guia: 0612618 seccion: Inf. Gral. pag. 9 cabeza: Una sucesion y un destape diferentes credito: Hugo Garavito Amezaga Cuando hace casi 6 anos el presidente Salinas anuncio el fin del partido casi unico; y posteriormente el entonces presi dente del PRI, Luis Donaldo Colosio, reconocio la derrota de su partido en las elecciones de Baja California, se habia iniciado un cambio mas profundo que lo que podria parecer a simple vista. Significaba transitar de una concepcion de partido de Estado a partido en el gobierno y de partido hegemonico a partido mayoritario. En sintesis, se fincaban las bases de un sistema democratico de partidos, como se ha corroborado con el crecimiento del PAN y otras fuerzas politicas con gravitacion real en la vida nacional. Tan es asi que, por primera vez en la historia de nuestro pais, el domingo 28 el PRI destapo a su candidato, no al proximo presidente, aunque pocas dudas existan sobre el triunfo de Colosio. Esta no tan sutil diferencia, ha sido perfectamente percibida por la ciudadania y de la cual es perfectamente consciente el precandidato priista, que se considera no el proximo mandatario sino un candidato en campana que tiene que bregar para vencer y convencer. De alli, por ejemplo, su invitacion a un debate a los otros aspirantes. Por eso, referirse al tapadismo en terminos tradicionales carece ya de sentido. Colosio ha sido designado por las estructuras de su partido, donde se encuentran representados todos los sectores y tendencias, como precandidato de unidad, lo cual sera corroborado por una Convencion. Este metodo, similar al que uso el PRD, es tan valido como el del PAN que estila una eleccion entre varios aspirantes. No se puede hablar de imposicion -ademas el arraigo partidario de Colosio es evidente-, porque un partido no es equivalente a una democracia parlamentaria, desde el momento que es una organizacion que busca el poder y adecua, por tanto, su estructura interna a estos fines. La democracia parlamentaria, en cambio, tiene otras finalidades y metodos. Asimismo, es evidente que en la designacion de Colosio tambien ha contado -no podria ser de otra manera- la muy importante opinion del presidente Salinas. Pero de alli a afirmar que ha sido la exclusiva voluntad del jefe de la nacion, hay una exageracion muy grande y mal intencionada. El PRI es un partido en el gobierno y que aspira a mantenerse en el, por tanto, como sucederia en cualquier parte del mundo, la estructura partidaria tiene que concertar con la administracion en la designacion de candidatos que aseguren la continuidad, tratandose especialmente de un gobierno exitoso y popular como el de Salinas. Pero, igualmente, la administracion no puede ignorar las demandas y sentimientos de las bases partidarias. Ya hemos visto, Nayarit es un ejemplo, las consecuencias de un partido dividido. En el caso de Colosio ademas de sus innegables cualidades personales y politicas- se ha conseguido el equilibrio, que ofrece seguridad tanto al pais como al partido. Por eso, seguir insistiendo en hablar de tapadismo y antidemocracia, significa haberse quedado en el pasado o tener una clara intencion politica de descalificar al adversario, algo que tenemos que superar dentro de nuestra cultura politica  una clara intencion politica de descalificar al adversario, algo que t .