417ECO, Disco G, 17(Dic(1993 FRAN ECOLOGIA Conservacion ecologica: condiciones y conflictos (II) Gabriel Quadri de la Torre L a semana anterior resaltamos las enormes responsabilidades de conservacion ecologicaque tiene Mexico. Nuestro territorio es depositario de una porcion muy significativa del patrimonio natural del planeta, dadas sus grandes variaciones de altitud, sus influencias oceanicas, su latitud y su historia biogeografica y geologica. Seria un tanto ocioso ahora presentar datos ya conocidos sobre el numero de especies estimadas en nuestro pais; sin embargo, nunca esta por demas recordar que este asciende a mas del 10% de todas las especies de plantas, animales y hongos que existen en el mundo, mismas que se despliegan a traves de complejisimas interacciones biofisicas en nuestros bosques templados, selvas de niebla, selvas bajas, selvas humedas, desiertos, humedales costeros, costas y aguas interiores. Tambien senalamos la dolorosa paradoja que prensa a nuestro territorio, y que lo hace ocupar uno de los primeros lugares entre las naciones en materia de deforestacion y destruccion de habitat; mientras somos todavia incapaces de crear las instituciones pertinentes para evitarlo, que necesariamente, requieren como cimiento una vigencia plena del estado de derecho y la recuperacion de la soberania de la nacion sobre su propio espacio territorial. Sin desestimar los esfuerzos realizados por conservacionistas serios y comprometidos, debemos reconocer que lo hecho hasta ahora solo se ha traducido en algunas iniciativas puntuales de resultados aun inciertos, que a veces brillan mas por la grisura institucional que las rodea que por sus propios alcances. En general se ha eludido reconocer los conflictos entre intereses privados (de propietarios) y los publicos (por la conservacion), ambos legitimos en la mayor parte de los casos; los problemas de exclusion que conlleva conservar o regular el acceso a la tierra y a sus recursos; los costos de oportunidad inherentes al mantenimiento del capital ecologico de la nacion, esto es, pretendiendo que no es necesario pagar, financiar, expropiar, indemnizar con justicia, o transferir recursos a los propietarios para compensarlos por las limitaciones impuestas; y, el caracter de afectacion a la propiedad y al usufructo de la tierra que en general significa la conservacion. Sin esa serie de reconocimientos, la conservacion se ha convertido muchas veces en una fantasia, donde las Areas Naturales Protegidas solo estan protegidas en el papel que ampara los decretos respectivos o, en el mejor de los casos, por dificultades de acceso que aun las salvaguarda de las invasiones, colonizaciones, desmontes, agricultura de roza(tumba(quema, pastoreo extensivo, etc. A estas circunstancias se anaden controversias que complican conceptualmente la reflexion y la confeccion de politicas. Algunas de ellas las mencionamos en seguida. 1. Hoy en dia se acepta de una manera bastante generalizada que la conservacion solo es posible y deseable si se establecen practicas agropecuarias y forestales que permitan preservar al mismo tiempo que producir, y que con frecuencia se remiten al rescate de modalidades tradicionales de manejo. Es decir, no se considera justificable o viable la conservacion en si misma, ya que esta queda mediada obligadamente por el manejo integral de los ecosistemas y recursos naturales. A partir de esta premisa hemos visto la multiplicacion de proyectos de extensionismo y apoyo tecnologico en comunidades campesinas asentadas dentro de zonas de importancia ecologica, aunque sea imposible erradicar la duda en torno a su verdadera factibilidad economica y a su suficiencia como instrumento privilegiado o casi unico de conservacion.