SECCION INF. GRAL. PAG. 10 BALAZO: DEBATE CABEZA: A las puertas del TLC CREDITO: Genaro Rodriguez Navarrete Desde que empezo a hablarse de la posibilidad de un pacto comercial entre Mexico y Estados Unidos, a mediados de 1990, pretension a la que se sumo posteriormente Canada, las especulaciones en por y en contra, se desataron. Desde aquellos dias, las discusiones que sobre el tema han tenido lugar en los mas diversos foros, han ido mas alla, incluso, de los asuntos puramente comerciales. Especialmente estando a las puertas su entrada en vigor. Las opiniones vertidas en favor han presumido que el TLC resolvera todos nuestros problemas, habidos y por haber. Que terminara con el desempleo y la pobreza. O como quien dice: se trata de la llave maestra que nos abrira las puertas del paraiso. Con la misma capacidad imaginativa, los juicios en contra han aseverado que con el TLC Mexico perdera su soberania, la identidad nacional; que sera "absorbido" por la gigantesca economia norteamericana, o que el mercado interno sera invadido por productos "chatarra". Todo ello se preve en esta linea, "traera repercusiones negativas para el pais". Como se puede ver, creo que ni utopistas de la talla de Tomas Moro o Campanella, tuvieron tal capacidad especulativa. Y eso que estamos hablando de dos mentes dotadas para la creacion de complejos artificios y no de politicos que gustan hacer declaraciones a la ligera. Ante este tipo de enfoques polarizados, vale recurrir a la mesura, a la ponderacion y el control de las fantasias. En otras palabras, es necesario asumir una posicion mas realista, sensata e informada, sin triunfalismos ni catastrofismos. En esta tesitura, habra que reconocer de entrada que el TLC no es otra cosa que un acuerdo comercial que busca dar fluidez al trafico de mercancias, a la inversion y los servicios, en aras de un mayor desarrollo de los paises signatarios; es decir, para Estados Unidos, Canada y Mexico. Hay que reconocer, asimismo, que el tratado es solo un instrumento mas de la politica economica del gobierno. De acuerdo con Luis Rubio, "el tratado no es bueno ni malo: es un mero instrumento. Como toda herramienta, dependera del uso que este, sin paternalismos, cada quien en su ambito de accion y en forma colectiva a traves de una decision democratica, hagamos todos los mexicanos" (Nexos 182, p. 66). Asi, el tratado no es ninguna panacea, como el mismo presidente Salinas lo ha senalado en repetidas ocasiones. Tampoco es la idea de un iluminado, sino la respuesta efectiva a las necesidades nacionales de desarrollo, ante la creacion de los bloques regionales y la globalizacion del comercio, las finanzas y los servicios. Es de singular importancia para Mexico, toda vez que se eliminaran las barreras al comercio que los norteamericanos paradojicamente levantaron para proteger su economia. Ademas, se espera que con el auge comercial y el incremento de las inversiones, se puedan crear fuentes de empleo, reactivar los salarios y llevar, como consecuencia, mayor bienestar a los hogares de los mexicanos. Y en este marco, lejos de comprometerse, se fortalecera la soberania y la identidad nacionales. En cualquier caso, existe la prerrogativa para cada pais de retirarse del tratado cuando asi lo estimen necesario. Por todo, no hay razones para dudar de las bondades del tratado; pero tampoco para crearse falsas expectativas en necesario. Por todo, no hay razones para dudar de las .