seccion inf. gral. guia: alponte pag 14 de 1a. balazo: LA NACION Y EL MUNDO cabeza: El dia que mataron a Kennedy y como llego la noticia a Fidel Castro credito: Juan Maria Alponte John F. Kennedy ha sido el cuarto presidente de Estados Unidos, de los 41 que han sido elegidos desde George Washington, -41 y no 42 porque Cleveland fue el presidente vigesimo segundo y el vigesimo cuarto y se le cuenta, por ello, dos veces- que ha sido asesinado. Es un porcentaje muy alto de violencia politica. Mas, aun, si se tiene en cuenta que 6 presidentes, Andrew Jackson, Franklin Roosevelt, Harry S. Truman, Richard Nixon, Gerald Ford, -este ultimo padecio atentados dos veces- y Ronald Reagan han sufrido, en su tiempo, graves ensayos de muerte. Anadase que un ex presidente, Theodore Roosevelt, fue herido despues de su mandato y que la muerte del presidente Harding -vigesimo noveno mandatariio- oficialmente fallecido de apoplejia, ha despertado serias sospechas. Jacques de Launay, en su libro Les Morts Mysterieuses de L/histoire contemporaine, Las Muertes Misteriosas de la Historia, dice lo siguiente: "Su muerte deberia ser anadida a la lista de muertes violentas". En 1930 Gaston Means publico un libro sensacionalista -The Strange Death of President Harding, La extrana muerte del Presidente Harding-, aludiendo a algunos aspectos paradojicos de su muerte. Los historiadores estadounidenses han considerado que los indicios, respecto a Harding, no eran serios. De todas las maneras ese clima de tension no deja de ser una prueba del peligroso y conflictivo desarrollo de una sociedad que, organizada sobre la integracion de razas, culturas y lenguas, con un admirable proyecto nivelador y, a la vez, con una conflictiva desigualdad y contraste, ha incrementado las posibilidades, por la inadaptacion o la crisis de adaptacion, de la violencia. Varios de los protagonistas de los atentados contra los presidentes, por ejemplo -vease la Memoria del Mundo del domingo pasado- fueron realizados por personas que no habian nacido en Estados Unidos o que, como el asesino de Lincoln, pertenecia a la primera generacion en el pais. El propio Harding, es una incitante reflexion (en 1920) explico el problema de la siguiente forma: "Es mi conviccion de que el problema fundamental del pueblo de Estados Unidos consiste en que se ha separado mucho de Dios..." Es caracteristico de los procesos de violencia, con mecanismos de ascenso social abiertos a todos, pero indudablemente muy propensos al uso, para realizarlo, de todas las armas y en un pais armado, que los fenomenos sociologicos del cambio, vinculados a los paroxismos y la agonia competitiva, proyecten contradicciones muy altas, agresivas, acuciantes, sobre la sociedad. Entre el American dream, el sueno americano, y la realidad sociologica cotidiana, los politicos, como chivos expiatorios, constituyen un punto de referencia -poder y extasis, miseria y soledad- incontrastable por la ausencia tradicional, ademas, de un aparato de poder, institucionalizado y reverente, que los situe en un olimpo particular y sagrado. Al contrario, tienen que estar y vivir, en gran parte, en la calle. Los primeros meses, por ejemplo, de gobierno de Clinton -hasta la obtencion de su primera mayoria bipartidaria con motivo del Tratado de Libre Comercio- han sido elementalmente dramaticos por el fuego graneado de burlas y caricaturas que, por su intensidad descalificadora, creaban una atmosfera, en algunos casos, irracional. Esos elementos cuentan en el analisis. Sin embargo como me permitia explicar en la Memoria del Mundo anterior, solo en un caso, en el asesinato de Lincoln, hubo una conspiracion, es decir, un proyecto en el que participaron varias personas que, en el complot, tenian misiones distintas. Entre ellas la de atentar contra otras personas del gabinete. Varios de los culpables fueron ejecutados despues de ser comprobada su participacion en ese primer ensayo global de conspiracion. ¨La hubo en el caso de Kennedy? El hecho de gobernar el primer poder de la Tierra, con intereses multiples, cruzados, arteriales, profundos y a escala del planeta, sobre todo en la edad atomica y la conversion, del mundo en un sistema integrado, incrementa la agonia y lo fenomenos de polarizacion. El propio Warren G. Harding, famoso por sus frases, condensaria el problema en una dolorosa afirmacion siquica: -"My God, this is a hell of a job!". Esas palabras, dispersas y solitarias en la olvidada piel historica del tiempo -"­Dios mio este oficio es un infierno!"