Seccion inf. gral. guia alponte Pagina 1-1 balazo: LA NACION Y EL MUNDO cabeza: Pacto Alfonsin-Menem y viaje al TLC credito: Juan Maria AlponteLas elecciones argentinas del 3 de octubre tuvieron consecuencias extraordinarias que, una vez mas, ahora, despues del Pacto Alfonsin-Menem, conviene meditar no solo en terminos de Argentina, sino de America Latina y el mundo entero. En este punto, y lo senalo con la mayor serenidad posible, conviene romper las amarras parroquiales para incitarnos a mayores reflexiones internacionales, pues la plena integracion de Mexico en el mundo va a requerir, de todos nosotros, una mayor atencion, sosegada, globalizadora, hacia lo que ocurre en el derredor-mundo, es decir, en la aldea-mundo. Las elecciones argentinas, por ello, del 3 de octubre tuvieron una significacion nada reducida, sino al contrario. En principio, con gobierno constitucional rigurosamente hablando, era la primera vez, desde la decada de los veinte, con Yrigoyen, que el gobierno en el poder ganaba unas elecciones intermedias. Ya ese hecho, por si, invita a la meditacion. La victoria del justicialismo (peronismo) bajo la direccion de Carlos Menem (ganando inclusive en la capital federal y por margenes muy considerables en la provincia de Buenos Aires) se fraguo, en 1993, en el marco de una estrategia compleja que conviene ponderar en todos sus sentidos. En primer lugar implicaba la ratificacion, si o no, de la politica economica del gobierno actual. La cuestion no es menor porque la victoria de Menem en las elecciones presidenciales del 14 de mayo de 1989 -controlando el 49 por ciento de los votos- constituyo una de las mas grandes y complicadas votaciones de la historia de Argentina e, inclusive, de las elecciones contemporaneas. Permitaseme que lo explique. Carlos Menem, hijo de padres emigrantes arabes (sirios) y educacion y religion musulmana, era un viejo peronista (tiene ahora 63 anos) que, en teoria, representaba las corrientes historicas del populismo-reformista que implicara, en los ultimos decenios, como emocion y movilizacion sindical de las masas, el proyecto de Juan Domingo Peron. Es de anadir, en esa sintesis, que Menem hizo una reconversion oficial al cristianismo poco antes de las elecciones presidenciales. En s'intesis, ese inmenso animal politico que es Menem -que ha portado, consigo, todas las camisas de futbol, todos los colores del deporte o de la vida social colectiva- dio un giro coperniciense y, con "aquel" voto, con su cauda historica sentimental y emocional, realizo la mutacion mas considerable que pudiera pensarse. En otras palabras, acometio una violenta politica de ajustes economicos, en la mas pura ortodoxia liberal, para combatir el saqueo nacional por via del deficit presupuestario y las industrias publicas o estatales que, con sus numeros rojos, habia transformado a la Argentina populista en la fabrica de todos los deficit: en una sociedad trastornada, mental y financieramente, por la hiperinflacion. Esa politica de Menem es defendible y rechazable, si se quiere, en terminos ideologico-politicos, pero en lo que no hay duda es que, electoralmente, la masa de votantes de Menem estaba preparada, moralmente, para otro proyecto y no podia imaginar que la revolucion que Menem transportaba consigo era el mentis mas abrupto que pudiera darse al populismo historico argentino. Ello sin evitar comentar, al mismo tiempo, que el oportunismo de Menem le colocaba, ante la opinion publica, como un gran espectaculo sociologico y personal incitante. Lo cierto es que en las elecciones intermedias de octubre de 1993, para la Camara Baja y en otras areas gubernamentales provincianas (Carlos Menem habia comenzado a gobernar el 8 de julio de 1989), el menemismo, ese nuevo peronismo de antitesis, aventajo a la Union Civica Radical, en el conjunto del pais, en un 12 por ciento. Victoria enorme. Esas elecciones fueron la primera posibilidad nacional que ha tenido el pais para decidir, si o no, respecto a la politica economica "de ajustes brutales", que decian los radicales. Los votos han consagrado la obra de gobierno de Menem y, sobre todo, de su ministro de Economia, Domingo Cavallo. La importancia, pues, de las elecciones, en ese punto, es enorme. Quiere ello decir que el pais racionalizo los cambios y admitio, por vez primera en decadas, que el "Antiguo Regimen" (digamoslo asi con todas sus consecuencias) no funcionaba y llevaba al pais a la ruina. El fracaso del primer periodo democratico de Alfonsin -que termino su sexenio confrontado con la explosion inflacionaria- habia dejado un sabor amargo en Argentina. Los datos del periodo de Alfonsin ilustran, con la crisis de los precios, la incapacidad de los iniciadores del primer gobierno democratico para poner en orden las cuentas nacionales y romper el cordon umbilical con el populismo financiero o el populismo autoritario de los militares que demostraron, en su dia, la misma incapacidad. (Vease el cuadro I.) La herencia que recibio