SECCION CULTURA PAG. 9 BALAZO: Memorias urbanas CABEZA: CREDITO: Elena Poniatowska (Primera parte) o a caballo, en burro o en mula, eran dos horas o mas de ida o de vuelta, segun el humor de la bestia transportadora. Ahora tambien se llegan a hacer dos horas de Chimalistac al centro en automovil, combi o autobus y 25 minutos en Metro si los usuarios no se lo llevan a uno en vilo en la estacion de Pino Suarez a la hora de mayor afluencia, lo cual obviamente apresura el viaje, a veces, al otro mundo. El Centro Historico de Condumex abarca todo el costado sur, al lado izquierdo si se entra por la pequenisima calle San Angelo, al derecho si se entra por San Sebastian. San Sebastian es mas milagroso que Alvaro Obregon, quien murio asesinado a diez pasos, en el restaurante del parque de la Bombilla, su pechuga de pollo en mole negro de Oaxaca a la mitad del plato blanco y el tenedor clavado en el trocito achocolatado que pensaba llevarse a la boca. San Sebastian aun conserva muchos fieles, muchas senoritas que quisieran sacarle las flechas, curar sus heridas; en cambio, a Obregon la perdida de su brazo no parecio afectarle demasiado y dice mi tia Bichette Amor, quien bailo con el en el Country Club, que lo hacia con galanura. Sin embargo, don Alvaro tiene menos clientela que San Sebatian. A nadie parece atraerle ese gran mausoleo art-nouveau que nunca tuvo un difunto para cobijar, al menos un difunto completo; fue levantado para conservar el brazo izquierdo del manco de Celaya. Color marfil, podia contemplars ele en una vitrina dentro de un frasco hasta que se agusano. Le salieron en la base una gran cantidad de espaguettis blancos que mas que respeto por el heroe inspiraban horror. A mis hijos, morbosos y telenoveleros de premio por sus buenas calificaciones los llevaba a ver el brazo de Obregon. . . . Esta plaza -sus habitantes y el techo que los cubre- es un pedacito de sociedad y es tambien un pedacito de literatura. Cuenta ademas con el privilegio de un pasado historico, un abolengo, un renombre. San Sebastian, asaetado bajo su capelo de vidrio, esta a su vez resguardado por un monumento colonial; una capilla del Siglo XVI con su campanario que actua como palomar. Junto a la cruz de piedra que lo corona, muchas tardes vigila una paloma. No se si sea siempre la misma o las palomas acostumbran relevarse . Todos los palomos de carne y hueso y un pedazo de pescuezo vienen a casarse los viernes en la noche, sabados y domingos a esta capilla misericordiosa con su martir atravesado por flechas. Hasta hace poco, casarse en ella significaba desembolsar un millon de pesos, o sea mil nuevos pesos, mas las gladiolas blancas, las nubes, la alfombra roja, el arroz y el cantor cuya poderosa voz llega hasta la libreria Gandhi del otro lado de Miguel Angel de Quevedo. Un bautizo, de apenas diez minutitos, cuesta 250 nuev os pesos. No es poca cosa tumbarle los cuernitos a un bebe. Lo que vale, cuesta. Federico Gamboa escribio la novela Santa sobre una mujer que no lo fue. Corre el rumor de que aqui vivio Santa, pero cuando he preguntado donde, los ocasionales informantes senalan cualquier esquina. Don Federico Gamboa, de medio busto y de espaldas al abside de Sebastian Martir, mira desde la eternidad de sus ojos de bronce, bien anudada su corbata, a los novios que ya no pueden besarse en las bancas del parque porque los vecinos decidieron suprimirlas. Chimalistac es plaza de pelicula y de television. Aq ui se filmo Santa y pusieron el grito en el cielo las damas catolicas y los caballeros de Colon. Cerca del Rio de la Magdalena, ahora entubado, los guionistas decidieron que Santa tenia su ventanal y se acodaba en el para ver el lento discurrir del agua, y escuchar, embelesada, los cascos de las mulas restallar sobre el empedrado. Hasta la alta torre de Condumex llegaban los trinos del agua, siempre rodeada de pajaros, pero en Mexico tenemos la mania de tapar los manantiales, empantanar los rios, disecar lo s lagos; al agua la traemos a mal traer, siempre la ensuciamos. En vez de echarle agua al agua, la asfixiamos. La Plaza Federico Gamboa sigue siendo el lugar predilecto de Televisa; aqui se han filmado un sinfin de telenovelas de epoca, los grandes camiones amarillos han bloqueado entradas y salidas y todos hemos corrido a