso, hijo de la...! šNo sabes que hay gente, gente real, gente a la que amo que esta muriendo?". Hacia el final de la gira, Shilts el periodista finalmente estaba sobrecargado. Recibio varias llamadas durante un programa de radio en las que le dijeron que los impuestos no deberian ser usados para ayudar a gente enferma debido a sus propios delitos. Otros agregaron que no les importaba si "morian todos esos maricones y drogadictos". Para entonces, recordaba Shilts, "yo gritaba: Fanatico estupido! Dios, solo quieres matar a todos los que no te gustan... nazi!". La anfitriona del programa se quedo pasmada , en silencio; habia escuchado que yo era muy racional". El hecho de que Shilts no se diera cuenta de que habia estado gritando todo el tiempo es un testimonio de la fuerza de la mordaza periodistica. Por eso su trabajo sera recordado mucho tiempo despues, cuando muchos de sus colegas sordos se hayan desvanecido para siempre en las bases de datos de las computadoras. Traduccion de Xavier Quirarte. Tomado de Rolling Stone, 1993. .