- no son mas fascinantes que las que pronunciara, sereno e intangible, poderoso y esceptico, el propio George Washington cuando le ofrecieron que continuara, como presidente, durante un tercer mandato. Su contestacion ilustra la historia: -"­Antes la muerte!". Puede ser, pues, que sea verdad que los ricos tambien lloran y que los presidentes tambien mueren Los antecedentes del viaje a DallasEl viaje a Dallas se habia discutido mucho en la Casa Blanca. Voces hubo que, abiertamente, por la atmosfera indudable de violencia del Estado, pidieron que se pospusiera. John Fitzgerald Kennedy creyo indispensable efectuarlo, ya de cara a a la reeleccion, como un periplo, importante, en un proceso que se encaminaba ya hacia un nuevo periodo presidencial. La grave escision del Partido Democrata en Texas, entre liberales y conservadores, incrementaba la necesidad, teoricamente, de la pacificacion. -"Solo el Presidente puede hacerlo", dijo David Dean Rusk, secretario de Estado. Robert Kennedy, Attorney General, -secretario de Justicia- dudoso, se callo. De todas las maneras los datos de la eleccion del 8 de noviembre de 1960 pesaban. El voto popular habia conformado una masa total de votantes de 68.8 millones de personas. Sin embargo, John F. Kennedy, pese a la aureola mitica, solo habia ganado a Richard Nixon por el 0.2 por ciento de los sufragios: 49.7 por ciento para Kennedy (34,227,096 votos) y el 49.5 por ciento para Nixon (el feo de la eleccion), es decir 34,108,546 votos o lo que es lo mismo, solamente 118 mil 550 votos de mayoria. En el Colegio Electoral constituido por los 50 estados (con 537 votos) la mayoria de Kennedy, cierto, fue mayor, pero tambien ambigua. Obtuvo 303 votos de 22 estados (contando 5 de disidentes de Alabama), pero por Nixon votaron 26 estados, menores, con 219 sufragios. En suma, de cara al periodo siguiente, de cara a la reeleccion, Kennedy queria una gran mayoria, indiscutible. Los electores de Texas (24), por unanimidad, votaron en 1960, por Kennedy, pero la sociedad texana estaba, en 1963, dividida. Sobre todo, como antes se dice, en el Partido Democrata. En suma, el 21 de noviembre de 1963 el trigesimo quinto presidente de Estados Unidos volo a Texas dispuesto a establecer el equilibrio en su partido y crear las condiciones para que los votos del Colegio Electoral tejano (24 frente a los 45 de Nueva York o los 32 de California mientras que la Arkansas de Clinton solo tiene 8) no se le escaparan en la eleccion presidencial de 1964. El sabia, en esos momentos, que no estaban asegurados, pese a que su vicepresidente, Lyndon B. Johnson, era tejano. En los primeros "mil dias" Kennedy se habia hecho popular, pero tambien se habia creado numerosos y poderosos enemigos. El viernes 22 de noviembre de 1963: un dia en la vida y la muerte de Kennedy En la tarde del jueves 21 de noviembre de 1963 el avion presidencial de John F. Kennedy, el Air Force One -un Boeing 707- aterrizo en Forth Worth. Del aeropuerto de Forth Worth se dirigieron, despues de las formalidades habituales, al "Hotel Texas". Kennedy y su esposa se quedaron en la habitacion 850 con doble recamara. Nada mas al quedar aposentados, a las 12 de la noche, el Servicio Secreto hizo un comunicado al conjunto de los oficiales encargados del sistema de proteccion: "Lancer y Lace, OK". En el interior de los circulos de seguridad se conocia bien que los nombres de la familia comenzaban con "L": Lancer por Kennedy; Lance por Jacqueline o Jackie; Lyric