seccion inf. gral. guia: pablo 1a. de 1a. cabeza: El barrio de los desheredados admiraba ciegamente a Escobar credito: F. ORGAMBIDES, ENVIADO MEDELLIN, 6 de diciembre.-Don Fabio Ochoa, padre de los tres hermanos del cartel de Medellin, acostumbraba cada lunes sentarse en una mesa del cafe La Bastilla, en esta ciudad, y durante una hora repartir billetes de 500 pesos a todo aquel pobre que se le acercara. Esta actitud de uno de los ganaderos mas ricos de Medellin deslumbro al entonces incipiente Pablo Escobar, quien tardo muy poco en emular al viejo Ochoa regalando tambien dinero a los pobres, primero en el barrio Meza, en Envigado, y luego en los basureros de Medellin, la ciudad donde el jueves fue abatido por el ejercito. La diferencia entre don Fabio y el joven Pablo es que los pobres se fiaban mas del viejo, porque era rico ya de cuna. A Escobar, hijo de un administrador de fincas y de una maestra rural, no le conocian lo suficiente, pese a que su padrino de bautismo era el ministro liberal Joaquin Vallejo Arbelaez. Pero pronto cambio la naturaleza de sus generosidades y de la calderilla paso a las medicinas y de estas a las canchas de futbol. Escobar se convirtio entonces en un idolatrado protector de los mas necesitados. Asi, y coincidiendo con sus ambiciones politicas, el rey de la cocaina, ya con 3 mil millones de dolares de patrimonio por sus operaciones internacionales, levanto un barrio para los desheredados en Medellin, cambiando radicalmente la vida y el destino de casi mil familias que vivian en el entorno del basurero de Moravia, un putrefacto lugar que se convirtio en montana, porque era alli donde se acumulaban todos los desperdicios de la capital de Antioquia. Asi nacio, hace poco menos de 10 anos, Medellin sin Tugurios o el barrio de Pablo Escobar, el gueto de 780 viviendas unifamiliares que idolatra y admira ciegamente al que hasta el jueves fuera el bandido mas perseguido del mundo. A su tumba, custodiada en las ultimas horas por 40 soldados y por dos vigilantes jurados puestos por la familia, acuden ahora desde Medellin sin Tugurios riadas de peregrinos ofrendando flores. En Medellin sin Tugurios, donde vivia el guardaespalda que murio protegiendo a Escobar, el rey de la cocaina tambien lo era de los pobres. De este barrio salio otrora parte de su ejercito personal. La noche del viernes, enterrado ya Escobar, los hombres de Medellin sin Tugurios bebieron en exceso. Las botellas de aguardiente pasaban de mano en mano mientras las mujeres se reunian para iniciar la novena de las Animas. Se encendieron velas y se escucharon rancheras mexicanas. Alli estaba Isaura Garcia Salas, de 75 anos, conocida como La Abuela, la persona de mayor autoridad moral en el barrio. Con los ojos enrojecidos, La Abuela, intima amiga de dona Hermilda Gaviria, la madre de Escobar, recibe estos dias el pesame de los vecinos como si fuera un miembro de la familia. En el susurro del duelo, Isaura escucha cosas como esta; "Ha muerto como Jesucristo: perseguido. Ojala Dios nos lo devuelva". Francisco Flores, de 76 anos, se queja de que fue el gobierno, con su persecucion, el que no dejo que Pablo Escobar completara su obra con los pobres. "Tenia ya hasta comprados los juegos de cama, los colchones, las cocinas y hasta los lavaplatos. Era su intencion regalarnos la casa y el ajuar. Fueron los oligarcas de siempre los que primero mataron sus buenas ideas y despues a el", comenta con enojo. "¨Que de que vivo?", indica. "A mi edad ya no puedo hacer nada. Pablo me dio techo y hasta ahora me daba comida. Ya solo me queda el techo. Fue tan honrado que sabiendo que podia estar protegido entre nosotros jamas quiso venir aqui a esconderse. Sabia que nos ibamos a poner por delante de el y prefirio evitar un bano de sangre". Al pasar a la clandestinidad, hace 10 anos, Pablo Escobar no dejo abandonada a la gente de su guetto y le encomendo a su madre, Hermilda Gaviria, que se encargara de la atencion social de Medellin sin Tugurios. Hasta hace poco dona Hermilda recorria las casas, entregaba medicinas a los enfermos, compensaba economicamente a las familias mas necesitadas, donaba nuevos terrenos a invalidos e incapacitados y procuraba que los ninos aprendieran el catecismo junto a sus primeras letras. De esto ultimo se encargaron varias monjitas de las Hermanitas de la Anunciacion. Para los vecinos de Medellin sin Tugurios, desde el jueves Pablo Escobar esta en el cielo. El rey de la cocaina levanto tambien una iglesia, a la que puso por nombre San Simon Apostol. En ella doto de altar al Santo Nino Jesus de Atocha y a Maria Auxiliadora, imagenes a las que Escobar tenia gran devocion. Cuentan los vecinos que el Santo Nino de Atocha salvo una vez la vida de Escobar. Hoy es el patron de Medellin sin Tugurios, lo sacan en procesion y cada familia tiene una imagen reducida de el en su casa. En la parte mas alta del barrio dona Hermilda inauguro el ano pasado un segundo altar en honor de este nino santo. Ese dia dejo grabado en una lapida de marmol un voto que le habia llegado por encargo desde algun lugar clandestino de Medellin: "Gracias por el valor que me has dado por soportar tanta persecucion" (De El Pais, especial para El Nacional) o de Medellin: "Gracias .