seccion inf. gral. guia: Zhirinovski 1a. de 1a. (internacional) balazo: Debate cabeza: Zhirinovski, nino triste y hambriento aspirante a zar credito: Pilar Bonet MOSCU.-17 de diciembre.-Cada noche, el presidente de Rusia, Boris Yeltsin, lee unapagina de La ultima ofensiva hacia el Sur, segun ha manifestado Vladimir Zhirinovski, el autor de esta autobiografia politica que es la sensacion editorial de estos dias en la capital de Rusia. El libro es, segun su autor, la primera parte de un cuarteto "conceptual-geoestrategico" destinado a hacer desaparecer "todas las preguntas" sobre el y su pensamiento. En un collage de reflexiones filosoficas y relato autobiografico, Zhirinovski da una imagen de si mismo que, en algunos aspectos, coincide con la imagen que Yeltsin daba en su autobiografia en 1990. En ambas obras aparecen ninos conflictivos que se rebelan contra el entorno, pero Zhirinovski hace una descripcion mucho mas complicada y detallada de su relacion con el ambiente, sin ahorrar detalles escatologicos y de su vida sexual, insolitos en las memorias politicas en Rusia. Si Yeltsin estuvo a punto de ahogarse en la pila bautismal por descuido del sacerdote, las primeras andanzas de Zhirinovski no le andaron a la zaga. Tenia tanta "prisa" por llegar al mundo que nacio en su casa de Alma Ata, en Kazakstan, antes de que llegara la ambulancia, y su cordon umbilical fue cortado con "un cuchillo de cocina". Su infancia, en una vivienda colectiva, fue "triste" y la paso "privado de la mas elemental comodidad familiar y calor humano". Fue el sexto y ultimo hijo de Aleksandra Pavlona Zhirinovskaia, una "mujer rusa" que se caso dos veces y convivio despues con un hombre 15 anos mas joven que ella, segun la descripcion que hace el politico de su familia, a la que califica de "familia rusa tipica". Zhirinovski, unico hijo de Wolf Andreievich, un jurista en la administracion ferroviaria, sentia celos del amante de su madre. "En 1950 mama ya no podia vivir sola, tenia solo 38 anos, era aun joven y necesitaba un hombre. Trajo a casa un estudiante de 23 anos. Cuando habia que elegir entre nosotros, ella le elegia a el, porque el era su amante", senala. Zhirinovski se recuerda a si mismo de nino, permanentemente hambriento, mal vestido, mal calzado, pasando frio y durmiendo en el sofa de una habitacion de paso. "Frente al aseo siempre habia cola y siempre habia fetidez, porque en el aseo siempre huele mal, si no hay algun ambientador, y mucho mas si la gente acude alli uno detras de otro. Si por la manana van diez u once personas al aseo, incluso el ambientador es inutil". Al no tener bano, el nino Zhirinovski acudia a los banos publicos, de los que recuerda los "calzoncillos identicos" de todos los hombres. Si Boris Yeltsin perdio dos dedos con un petardo, Zhirinovski tuvo mas suerte cuando, en busca de "aventuras", lanzaba "cartuchos explosivos humeantes en el interior del trolebus". Recuerda el ahora hombre del momento sus primeros besos de adolescente y el retraso en el desarrollo de su actividad sexual en relacion a los chicos de Moscu. "Los primeros intentos de realizar el acto sexual", escribe, "fueron un fracaso. A los 17- 18 anos yo era muy timido, y me acuerdo que en Sochi, en el Mar Negro, en una residencia a la que habia ido con mi curso, me meti en la cama con una chica que iba en traje de bano... Le pedi que se quitara las bragas (sic), pero, ¨que chica se quita las bragas por iniciativa propia? No sabia que debia hacerlo yo mismo, ayudarla, y tambien me avergonce. Esta timidez no me permitio comenzar la vida sexual cuando ya me apetecia. Despues, mas tarde, puede ser que incluso llegara a ser muy descarado en mi comportamiento con las mujeres, pero en los primeros tiempos todo era muy limpio". La esposa de Zhirinovski aparece como una figura nebulosa, apenas esbozada. El autor se limita a lamentar que no quisiera seguirle en sus viajes de trabajo por Oriente proximo y el Caucaso.