por la nina, Carolina, Lark por John-John. La Casa Blanca era el Castle, el Castillo; el avion presidencial era "Ange". El Angel de la Guardia no siempre esta, aunque siempre sabe. Lancer y Lace estaban bien: felices y fatigados. Las escalas en San Antonio y Houston habian sido tumultuosas y entusiastas. Kennedy optimista, relajado, hizo buenos discursos. En Houston, Jacqueline, que ademas de su magnifico frances se iniciaba en el espanol, hablo en castellano con unos electores hispanoparlantes. "Ella es la estrella", dijo Kennedy. La gente reia. Una vez mas para publicos distintos, repitio, Kennedy, la vieja broma: "en Paris yo era el hombre que acompanaba a Jacqueline". En su recamara, donde le habian preparado un colchon duro, Kennedy doliente, se frotaba su espalda, delicada, sostenida por un corset medico. Desde la guerra era su punto flaco; su dura prueba de fragilidad y tension. Algun medico aventuro que en unos anos mas podia estar en una silla de ruedas. Kennedy solo pensaba en ganar, en 1964, la eleccion: el segundo periodo, el de la consagracion. Desde la ventana de la habitacion 850, en el piso octavo del Hotel Texas de Forth Worth, Kennedy se asomo a la ventana. Llovia incesantemente. Seguramente pensaba: "manana en Dallas". Byron Shelton, el presidente del Comite Democrata de Texas, habia insistido ante Robert Kennedy para que no hubiera visita a Dallas, ciudad que, se sabia, era asperamente antikennedysta. "No se pueden hacer esas cosas", habia contestado el presidente. "Hay que ir". El FBI habia senalado, por su parte, que entre el 1 de enero y el 21 de noviembre de 1963 en Dallas se habian producido 109 crimenes. La mayor parte por via del pistoletazo en una ciudad, petrolera y violenta, de machos armados. Alguien dijo: "Aqui se compran revolveres al tiempo que los cigarrillos". Nadie sabia, aun, que el dia 22 la estadistica de la violencia aumentaria con un crimen mas. El viernes 22 de noviembre amanecio lloviendo en Fort Worth. Desperto al presidente, a Lancer a las 7:30, su ayudante personal George Thomas. John Kennedy, al ser elegido tenia 43 anos y 163 dias, es decir habia sido el mas joven candidato elegido como presidente desde el comienzo de la Republica. A las 7:30 tomo una primera taza de cafe negro. El 22 de noviembre, como cada dia, se puso su corset elastico para mantener, firme, la columna vertebral que, segun las escuelas yoguicas, es el centro de la vida, centro de la vida habitado por un misterioso espiritu interior. Banado y afeitado, el trigesimo presidente de Estados Unidos leyo, con cuidado, los despachos que le habia enviado los servicios de inteligencia sobre la situacion del Vietnam y ademas, una sintesis de la prensa diaria. En lo politico se le anunciaba que el conflicto entre los democratas, encabezados por el gobernador Connaly y el viejo cacique Yarborough no habia amainado con su llegada. La mejor noticia era que, en Dallas, pese a lo que ocurria climaticamente en Fort Worth, habia cesado de llover. Esta noticia cayo como un rayo en la guardia personal del presidente: "Si no llueve tendra que ir en coche descubierto y no cerrado. Ojala llueva". No seria asi. Antes de salir de la recamara presidencial su ayudante le entrego el Dallas Morning News. En la pagina 14, entera, habia un articulo no solo contra Kennedy, sino contra los Kennedy. La pagina tenia una orla negra: como cuando se anuncia una muerte. El texto, vitriolico, estaba firmado por una asociacion reaccionaria que, se aseguraba, estaba financiada por un petrolero multimillonario, arribista y simplificador, que se llamaba H. L. Hunt. A las 8:30 Kennedy hacia su primer discurso. Discurso dirigido, en su mayor parte, a los obreros y sindicalistas de Fort Worth donde estaba, y esta, una fabrica importante de montaje de aviones de caza. Despues de un calido aplauso hubo una queja divertida: "¨Por que no ha venido Jackie?". -"­Ah, contesto Kennedy, porque tarda mas en arreglarse que ustedes y yo y, desde luego, queda mucho