GUIA: N5CHACHA SECCION: Espectaculos Pag. 8 CINTILLO: Cogele bien el compasCABEZA: Cha Cha Cha, un baile sin igualSUMARIO: Don Enrique gozaba del carino de todos; su ultimo viaje a Mexico -un mes antes de su deceso- lo realizo para apadrinar a la hija de un comerciante tepitenoCREDITO: Ernesto Marquez El cha cha cha, estilo danzario bautizado asi por los bailadores,es la ultima creacion cubana de relevancia internacional que se mantiene vigente desde que su creador, el destacado violinista, compositor y director de orquesta Enrique Jorrin Oleaga diera a conocer hace 42 anos. La enganadora es la popularisima pieza bailable que fijo en 1951 tal acontecimiento de resonancia universal. Todo empezo en la segunda planta de un viejo edificio colonial cuyos balcones daban hacia el Parque Central y el Prado habanero. En este lugar se encontraba uno de los mas visitados salones de baile de Ciudad Habana, el cual no tenia nombre, solo bastaba con referirse a Prado y Neptuno para saber donde era la cita fijada para el fin de semana. Alli los jovenes bailaban con la Orquesta America, dirigida por Jorrin, las mas frescas composiciones que proclamaban al cha cha cha como un baile sin igual. El cha cha cha nacio alla por los anos cuarenta y fue bautizado asi por su creador, motivado por sus seguidores que al bailar la ultima parte del danzon "de nuevo ritmo" arrastraban los pies produciendo un sonido cuya onomatopeya, sha, sha, sha, le dio la idea del nombre al maestro Jorrin. Los antecedentes de este estilo popular danzario pueden encontrarse en los danzones Lo que sea varon y Silver Star, pero su consolidacion esta en La enganadora, que en su letra mencionaba aquel sitio de baile y a un peculiar personaje femenino que acudia cada semana: "A Prado y Neptuno( iba una chiquita( que todos los hombres( la tenian que mirar.( Estaba gordita( y bien formadita,( era graciosita,( en resumen: colosal..." Segun contaba el autor de tan famoso cha cha cha, tal personaje nunca existio, a no ser en su imaginacion. No obstante, para darle vida unio dos hechos: El primero sucedio un atardecer, en una centrica esquina de La Habana. Una hermosa mujer, de lento y acompasado caminar, se dirigia a una ferreteria proxima. Por su belleza paralizo el trafico vehicular y a todos los transeuntes, entre los que estaba el joven Jorrin, aun estudiante de musica, y otro hombre que con ademanes exagerados se arrodillo en medio de la calle para rezarle a esa dama una suplica amorosa, mientras ella le correspondia con una mirada despectiva. Entonces, molesto, al levantarse, el hombre le espeto: "Tanto cuento y cuando viene uno a ver es de goma". El desmedido, luego de soltar su coraje, tomo otro camino, dando fin a la escena. El segundo hecho tiene su comienzo en el salon de baile de Prado y Neptuno. El ya experimentado violinista observaba a una muchacha vestida de lino blanco con delicada elegancia. En verdad era linda. Pero sus piernas y brazos contrastaban en delgadez con otras regiones ocultas del cuerpo, bastante protuberantes por cierto. Un dia la vio entrar muy desalinada al tocador de senoras y al poco rato salir como si fuera otra. Le llamo la atencion el cambio y penso: "¨Usara postizos"?, lo cual en esos tiempos era moda. Poco despues, recordando con unos amigos esas dos anecdotas le vino la idea de hacer un danzon. De inmediato corrio a su casa, se sento al piano y escribio la musica y letra de La enganadora. "...Pero todo en esta vida( se sabe( sin siquiera averiguar.( Se ha sabido que en sus formas( rellenos tan solo hay.( Que bobas son las mujeres( que nos tratan de enganar.( ¨Me dijiste?( Ya nadie la mira( Ya nadie suspira( ya sus almohaditas( nadie las quiere apreciar.