GUIA: ESP1700 PAG. 12 SECCION: CULTURA CINTILLO: Conferencia de Macario Matus CABEZA: La muerte en el Istmo de Tehuantepec La muerte que viaja en las alas de la noche, a traves del cielo limpido de las tierras oaxaquenas, mezcla de tradiciones indigenas y espanolas, se alojo anoche en el Museo Estudio Diego Rivera para recordar que nos acompana, paradojicamente, toda la vida. El periodista Macario Matus, conocedor de las tradiciones del Istmo que recuerdan y celebran a la muerte, hablo sobre la vision especial en Juchitan, Oaxaca, entre los descendientes de la grandiosa cultura zapoteca, dentro de la cual morir es una alegria. Matus dijo que lo mejor para los muertos en el Istmo y en Juchitan es que nunca se les olvida, porque desde su primera celebracion el 2 de noviembre, si ya cumplieron un ano de muertos, y despues durante la Semana Santa, los hace ser miembros especiales de la familia. Son seres privilegiados que han logrado "pasar a mejor vida", pues dentro de la tradicion zapoteca, la muerte se ve como el objetivo a seguir. La vida solo es el transito en busca de lo mejor que deparan los dioses. En este sentido, las costumbres religiosas zapotecas, aztecas y prehispanicas en general, se identificaron con las de los espanoles que tambien tenian como base la busqueda de la vida eterna despues de la muerte en un sincretismo que une cantos gregorianos en latin zapotequizados y canciones de la tradicion indigena, dijo Matus. El periodista, quien fue director de la Casa de la Cultura de Juchitan de 1979 a 1989, senalo que el Istmo es una de las pocas regiones del mundo donde se entierra a los muertos con fiesta y musica, porque este no es un acontecimiento para llorar, sino para alegrarse. "Se les cantan canciones populares que fueron sus preferidas, asi como el poema Nocturno a Rosario, de Amado Nervo, con musica un istmeno, a manera de cancion para enterrarlos, asi como un viejo cantico en zapoteca de despedida". Agrego que el velorio mismo es una fiesta en donde los ninos comen pan de dulce y frutas, los senores entregan dos pesos a la familia del muerto y se toman tres mezcales y un cigarro en pago por su visita, mientras que las mujeres llevan flores y veladoras y comen pan y tamales. "La puerta de la casa del muerto se adorna con unos arcos hechos de canas y flores, de donde se cuelgan frutas y pan, que despues comeran, y todos los amigos y conocidos del difunto llegan a saludarlo como si estuviera vivo para la contarle los acontecimientos mas recientes". Mas tarde, en una especie de ceremonia de antropofagia toda la gente come los alimentos ofrendados a los muertos para decir, comi lo que era de mi padre, lo que gustaba a mi hermano, lo que comio mi esposa, explico el periodista. La romeria dura tres dias seguidos en medio de los rezos y canticos de las mujeres y las anecdotas y recuerdos del difunto, que hacen sus amigos, para despedirse antes de ir al panteon y prometer visitarlo el 2 de noviembre en su casa o el Domingo de Ramos en el panteon. En este sincretismo que resulto de unir lo espanol con lo indigena, explico Matus, los pueblos prehispanicos siguieron adorando a la muerte, como lo pedian sus dioses porque "todos llegaran al Mictan, donde todo es verdor y blancura, donde no hay dolor". Ello para no olvidar nunca a los muertos, ni a la muerte, razon por la que se le ha plasmado en la ceramica, la escultura y la pintura, por lo que arte oaxaqueno es resultado de una cultura milenaria que recrea la concepcion de la muerte a traves de la memoria colectiva. "Asi se tiene amor y miedo al mismo tiempo a la muerte, porque queriendola o burlandose de ella se le puede vencer... al menos por un tiempo", expreso.(Notimex)  tiempo a la muerte, porque queriendola o burlandose de ella se le puede vencer... al menos por un tiempo", expreso.(Notime .