mejor...". Miro hacia el hotel, que quedaba enfrente, y senalo con el dedo el piso octavo: "Pronto estara con nosotros". En efecto, a las 9:10 el matrimonio, bajo los acordes de la musica del The Eyes of Texas, entraba en el gran comedor del hotel donde la Camara de Comercio les daba un desayuno y el tenia que pronunciar un segundo discurso. Jacqueline Kennedy, con un traje rosa y un sombrero redondo del mismo color -traje que en unas horas mas se llenaria de sangre- estaba realmente bella. A las 9:25 John F. Kennedy daba comienzo a su segundo discurso. Se escuchaba su voz, se miraba el mechon rojizo de su cabello, se observaba sus manos que sostenian, firmes, las cuartillas: -"Vivimos en un mundo peligroso e inestable. Como acabo de decirlo, y en el curso de los ultimos tres anos, en tres ocasiones, hemos estado a punto de un conflicto mundial y puede ocurrir en cualquier momento. Cada uno de nosotros sabe que el porvenir se anuncia dificil y, en particular, en los proximos diez anos. Pero es preciso tomar conciencia del peso de las responsabilidades asumidas por Estados Unidos durante los 25 anos que nos separan del fin de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, nuestro pais, que un dia prefirio el aislacionismo, sino la autarquia, protegido por las fronteras naturales del Pacifico y el Atlantico, ha tenido que entrar en las alianzas defensivas concluidas con diversas naciones a partir de 1945...". Recupero de las cenizas del tiempo y el olvido ese texto, muy importante y aleccionador -explicito respecto a una epoca que hoy nos parece muy lejana- porque representa una critica abierta de la actitud de la sociedad estadounidense de 1918 que, frente al presidente Wilson, prefirio el aislacionismo -"sino la autarquia"- y obligo al gobierno a abandonar todos los compromisos correspondientes al Tratado de Versalles. Incluido el no formar parte, entonces, de la Liga o Sociedad de Naciones de aquel tiempo. Curioso mensaje el de Fort Worth que, pienso, no se ha comentado nunca adecuadamente. Anadio Kennedy: "Sin el apoyo estadounidense el sur del Vietnam se hundiria desde manana mismo". A las 9:40 la pareja estaba en su habitacion para prepararse para el vuelo a Dallas que, le informaron, duraria 13 minutos. A las 11:23 estaban abordo del "Ange". El vicepresidente Johnson (que se habia casado en Texas con Claudia Alta Taylor y que todo el mundo llamaba Lady Bird), con su esposa, llegaba en aquellos mismos momentos al aeropuerto de Dallas, al aeropuerto de Love Field, para recibir, alli, al presidente y su esposa. A las 11:40 en punto se estrechaban las manos las dos parejas. Inmediatamente despues lo hizo el gobernador Connally y su esposa. Al pie de la escalerilla entregaban a Jacqueline Kennedy un gran ramo de rosas... rojas. Todo el mundo sabia que las rosas de Texas, las afamadas rosas de Texas, son las rosas amarillas. La mirada interrogante y curiosa de Jackie Kennedy obligo a que le dijeran: -"Es que todas las rosas amarillas de Dallas han sido "incautadas" para adornar las mesas del banquete que se celebrara en el Trade Mart para recibir al presidente...". Nunca las verian Un sol radiante iluminaba la manana de Dallas. Entre el coche cubierto y el automovil descubierto fue este ultimo, por tanto, el que fue elegido: un Lincoln continental de color azul oscuro; descapotable. A las 11:45 se iniciaba la marcha, desde el aeropuerto al centro de Dallas. Ultimos minutos, excepcionales y agonicos, de una vida memorable. Un gentio, de fiesta, vibraba en las calles. Alguien, festivo, le dijo a Kennedy: "No vamos a necesitar el chaleco anti-balas". Un Cadillac blindado, usualmente descapotable y de ocho plazas, seguia al coche descubierto del presidente que iba seguido y acompanado, tambien, por los motoristas. En ese justo momento hacia tres horas y 45 minutos que un hombre llamado Lee Harvey Oswald se encontraba en el "Texas School Book Depository" apostado en una ventana del edificio. El dia anterior, el 21 de