GUIA: QUNO SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 12 CINTILLO: Teresa no puede dejar de pensar en el 1 de diciembre de 1991; era su primera relacion amorosa CABEZA: Tengo sida, pero a ratos... soy feliz SUMARIO: Lo unico que me duele es que esto se lo pasas a la gente que quieres, relata el musico Cortes Bracero CREDITO: ELENA CASTELLO, DE EL PAIS MADRID, Espana.-"Lo que no soporto es la ignorancia, porque la gente oye, como yo oia, pero no escucha". Teresa, que prefiere no aparecer con su verdadero nombre, tiene 40 anos y hace dos supo que se contagio con el virus del sida. Fue exactamente el dia 1 de diciembre", asegura, "precisamente hace dos anos justos", repite esta mujer menuda y palida. Y con la misma precision desgrana fecha a fecha los dias que precedieron a la Navidad de aquel ano, cuando empezo a sentirse morir". Fiebre, arcadas secas y un dolor insoportable por todo el cuerpo la llevaron a las urgencias de un hospital. Lo primero que me descubrieron es que me habian contagiado una candida y me dieron antibioticos", relata. Pero los sintomas no remitian y, entre los analisis, le pidieron que se hiciera la prueba del VIH. "Sientate, Teresa", le dijo su medico. La prueba habia dado positiva. Y Teresa no puede dejar de pensar en ese 1 de diciembre, porque aquella fue la primera relacion sexual de su vida. Hasta entonces habia permanecido entregada a cuidar enfermos en una residencia. Aquel chico al que habia conocido unos meses antes habia sido heroinomano, aunque ya estaba rehabilitado. "Yo pensaba que podia tener el virus, pero me decia: no puede ser, Teresa, con lo sano que parece... Ademas, una sola vez no es suficiente". Cuando le dijeron que era seropositiva, se lo conto. "Yo no tengo el virus del sida, mujer, solo tengo anticuerpos", le respondio este. "Tu amigo tiene un nombre; es un asesino", le dijo el medico a Teresa. Que quieres que te diga, aquello era una traicion muy gorda", susurra. A pesar de todo, Teresa volvio a acostarse con su amigo, antes de dejarlo definitivamente. Y siguieron sin utilizar preservativos. "El no queria ponerselos, empenado en que no tenia nada". Su ginecologo se echo a llorar cuando se lo conto. "Pero, Teresa, ¨no sabes que puedes reinfectarte mil veces?", me repetia. En su trabajo, en una centrica tienda madrilena, no lo sabe nadie, salvo su jefe, y apenas tres amigas intimas han compartido sus confidencias. Con su familia no se habla desde hace anos. "Yo no le tengo miedo al sida, pero ¨para que tengo que pregonarlo?", pregunta. "Ni estoy enferma ni me siento enferma". Teresa tiene apenas un nivel de 180 linfocitos CD, (el nivel normal son 500) y nadie se explica como ha caido enferma. Se levanta cada dia a las seis de la manana para acudir al trabajo y no para hasta la noche. Su cuerpecillo tenso es un cumulo de energia. "Claro que mi vida ha cambiado, pero sigo siendo feliz como lo es todo el mundo, a ratos", dice. "Bueno, tambien hay dias grises", reconoce. "Pero entonces me pongo en pie y voy y vengo y ya esta. Lo que no soy ni sere nunca es una victima", asegura. "Ni culpables, ni mucho menos victimas", afirma. Y esto lo tiene muy claro Cortes Bracero, un musico callejero de 37 anos que supo el pasado mes de abril que era seropositivo. Cortes se encoge de hombros en muchas de sus respuestas, intentando alejarse de los topicos. ¨Que como es mi vida? Pues como la de todo el mundo, yo se lo mismo que todos sobre lo que pasara manana", afirma. "Nadie piensa que esto puede ocurrirle. Yo siempre he tenido muchas parejas y me protegia a veces y otras no", continua. "Lo unico que me duele y mucho, es que esto se lo pasas a la gente que quieres por quererles", explica. Cortes trabaja en el Comite Ciudadano Anti-Sida de Madrid, "Lo que me cabe es la tendencia de la gente a dividirnos en buenos y malos. Y nunca podremos agradecer bastante a los homosexuales y a los drogadictos todo lo que han hecho en la lucha contra el sida", anade. Junto a Cortes trabajan tambien en el comite Juan Ignacio Manrique, de 21 anos, y Ramon Grade, de 29, ambos estudiantes como voluntarios. El primero, "por mi compromiso como creyente, como ciudadano y como persona", y el segundo, como parte del servicio social sustitutorio, desde el pasado mes de octubre. "Personalmente no me afecta en absoluto que la doctrina oficial de la Iglesia sobre el sida y el sexo seguro contradiga lo que nosotros intentamos hacer", explica Manrique. "Ya no intento convencer a los que se cierran en banda y me esfuerzo por los que si quieren ayudar y punto". Aunque ambos opinan, como Cortes, que ya no hay tanta discriminacion como antes, tanto el como Ramon siguen escuchando en casa cosas como "hay que ser solidario, pero sin pasarse" o "ten cuidado, a ver si un dia de estos apareces tu con algo raro" sa cosas como "hay que ser solidario, pero sin pasarse" o "t .