SECCION CULTURA PAG. 13 BALAZO: CABEZA: Un nomadismo estatico CREDITO: Ricardo Pohlenz el que no tenga telefono, no puede denegarle a nadie una cita, por lo que su casa esta abierta a quien se asome, a quien vaya a buscarlo, al que llegue con una grabadora para formularle tal o cual pregunta; uno solo tiene que fletarse el viaje hasta alla. Por ello, resulta casi irrisorio que anuncien una entrevista con Bowles en tal o cual publicacion, y no tanto por la facilidad con que puede llegarse a el, sino porque sencillamente, no esta ahi. Bowles se escurre entre sus palabras, no se esconde, simplemente su hermetismo no esta enemistado con la cortesia. ¨De que le serviria jugar al Salinger?. Ese sentido de privacia en su persona puede percibirse porque lo deja ver pero lo tiene guardado en otra parte. Hace mas de 20 anos, Bowles se comprometio con una editorial estadounidense a escribir su autobiografia. No era algo que quisiera hacer, su vida no tenia inherencia para el papel, tal vez por el peso de la misma, o por su levedad. El caso es que tenia que cumplirle al editorial y acabo por entregarles ese manmotreto al que llamo Never stopping; un prodigioso alarde de escapismo. Claro que empieza hablando de su infancia y su temprana obsesion por las palabras, de su capacidad de sinsentido siendo que podian ser talismanicas, pero se las afana por contar lo que les pasa a todos los demas para quedarse el en la sombra. Su autobiografia es una cronica de los otros, sin ninguna clave que lo revele mas alla de la posicion de observador que ha asumido, esa misma que retrato con tanta intuicion Bertollucci al hacerlo testigo de sus personajes. Por algo Burroughs rebautizo el libro con el nombre de Never telling. La clave esta en su carencia, son los otros los que pueden revelarlo, y aun asi, se escurre como una anguila. Asi que no tienes mas que presentarse ante el y el te recibira. ¨Que es lo que quires saber? Lo que dijo de Jane ya lo transcribio Milicent Dillon en la biografia que hizo de ella. ¨Que quiere decir con sus novelas? Hay que entender primero el frio de la mirada, como puede arder sumido en la indiferencia, como producido por algo que es alterno a toda pasion, a toda accion. ¨Y que sobre la relacion con Yocoubi? ¨Y de Jane con Cherifa? ¨Que intrincados e imperceptibles hilos subyacen entre ellos? Mas alla de lo que se sabe a bocajarro, ¨que es lo que ha quedado velado? Puedes verlos entre el aire y el majoun, inasibles como el letargo onirico del kif. Para toda pregunta hay una respuesta, pero, como en filosofia, hay que saber formular la pregunta, esa pequena rendija por la que podria dejarse ver todo lo demas. Por ejemplo, la musica. ¨Por que no hablar de Aaron Copland, de cuando llegaron juntos por primera vez a Tanger? Preguntarle por su musica. Esa musica suya que es tan distinta, tan lejana a El cielo protector, como si hubiera sido hecha por otro hombre, concebida a traves de una concepcion del mundo totalmente ajena, como Alicia a traves del espejo. Si escribe fue por culpa de Jane. Paul Bowles es -ante todo- un musico. Son ironias que hay en el modo de las cosas; las palabras para que pierdan su sentido de ben ser filosas y crueles, como para adormecer la percepcion y a partir del horror mismo, conjurarlo. Pero ¨que podria conjurar en el espacio sonoro? Las notas son una invocacion, la representacion de un anhelo, a traves de ellas se pierde en la inmovilidad de sus ecos como una invitacion al viaje, a la posibilidad de una caja china abierta al secreto. Lo demas es un divertimento, frio pero entranable, como toda certeza. .