noviembre, sin avisar a su mujer, Marina Oswald, se ha presentado de improviso -el vivia en una habitacion alquilada y de mala muerte en Dallas- en la casa que les habia buscado, en el suburbio de Irving, una amiga de su mujer, Ruth Paine. Ruth sentia simpatia por ella, una rusa emigrada llamada Marina con la que se caso Oswald durante su estancia en la URSS. La pareja coexistia en la tormenta. Lee Harvey, que vivio un tiempo en Rusia y despues regreso a Estados Unidos, estaba casi siempre sin trabajo y con periodos personales de crisis; y de violencia y agresion para su propia mujer. Habia sido Ruth Paine quien le encontro trabajo, desde el 15 de octubre, en el Texas School Book Depository dende ganaba un dolar 25 por hora. Lugar de trabajo que pronto pasaria a la historia. Ruth y Oswald se enfrentan siempre que se encuentran. El 21 de noviembre -en otra discusion de tantas Lee Harvey Oswald vuelve a decir a su mujer que quiere regresar a la URSS o irse a Cuba cosa que intentara, inutilmente, en las embajadas de los dos paises en Mexico- el extrano y polemico ex-marine duerme con su mujer. Le pregunta, ella, las causas por las que ha ido a la casa sin avisarle. No le responde. Al amanecer del dia 22 Lee Harvey Oswald coloca en la mesita de noche de su esposa 170 dolares (el se queda con 15, y una moneda de 10 centavos que es, en su conjunto, toda su fortuna) y su anillo de casado. Se levanta y le dice que no se preocupe que el mismo se hara el desayuno. La mujer no le contesta. Una hora despues vera, con mayor asombro, con los 170 dolares, el anillo de boda de su marido: No se separaba nunca de el" dira a la policia. Lee Harvey Oswald baja a la bodega y toma un bulto. Es un fusil, el mismo que se encontrara en el "Depository" unas horas mas tarde. Su amigo, Wesley Frazier, el mismo que le llevo la noche antes a Irving, y que trabaja con el, viene a recogerle en la manana temprano puesto que tienen que estar, a las ocho en punto, en Depository. Frazier le pregunta a Oswald por el largo paquete que lleva en la mano: -"No es nada, unos cachivaches..." Son las ocho de la manana. John F. Kennedy, a esa hora, toma su segunda taza de cafe y mira, por la ventana, el lluvioso dia de Fort Worth. Viernes 22 de noviembre: 12:30 de la manana El Lincoln continental descapotable, de matricula SS 100X, sigue su itinerario. En virtud del gentio, de fiesta, el automovil va muy despacio. John F. Kennedy tiene, a su lado, a su esposa con su traje rosa, de Chanel, con vueltas oscuras en el cuello. Enfrente de el, en el doble transportin delantero, el gobernador Connally y su esposa Nelly. ¨Que hacer? El conductor, el agente William Greer tiene orden, siempre que se pueda, de acelerar la marcha. No puede hacerlo materialmente. A las 12:30 en punto, al entrar en la Elm Street y la Plaza Dealey, el automovil esta en la mira, perfecta, de un hombre -el que sea- de los ventanales del Texas School Book Depository. En ese momento un fotografo ocasional, de nombre Abraham Zapruder, cuyo film se vendera en cientos de miles de dolares y cuyas imagenes seran examinadas por los circulos mas expertos de los servicios de inteligencia del mundo, inicia una proyeccion cuyo alcance, en aquellos minutos del destino, ni por la mas remota presuncion podia sospechar. Abraham Zapruder, euforico, con su camara de 8 milimetros equipada con teleobjetivo, -al igual que el fusil que Oswald ha recogido en la bodega de su casa de Irving- inicia el film de la historia. En efecto, a las 12:30, en unos segundos, John F. Kennedy sera herido tan gravemente que no recuperara nunca, en los instantes luminosos y terribles que le quedan de vida, el conocimiento. Un tal Arnold Rowland, que esta, con su mujer, en la Plaza de Dealy, esperando el Lincoln presidencial, levanta la cabeza, -asi dice su declaracion- y ve en el ventanal del piso sexto del Book Depository, la sombra de un hombre y la delgada linea de un fusil. Arnold Rowland cree que es un agente secreto. Asi se lo dice a su esposa.