( Cuando la madre del musico escucho la pieza de inmediato se la censuro: "Enrique, ¨como es posible que empiece a ofender a las mujeres?" Desconcertado, le explico que era ua situacion anonima y jocosa, sin ningun cariz ofensivo. Mas sin aceptar las explicaciones, ella, a quien Jorrin respetaba por encima de todo, le pidio que no sacara a la luz esa composicion. A la semana, sin saber que hacer, mostro La enganadora a sus companeros de orquesta. "­Eso va a ser un hit!", exclamaron. Y fueron a conversar con dona Mercedes para convencerla de que su hijo triunfaria con ese numero. Mas tarde, cuando se grabo, fue el mas vendido en mucho tiempo. En las vitriolas los discos se gastaban y eran cambiados cada semana. Jorrin apostaba a pasar por el dial radiofonico y escuchar en las 36 estaciones cubanas de aquella epoca su cha cha cha. Nunca perdio. Al cha cha cha, segun el diccionario de la musica cubana, se le define como un genero cantable y bailable que parte del danzon, especificamente del llamado "de nuevo ritmo". Jorrin, quien habia interpretado todos sus danzones en el contexto de la charanga tipica, formada fundamentalmente por instrumentos de viento, amplio el conjunto y utilizo ademas del piano, el que ya antes habia incorporado al danzon Antonio Maria Romeu, los violines, la flauta y las percusiones afrocubanas (timbales, guiro y tumbadoras). La creacion de un nuevo ritmo musical nunca ha sido premeditado, es resultado de mucho trabajo y experimentos. Jorrin explicaba que mediante una seccion vigorosa de violines (inscrita en la tercera parte del danzon) rompio con lo tradicional, cambiando el estilo del momento. Comenzo escribiendo algunos danzones como Liceo del Pilar, Los leopardos, Luna de enero, Caccaro line, Los faraones, Osiris, Antorcha de Artemisa... en los que acrecento ese rasgo que luego se convirtio en un estilo propio. Por ejemplo, en el danzon Constancia intercalo algunos montunos conocidos, en los que los musicos de la orquesta cantaban al unisono. "Con el unisono se lograban tres cosas -explicaba Jorrin-: que se oyera la letra con mas claridad, mas potente y ademas se disimulara la calidad de las voces de los musicos que en realidad no eran cantantes. "En 1948 cambie el estilo de una cancion de Guty Cardenas, Nunca. La primera parte la hice en su estilo original y a la segunda parte le di un sentido ritmico diferente a la melodia. Gusto tanto que decidi independizar del danzon las ultimas partes, o sea el tercer trio o montuno. Entonces surgen piezas como La enganadora (1951), que tiene una introduccion, una parte A repetida, B y A, finalizando con una coda en forma de rumba. "Cuando empece a componer en ese estilo observe los pasos de los bailadores del danzon-mambo y note la dificultad de la mayoria en los ritmos sincopados debido a que los pasos de los bailadores se producen a contratiempo, o sea en la segunda y cuarta corchea del compas (2(4). Los bailadores a contratiempo y las melodias en forma de sincopa hacen en extremo dificil la colocacion de los pasos con respecto a la musica. Empece a hacer melodias con las que se pudiera bailar sin necesidad de acompanamiento, procurando hacer las menos sincopas posibles. Con ello se desplazo el acento que se produce en la cuarta corchea -en el mambo- hacia el primer tiempo -en el cha cha cha-. Con melodias casi bailables por si solas y del balance que surge entre melodias a tiempo y contratiempo es que nace el cha cha cha". En verdad el cha cha cha vino a detonar un comportamiento social y a variar el instrumental de algunos grupos. Las charangas que, para ese tiempo, solo tocaban en lugares de terceras o en fiestas de negros, de la noche a la manana, con el auge de La enganadora se convirtieron en las preferidas. Las jazz-band, al verse desplazadas, incorporaron flautas, timbalitos, guiros y otros elementos pertenecientes a las charangas. Porque ellos hasta ese momento solo tenian como instrumento de percusion