seccion inf. gral. (cultura) guia: Alaide Foppa 1a. de 1a. balazo: Debate cabeza: A 13 anos de la muerte de Alaide Foppa credito: Elena Poniatowska Me dara tiempo de escribirlo? En su cama, a su lado, no hay un hombre. El sitio lo ocupan tres libros, unas cartas abiertas y extendidas, los anteojos, el periodico de ayer, una pila de hojas en blanco, una pluma, unos tres o cuatro cartones de invitaciones que se asoman fuera de sus sobres, la agenda, la libreta de telefonos y el propio telefono con su cable largo. Anoche, cuando la gano el sueno, asi durmieron con ella sus mudos acompanantes. Hoy a las ocho de la manana, Alaide vuelve a palparlos con la mano. Se cala los anteojos, busca la pluma atomica, las hojas en blanco. Un poema, quiere escribir un poema. Un poema late desde la madrugada en sus sienes, lo ha de haber concebido en la duermevela, en esa hora en que no se sabe si se suena o se piensa dormido. "Tengo que escribirlo." Se pasa la mano por el cabello chino. "Tengo que escribirlo". Luego se ordena mentalmente: "Voy a ser razonable. Primero voy a consultar mi agenda." Abre la agenda gruesa, muy gastada, abultadisima de boletas del gas, del telefono, cartoncitos crema y verde de los pagos de la luz, notas de remision y busca el dia de hoy, negro de compromisos. "Ay, a las nueve tengo que estar en la Universidad porque vamos a reunirnos los maestros." Automaticamente toca el timbre para que Esperanza le suba el desayuno. Alaide Foppa de Solorzano le pide a Esperanza, su sirvienta, que jale las cortinas de su recamara, las abra aun mas, mientras esta pone la charola del desayuno sobre sus piernas. -¨Por que no entra mas luz? -El jardin esta oscuro, senora. El jardin de Alaide siempre ha sido un jardin de sombra. En torno a los arboles, la hierba escasea. Entonces, se ve la tierra negra. -Tengo mucha prisa. Seria bueno que abriera usted las llaves del agua de la tina para el bano, Esperanza. Desde la recamara se oye el chorro del agua caliente. -Que cantidad de citas tengo hoy, no se como voy a poder... -Hace usted demasiadas cosas, senora, siempre tiene usted mucho que hacer... Dice el senor que no para... Alaide ordena la comida. -Tengo que recoger a Luis en la escuela, me lo pidio Laura porque hoy tiene ensayo con Gloria Contreras para su funcion de baile en la Universidad. No olvide comprar los bollos esos con ajonjoli de La Baguette, Esperanza, son los que mas le gustan al senor, tome usted el dinero en mi bolso, tenemos cuatro invitados a comer, son pocos, no se queje, voy a pasar al banco, recoja usted la ropa de la tintoreria, ¨puede hacerme ese favor? no es mucha. No tengo tiempo de ir yo. ­Ay Esperanza, no se que haria sin usted! ­Que feo dia, ¨que me pondre? Algo caliente, el traje gris oxford, la blusa verde, y los zapatos cafes, los comodos, siempre tengo que caminar mucho desde el estacionamiento hasta la Facultad de Filosofia... Sobre la silla yace el vestido de noche rosa de muchos botoncitos que llevo a la Embajada de Italia, las zapatillas doradas, las medias lacias, la ropa interior, todavia un poco abultadita como si recordara que contuvo un cuerpo. La recamara huele a Alaide, tiene su perfume.