seccion inf. gral. guia: Sucesion Pagina 1-1 balazo: Debate cabeza: La sucesion de Carlos Salinas (Primera de dos partes) credito: Gustavo Hirales M. Para Jesus Rubiell, en memoriaEl anuncio de la direccion nacional priista en el sentido de nominar a Luis Donaldo Colosio como su candidato (formalmente precandidato) a la presidencia de la republica culmina un ciclo muy intenso e interesante en la vida politica del pais. Ha terminado el tiempo de las zozobras y las incertidumbres, de la lucha mas bien soterrada entre los hombres y los proyectos, y tanto los actores como el publico tienen a la vista, despejadas, las incognitas de las ecuaciones que hasta hace muy poco tiempo los (nos) mantenian en la intranquilidad. Una lectura que se desprende de esta decision, y en especial del discurso pronunciado por Colosio en el acto de aceptacion de su candidatura, es la siguiente: termino la etapa de los ajustes dolorosos y las reformas de estructura que caracterizaron, respectivamente, los regimenes de De la Madrid y de Carlos Salinas. Sigue ahora la etapa de la maduracion de los esfuerzos y sacrificios del pasado reciente, el tiempo de la cosecha, a condicion de no abandonar el rumbo de disciplina y racionalidad en las finanzas publicas, a condicion de evitar los caminos faciles y probadamente desastrosos del populismo, y las promesas de acceder al bienestar general sin esfuerzo. Ello no implica que se acabaron las reformas, sino solo aquellas que conllevaron procesos de cirugia mayor y de extirpacion de tumores cancerosos, asi como los cambios en el entramado juridico e institucional heredado de la revolucion. Las reformas que siguen son de otra indole; serian la culminacion de la etapa que Salinas llamo la reforma de la revolucion. En este sentido, la candidatura de Colosio es en efecto la de la continuidad, continuidad del esfuerzo reformador, pero no necesariamente continuismo; son dos cosas distintas. El Presidente, hasta donde se puede ver, a nadie engano. O si engano, fue con la verdad. Jugo sus cartas con mucha serenidad, lejos de la audacia irresponsable del que no tiene nada que perder, y distante tambien de la displicencia del autocrata; con la gravedad y decision de quien sabe que lo que esta en juego es mucho mas que su suerte politica personal; con la clara conciencia del tiempo historico que viven el pais y el mundo entero, encarando exigencias de racionalidad y de coherencia con principios explicitos y puntos de referencia publicos. El enfasis permanentemente puesto en el vinculo indisoluble entre estabilidad economica y financiera, reforma y justicia social, y avances democraticos balanceados y concertados, hacian prever que el resultado sucesorio no estaria determinado por un solo factor, por decisiones monocolores; es decir, se apuntalaba un perfil de candidato que representara, en perspectiva, precisamente ese equilibrio complejo y delicado, y no el sesgo unilateral que colmara las expectativas, por ejemplo, de los duenos del dinero, pero dejara descobijado el campo social. O incluso la inclinacion por la vertiente en apariencia mas politica, mas "autonoma" encarnada en Manuel Camacho Solis, ex regente del DF; pero probablemente menos integral, menos balanceada. Digamos de paso que los tres finalistas de la sucesion salinista eran, cada uno en lo suyo, verdaderos "pesos completos", lo que muestra lo absurdo de los juicios que sentencian la crisis final de la clase politica priista. Creo que el "destape" de Luis Donaldo es una de las sucesiones politicas mejor preparadas y ejecutadas de los ultimos tiempos, no solo porque surgio de las plataformas mas favorables para que se convirtiera en el candidato natural, sino porque, colocado en lugares claves como el PRI y Sedesol, debido a ciertas aptitudes e inclinaciones politicas personales, logro convertir esas posiciones en puntos de apoyo estrategicos para tejer alianzas, concertaciones y compromisos, sobre la base de un proyecto -que a su vez se fue modulando con la experiencia politica- reformista y reformador. Nada aseguraba que Colosio saliera avante en estos desempenos, pero triunfo, y eso ningun apoyo presidencial lo puede garantizar: alli lo que cuenta es la capacidad politica de la persona. El destape fue ejecutado ademas precisamente en el tiempo en que no se le puede suponer dependiente de las decisiones o presiones de intereses extranjeros, por ejemplo los que se derivaron de la discusion publica y parlamentaria, en Estados Unidos, sobre el tratado de libre comercio. La victoria salinista en el TLC aseguro un proceso sucesorio libre de interferencias morbosas o catastroficas provenientes del "factor externo". Puede ser, como se ha dicho, que Colosio fuera en efecto el menos "brillante" de los tres finalistas, aquel con menor produccion teorica y academica, pero no cabe duda que era el que tenia (y tiene) los contactos, el conocimiento y la percepcion personales, no tanto teoricas, de la geografia politica y social del pais, ni tampoco esta en duda que sobre esta base el pudo construir un entramado de relaciones y compromisos publicos que lo hacen ser, ya desde ahora, entre otras cosas, el candidato de los municipios y de las regiones, el candidato del desarrollo regional y sustentable y, por ello, el de un federalismo mexicano que esta renaciendo con mucha fuerza. Las tonterias y trivialidades que hoy se escriben acerca de minis y maximatos no toman en cuenta las grandes diferencias de tiempo historico, y a la vez revelan un enorme desconocimiento de las caracteristicas politicas y humanas de los hombres publicos de este pais. Desde que Cardenas exilio a Calles, desmonto el maximato y dignifico la institucion presidencial, ningun presidente saliente ha buscado, que se sepa, mantener esta forma degradada del ejercicio del poder. Ningun presidente entrante lo habria tolerado. Pero aun suponiendo, sin conceder, que el presidente que sale quisiera mantener, y el entrante accediera, a alguna forma de tutelaje, la sociedad politica mexicana, sus fuerzas fundamentales y su opinion publica, no lo permitirian. Lo que si tiene mayores visos de realismo es la suposicion de que, de algun modo, asistimos al ultimo "destape" de su forma tradicional y conocida. Es materialmente imposible seguir concentrando en un hombre, aunque sea el presidente, el control de (casi) todas las variables politicas para garantizar una transmision del poder ordenada y pulcra, cuando ya la maduracion y la diversidad de los actores y los factores politicos exigen, por si mismas, un juego politico mas abierto a la ponderacion y a la intervencion de la sociedad. De hecho, lo que hoy se exige es un proceso que descargue de tanta responsabilidad a un solo factor politico, redistribuyendo las cargas en la pluralidad de actores. Pasar de un presidencialismo como epitome de la fuerza y el conocimiento, a un presidencialismo con mas y mas legitimados interlocutores y contrapesos. Lo que no esta claro todavia es como realizar esta transicion sin muchos traumatismos (Manana: el discurso de Colosio) esos. Lo que no esta claro todavia es como realizar esta transicion sin muchos traumatismos (Mana .