Alfonsin de la dictadura militar (209.7 por ciento de aumento de los precios al consumidor en 1982 y 433.7 por ciento en 1983) reflejaba una crisis que requeria, para que la democracia fuera posible y no un gobierno populista mas, la cirugia de la historia. Los planes alfonsinianos intentaron restablecer la situacion sin lograrlo: creacion de una nueva moneda, el austral, en 1985; congelacion de los precios en octubre de 1987; liberacion de los precios entre enero y marzo de 1988 lo que desencadeno, porque las medidas de correccion y disciplina del sector publico fueron inadecuadas e insuficientes, otra explosion inflacionaria como muy bien puede observarse en el cuadro I. El 4 de agosto de 1988 intentaria Alfonsin, con el Plan de Primavera, contener la crisis economica. Fue inutil. Se explica, en ese cuadro, que durante las elecciones "intermedias" de Alfonsin -6 de septiembre de 1987- perdiera la mayoria absoluta en la Camara Baja y, dado el discurso de las finanzas y, sobre todo, de la inflacion, que terminara su periodo como perdedor y, algo mas grave, preguntandose la sociedad si la democracia era o es un sistema capaz de imponer orden economico y hacer posible, por tanto, el desarrollo ordenado y disciplinado. No olvidemos que ese exuberante pais que es Argentina habia visto disminuir, entre 1981-1990, el Producto Interno Bruto por habitante, como variacion acumulada, en ­un 24.3 por ciento! La victoria, en 1989, del candidato del peronismo, visto el problema desde la perspectiva de un gasto publico incontrolado o el mantenimiento de la corrupcion financiera en las industrias estatales, parecia augurar, en efecto, un futuro impensable. Las primeras medidas de Menem para cambiar esa situacion y, sobremanera, el Plan Cavallo, transformaron de raiz el cuestionario argentino para incorporar al pais, con una gestion extremadamente vinculada a la hipotesis mexicana, a la confianza mundial. Los argentinos hablan ya, en estos momentos, de "inflacion cero". (Vease el cuadro II.) Se explica, pues, que las elecciones intermedias de 1987 fueran una perdida seria para Alfonsin y que, con la economia rescatada, pese a las consecuencias sociales del ajuste brutal, crecieran los votos, en las "intermedias" de 1993, que han ratificado la politica economica. Rasgo notable de madurez. Sin embargo, las elecciones del 3 de octubre no dieron al partido peronista, en la Camara Baja, los dos tercios necesarios para modificar la Constitucion en los terminos deseados por Menem, es decir, en orden al consenso que posibilitase la reeleccion del presidente. En vista de ello Carlos Menem senalo que iria a un plebiscito nacional sobre el tema. El segundo partido del pais (la Union Civica Radical) manifesto, a traves de Alfonsin, un no rotundo a esa votacion y a la reforma. Menem senalo, de todas las maneras, que el plebiscito se realizaria en este diciembre. Pero antes de que la tormenta llegara a esa escision nacional, se produjo lo imprevisto, esto es, la decision de Alfonsin y Menem de negociar un acuerdo. El acto ha consistido finalmente, en que Alfonsin, y su partido, pueden aportar los votos suficientes para obtener los dos tercios necesarios para la reforma constitucional. Con ello, aparentemente, se abre la posibilidad de que Menem sea reelegido al final de sus seis anos. El Pacto Alfonsin y Menem es objeto de un apasionado debate en Argentina, pero hay un consenso: la sociedad no desacredita a Alfonsin por su cambio. La revista Noticias de la semana, del 21 de noviembre, admite que el 72 por ciento del electorado (segun los datos de Telesurvey y Heriberto Muraro y Asociados) esta en favor del pacto; solo el 21 por ciento en desacuerdo, en tanto que el 7 por ciento no sabe bien. En resumen, el partido radical ha aceptado lo que parecia inverosimil: el si. Este si deja enormes posibilidades a Menem, cierto, pero todo indica que la sociedad iba por ese camino y que, en caso de oposicion recalcitrante del radicalismo, existia el peligro de una derrota mucho mayor, en las proximas elecciones presidenciales, que la sufrida en las "intermedias" y, por tanto, riesgos serios de supervivencia como partido. Asumiendo el consenso y, probablemente, imponiendo en el pacto reformas democraticas y transformaciones en la eleccion de los miembros de la Corte Suprema, Alfonsin y su partido aceptan que la existencia de un cambio no reversible en el sector publico y se aprestan, desde ese punto, a ser protagonistas en la experiencia que viene, pero no desde fuera. Sobre todo, sin mas, porque Argentina como Chile se disponen, despues de Mexico, a luchar por su incorporacion al tratado de libre comercio que cambia, en estas horas, la estrategia tradicional de America Latina y la integra en los grandes sistemas regionales mundiales que, inevitablemente, con las caracteristicas propias de cada pais, estan modificando las relaciones internacionales y, desde luego, las economicas y financieras eristicas propias de cada pais, .