SECCION CULTURA PAG. 13 BALAZO: Cronos y Cromos CABEZA: El arte popular del calendario mexicano CREDITO: MERRY MAC MASTERS >Cronos y cromos, una seleccion de 182 calendarios de la Coleccion Hermanos Sabinas, de Esperanza, Puebla, que se expone en el Centro Cultural Arte Contemporaneo -y permanecera ahi hasta el 20 de febrero-, a la vez que recupera esta forma de arte popular, tambien rescata firmas como Eduardo Catano, J. Bribiesca, J. Nieto Hernandez, Alfredo Gonzalez, J. Sadurni, Armando Drechsler y, el mas conocido, Jesus de la Helguera. El calendario mexicano tiene su antecedente en los almanaques impresos a partir de 1826 por Mariano Galvan, y que, a su vez, es la quintaesencia de las ofertas editoriales de la epoca, una fuente de informacion y entretenimiento, "la alacena de frioleras, donde la senora y la senorita, el clerigo y el viajero, podran encontrar desde los detalles nimios de un ajuar hasta las reflexiones de mayor hondura metafisica". Sin embargo, una de las mas provechosas pedagogias se puede describir como Patria Ilustrada, es decir, el conjunto de imagenes y convenciones discursivas que tuvieron a su cargo la representacion de la nacionalidad de un pais en trance de integrarse y de conocerse a si mismo. La Patria Ilustrada de los almanaques decimononicos es en gran medida herencia de los cromos calendaricos del siglo XX. Los tiempos cambiantes son adversos al clero y propicios a las guerras civiles y a las invasiones extranjeras. A la gloria de los santos y las inmaculadas ha seguido la memoria mundana de los civiles y en sus nuevos tratos hay un nuevo lenguaje, una nueva envoltura entre sus ansias y la ampliada lista de sus satisfactores: la publicidad. Segun apunta Alfonso Morales Carrillo -en el catalogo de Cronos y cromos-, si los sabios almanaques fueron lectura familiar, los resplandecientes cromos de los calendarios litograficos devendran galeria del hogar, obsequio para los ojos populares, jingle con paisaje que se contemplara y nos contemplara a lo largo de los 12 meses del ano, en los muros de loncherias y figones, en las modestas salas y en las apretadas recamaras donde la familia se rehace de sus fatigas, en los mil y un reductos de un mundo ruidoso y competido. En Cronos y cromos las fechas de los calendarios abarcan desde 1924 hasta 1993, no obstante, el grueso de la muestra abarca tres decadas a partir de 1960. Al respecto, Morales Carrillo afirma que de los anos 30 -mayoritariamente campiranos- a los 50 -presumidamente urbanos- el cromo calendarico mexicano es un encargo artistico a cuenta de las marcas de prestigio y una obligacion anual para las negociaciones que se precian de su honorabilidad, renombre y atencion personal del propietario. Agrega que la mejor epoca para los cromos mexicanos del presente siglo tiene que ver con este trato directo entre clientes y propietarios. Ademas, la insistencia nacionalista de la mayoria de los cromos de los anos 30 y 40 responde propagandisticamente a las politicas gubernamentales que apuestan por una industria propia; eligen la sustitucion de importaciones como via y aprovechan la enorme oportunidad que ofrece el contexto de la Segunda Guerra Mundial para propiciar el crecimiento del aparato productivo. Su goce tiene que ver menos con el arte o con la estetica y mucho mas con la felicidad. Jesus de la Helguera (1910-1971) realizo estos aguinaldos (entiendase como regalo que se da en Navida) de La leyenda de los volcanes, tal vez su imagen mas conocida, El flechador del Sol, Flor de Luna, El rebozo, Volvere, Unidad, prevision, trabajo, haran la grandeza de Mexico y San Jorge vencio al dragon, en donde las facciones de las mujeres oscilan entre las de una espanola -madrilena o cordobesa- y las de una actriz de alguna pelicula de Juan Orol, delatando el hecho de que el chihuahuense paso 20 anos en la Peninsula Iberica. .