ver si alcanzabamos a ver a Veronica Castro o de perdida al Loco Valdes. Actores, actrices y staff suelen comer en el jardin sentados en sillas plegadizas , y con solo rascarle un poquito pueden encontrarse huesos a ras de tierra. No se trata desde luego de jugosos huesos sexenales sino de huesos del siglo XVI, que son menos remunerativos. Divertidas memorias cortesanas, mujeres de costumbres aligeradas ya no las hay en esta plaza, a no ser las memorias nada livianas de los politicos, siempre cortesanos. La maravillosa casa en la que hoy se hospeda el Centro Historico de Condumex pertenecio a la familia Vinas, luego a la familia Pallares. Hugo Margain, secretario de Hacienda y embajador de Mexico en Washington, visitaba a su futura esposa Margarita Charles en este jardin. El Centro de Estudios Historicos de Condumex adquirio la casa entonces propiedad de los Tamm, si senores y senoras, asi como los estambres Tamm quienes ahora vienen enfrente y tienen un kinder muy concurrido al que los ninos acuden sonrientes a aprender aleman. Desde el ano de 1965, en Condumex florecen los incunables, trepan como la hiedra por los gruesos muros y acomodan su lomo vencido en los anaqueles mas altos para que nadie los alcance. ¨Que impio osaria deshojarlos? El Centro Historico tiene un ambie nte conventual, un silencio que solo rompen las campanadas de San Sebastian tocadas a vuelo por orden del parroco Rogelio Macedo, un recogimiento monastico, y me pregunto si Manuel no oficia misa. No en balde estuvieron aqui primero los Franciscanos, luego los Dominicos y finalmentes los Carmelitas que cultivaron un huerto fantastico lleno de frutos prohibidos, peras y duraznos, y no pagaban el diezmo. Los prelados no solo dejaron su nombre a las calles como el carmelita Rafael Checa, sino contagiaron a Con dumex y le han dado a sus investigadores un aire sacerdotal y a sus secretarias un encanto monjil. Condumex alberga los maximos tesoros bibliograficos. Entre las joyas de estos anaqueles se encuentra el Tornaviaje de Cristobal Colon de 1493, la Carta de Ordenanza de Cristobal Colon, Tres manuscritos de Hernan Cortes, el Codice Totomixtlahuaco, los Convenios de Miramar, Cartas de Juarez y de Porfirio Diaz y una coleccion de fotografias que se remontan al Siglo XIX donados por la familia Martinez del Rio. Dat o curioso: fueron coleccionadas por Lolita Asunsolo, que habria de convertirse en Dolores del Rio. En la actualidad, viven, en el numero 4, Neme Castillo, que le construyo a su casa la barda alambrada del salario del miedo, pero hasta hace poco, por un ventanal del piso superior podia verse que tenian prendida la tele a la hora de Maria Mercedes; Adalberto Saldana, nuestro vecino inmediato, es analista y ensayista y tiene una mujer preciosa: Rocio; Pia y Gonzalo, los vecinos mas cercanos al corazon, los mas jovenes, Pia, hija de Salvador Elizondo, Gonzalo, hijo de Gabriel Garcia Marquez, y sus dos ninos, Mateo y Emilia. Mateo, a los tres anos solia blandir en la plaza una espadita de madera y anunciar: que en todas partes es igual: unos cuentos jubilados, algunas senoritas virtuosas, algunas arrepentidas, otras no tanto. Es esta la misa de la nostalgia y la vuelta al pasado. Otras son mas aventuradas, las de las bodas de fin de semana en que las damas invitadas caminan como pollos espinados sobre el empedrado. De mucha accion y suspenso resulto la boda del domingo 5 de mazo de 1989, a las ocho de la noche. Apenas se escuchaban los primeos compases del Ave Maria de Gounod cuando seis ham pones entraron a la nave y desvalijaron de dinero y joyas a la asistencia, lesionaron a tiros a uno de smoking y finalmente escaparon en el automovil del novio. Despues de la denuncia en la Delegacion Alvaro Obregon, Manuel Camacho Solis tomo cartas en el asunto y ordeno que ya nadie se casara (no, es un chiste). Ahora la plaza esta profusamente iluminada. Sin embargo, Chimalistac sigue siendo botin de los ladrones, victima propiciatoria. El lunes 11 de enero a las nueve de la manana una senora grito: on la vehemencia de su espanto a los ladrones. En la calle de Rio, que cambia de nombre cuatro veces (Joaquin, Gallo, Rio Magdalena, Rio y Rio Chimalistac), hay violaciones, asaltos, bandas que, pistola en mano, desvalijan a los que caen en sus manos. .