secion inf. gral. guia: Margaret- Sonia Dir.U Pag. 1-1 balazo: Debate cabeza: Memorias de Margaret Thatcher: chifladura, valores europeos comunes credito: M. A. Bastenier Margaret Thatcher, bautizada la Dama de Hierro por los rusos, que solian saber mucho de metalurgia, comienza a publicar sus memorias tras once anos y medio en el numero 10 de Downing Street, el mayor lapso de tiempo que ininterrumpidamente haya permanecido en el poder un primer ministro britanico desde los tiempos de Robert Peel, a principios del siglo pasado. Lo mas fascinante de este primer volumen autobiografico es que lo que esta, vastamente, considerado por sus numerosos detractores como larga coleccion de defectos, inconvenientes, o, simplemente, caracteristicas de dudoso recibo en el trato de la autora, entiende ella misma que son sus principales virtudes. Por esta razon no se da en el texto ese rasgo tan comun en las memorias de ocultacion, maquillaje o presentacion a una luz positiva de todo lo criticable en el personaje. Al contrario, la autora proclama con conviccion fundamentalista que ella es asi y no se hable mas. ¨Y como es Margaret Thatcher, segun la propia interesada? Todo lo que procede del otro lado del canal es objeto de grave desconfianza; asi, jamas escribe "el resto de Europa", sino, simplemente, Europa, al referirse al continente; de la misma forma, el termino euro aparece siempre a una luz despectiva como en eurodemagogia, la de Jacques Delors, "destinada al consumo de los prejuicios de la opinion publica"; o en "esa combinacion tan poco britanica de retorica de altos vuelos y politiqueria de mitin callejero que pasa por gobierno europeo"; o en "mi costumbre tan poco europea de decir las cosas claras"; o, tambien, en "esa chifladura que es el fomento de los valores europeos comunes". Junto a esa nitida identificacion del problema, aparece pisandole los talones el perfil indiscutible del verdadero enemigo; Berlin. Asi ocurre cuando lamenta haber fracasado en su estrategia para impedir la reunificacion alemana porque ni rusos ni norteamericanos quisieron seguirla; o como cuando anade sabrosos apuntes sobre los convidados de piedra en la construccion del renovado gigante germanico; una nacion vieja y orgullosa como Espana acabara por resistirse a la perdida de sus posibilidades de autodeterminacion nacional a cambio de subsidios alemanes", o sobre nuestros vecinos portugueses; "Cavaco Silva, bastante digno de confianza, y que, sin duda, lo habria sido aun mas, si su pais no fuese tan pobre y los alemanes tan ricos". Todo ese complot, encaminado segun Margaret Thatcher a que, so capa de la construccion de la Unidad Europea, Alemania se erija en dictador continental ha contado, por anadidura, con una serie de concursos inapreciables; "Apoyaban el proyecto federalista franco-aleman (con los franceses en el papel de tontos inutiles) los paises pobres del Sur, que esperaban una sustancial recompensa cuando el proyecto se llevara a termino; los socialistas, debido al amplio campo que ofreceria la federacion a la intervencion estatal; los democristianos, cuya tradicion politica era solidamente corporativista (cortes alusion a Mussolini) y, por supuesto, la comision, que ya se veia convertida en el nucleo de un gobierno supranacional". Lo singular de todo ello no es que la ex primera ministra sustente semejantes opiniones, puesto que la adhesion a Europa y a su hipotetico futuro de unidad no son ya un axioma para casi nadie, y, al mismo tiempo, porque un cierto thatcherismo se ha impuesto en la practica de la politica economica europea, sino la cobertura intelectual que lleva a tales planteamientos.