GUIA: COMENTA SECCION: Deportes Pag. 2 CABEZA: Fernando Marcos Comenta Se empieza a calentar el mundial de futbol. Cuatro naciones calificadas para la ronda final se han enfrentado en un escaso par de dias. Alemania, mucho mejor que Argentina, pero derrotada. Argentina, con una nueva alineacion y un nuevo rostro. Brasil, que todavia tiene pretensiones para obtener su cuarto campeonato del mundo y Mexico, que francamente no se a que le tira. Una sola cosa surge de estos dos encuentros: mucho tendran que progresar si quieren ser dignos de llegar a esa region en la que solamente los mejores pueden pisar fuerte. De Alemania quisiera decir que su tecnico, Vogts, fue un estupendo jugador, pero hasta ahi. Es una edicion corregida y aumentada de Beckenbauer, que no obstante haber logrado un titulo mundial, como tecnico deja mucho que desear. Se esta cometiendo el error de pensar que un excelente jugador puede ser, tambien, un tecnico excelente: y eso no es cierto. Mejor dicho: normalmente es totalmente falso. Pongamos un ejemplo: el "Tio Sepp Berger nunca fue un jugador distinguido, ­pero que clase de entrenador durante los muchos anos que condujo al equipo aleman, tal vez el conjunto que mayor numero de finales ha jugado a lo largo de la historia! En eso radica el exito aleman: en la continuidad. En la repeticion, una y otra vez, de movimientos y jugadas; de jugadores que actuan un partido si y otro tambien, hasta que por mera repeticion forman un verdadero equipo en el cual cada uno de los jugadores hace lo que debe hacer, como las piezas de un artefacto mecanico, que no admite improvisaciones de ultima hora. Argentina, por su parte, tiene solera. Ganara o perdera, pero siempre ese espiritu de fe en si misma que hace que sus equipos, despues de perder cinco o cero con Colombia, derroten nada menos que al campeon del mundo, a pesar de que este era superior en todos los aspectos, menos en uno: para los argentinos nada supera a la victoria; para los alemanes, nada es mejor que su metodo que respetan como evangelio futbolistico, pero con un grave defecto: jamas han sabido improvisar, cambiar procedimientos en un momento dado, resolver una crisis inesperada. Ellos toman el tranquillo y ahi se van, pase lo que pase. Mexico, por cierto, es lo contrario: todo es improvisacion, modificaciones, cambios, pruebas, indecisiones, experimentos fuera de tiempo. Dice un refran que "cortando cabellos se aprende a pelar". Y es cierto, nada mejor que la repeticion constante, incluso a niveles abrumadores, para que algo se convierta en acto reflejo, de facil realizacion y de continuidad asegurada. Pero hacer eso implica un compromiso profesional, de todo o nada, por parte del tecnico. Y cuando este no sabe bien o bien que es lo que quiere, lo bueno se desgasta, lo malo se afirma y la desilusion se presenta. En lo que toca a Brasil, su problema es de exceso y no de falta. Se ha dicho recientemente, que los brasilenos tienen regados por el mundo, con menor o mayor brillos, nada menos que a ­trescientos cincuenta jugadores de primera linea! Es decir, tienen fuera de su pais, y por ende de su futbol cotidiano, mas futbolistas que los que Mexico tiene en toda su primera division. Esto tal vez podria ser un problema infranqueable si no recordaramos al Uruguay, que ha sido una vez monarca olimpico y dos ocasiones mundial, con una poblacion total inferior a la del precioso y ahora maltratado Coyoacan. Lo ocurrido ayer contra el Brasil no indica nada. Por lo menos, no hasta que el senor Mejia Baron se decida y queme sus naves, elija a su equipo y se dedique a perfeccionarlo, en vez de estarlo barajando como una ensalada de berros con chicharitos. Solo pienso que Mexico ha presentado, en lo que va de su preparacion, a seis equipos y todos deseamos nada mas que a uno s. Solo pi .