bongos y maracas, los cuales cambiaron por timbales y guiros. A las trompetas, por ejemplo, les pusieron sordinas para imitar el sonido de las flautas. Igual sucedio con los conjuntos soneros que en general buscaban un parecido en la sonoridad con la charanga. Caracteristica que aun se mantiene. Enrique Jorrin fundo su orquesta en 1954 y estaba integrada por un flautista, un bajista, un pianista, un tumbador, un guirista, dos violinistas, un cellista, un timbalero, dos trompetistas y tres cantantes, de los cuales es importante destacar la personalidad de Tito Gomez, figura cimera de la musica popular cubana. La Orquesta de Jorrin comienza sus primeras actividades en sociedades, radio y television y grabando para diversas casas discograficas. De esta primera etapa recordamos como exitos mas resonantes los ya mencionados cha cha chas La enganadora y Silver Star, asi como El tunel, Osiris, El alardoso, piezas que ocuparon casi simultaneamente los primeros lugares del entonces hit parade cubano. Jorrin, al frente de su orquesta, sale de su patria por primera vez en 1955. El primer pais que visita es Mexico. Al llegar la XEW le propone un espacio para que de a conocer su ritmo; a esta hora musical el maestro cubano le llamo Rico vacilon. La actuacion inicial conto con diez espectadores. Al segundo dia se lleno la mitad del Estudio Azul y Oro. Pero al tercero la policia tuvo que acordonar la zona para impedir tanta aglomeracion. Su repertorio gusto tanto que Rico vacilon se mantuvo al aire todo un ano y su estadia se prolongo hasta 1958. Despues del triunfo de la revolucion castrista, en el ano 1964 y bajo la organizacion del Consejo Nacional de Cultura, realiza un recorrido por el Africa donde tuvo el honor de interpretar su musica para el presidente de Guinea, Sekou Toure; en Ghana para el rey Ashanti Prempeh II y en Marruecos para el principe Moulay Abdallah. En 1967 estuvieron presentes con su contagiosa musica en el pabellon cubano en la Expo-67 en Canada. Es significativo para la Orquesta de Jorrin (por estos dias en Mexico) que en ciudades como Cluj (Rumania) y Leipzig (Alemania), que tienen gran tradicion musical, hayan tenido que repetir mas veces sus presentaciones teatrales. Don Enrique Jorrin nunca dejo de visitar nuestro pais. Siempre se daba un tiempo para venir a saludar la enorme cantidad de compadres, comadres y ahijados que por estos lares tiene. Su ultimo viaje lo realizo un mes antes de su deceso, justamente para apadrinar a la hija de un comerciante tepiteno. La simpatia y el carino que siempre se le ha tenido entre nosotros al gran maestro cubano le fue demostrada cuando Raymundo Ulloa le organizo un homenaje en el Teatro de la Ciudad. El cartelito de "Agotadas las localidades" se tuvo que poner en la taquilla, pues las tres fechas en las que Jorrin y su orquesta se presentaron (30 de abril, 1, 2 y 3 de mayo, de 1987) fueron insuficientes. Esas fueron las ultimas ocasiones en que se le vio publicamente al creador del cha cha cha. Jorrin fallecio en La Habana el 11 de diciembre de 1987. El carino de su pueblo le acompano hasta su ultima morada a lo largo de unos cuatro kilometros de la funeraria donde fueron velados sus restos mortales, hasta la Necropolis de Colon, donde el pueblo cubano mostro, con su presencia y lagrimas, cuanto queria a ese ser que tanto le hizo vibrar de emocion y alegria con su musica. Armando Hart Davalos, miembro del buro politico y ministro de Cultura, entre otras personalidades del gobierno cubano y artistas afamados estuvieron presentes. Hubo cobertura directa, a nivel nacional, por Radio Progreso y TV Rebelde. Odilio Urfe, musicologo cubano y director del Museo de la Musica, tuvo a su cargo las palabras de despedida: "Murio el maestro Enrique Jorrin. Viva el cha cha cha!"  del Museo de la Musica, tuvo a su car .