SECCION: INTERNACIONAL GUIA: UNODE------------ PAG. 22 CINTILLO: ANALISIS CABEZA: Uno de los mas atroces conflictos de Africa CREDITO: Nicole Guardiola LUANDA (El Pais-Reuter).-Los 97 heridos de guerra ingresados a comienzos de noviembre en el hospital militar de Catumbela, cuartel general del Frente Centro, en Angola, son hombres felices, porque estan confortablemente instalados y alimentados. Sus companeros, a 300 kilometros de distancia, siguen expuestos a los tiros, a las emboscadas y a las minas sembradas a lo largo y a lo ancho de este pais, mas de 10 millones segun el Pentagono estadounidense, una para cada angoleno. Los heridos tuvieron suerte porque fueron atacados junto a las posiciones gubernamentales y sobrevivieron el tiempo suficiente para ser evacuados en helicoptero. "No tenemos ambulancias, ni otros transportes sanitarios", lamenta a media voz el capitan medico Sampaio, que acompana a los periodistas durante la visita al hospital. Viejos helicopteros sovieticos son el unico medio de transporte seguro y rapido entre la retaguardia y las posiciones avanzadas del Ejercito gubernamental angoleno en el altiplano, a menos de 100 kilometros de Huambo, la capital de Jonas Savimbi, el jefe del movimiento guerrillero UNITA, conquistada en marzo despues de 55 dias de asedio. Viajar en una de estas maquinas voladoras requiere nervios solidos y una buena dosis de fatalismo, a pesar de la pericia de los pilotos. Cargado hasta el limite de su capacidad con cajas de municiones de todos los calibres, sacos de harina, arroz, judias y pescado seco, el helicoptero sigue los accidentes del terreno, rozando la copa de los arboles, para evitar la artilleria rebelde y no dar tiempo a los tiradores de ajustar el tiro. El regreso se efectua de la misma manera. Solo la carga difiere; cabritos, gallinas y patos comprados por los militares en las aldeas visitadas, varios heridos y dos cadaveres en los sacos de lona impermeable que sirven de saco de dormir y de mortaja a los miembros de las tropas de elite. Los otros militares no tienen derecho a semejante lujo; en el intervalo de los combates, los cadaveres, recogidos y amontonados en algun lugar previamente escogido, son sepultados en fosas comunes, en el cementerio mas proximo, si existe, o en medio del campo. Del otro lado, dicen, las cosas son aun peores. Los guerrilleros tienen instrucciones para no dejar atras heridos o muertos identificables; siempre que sea posible, decapitan los cadaveres y se llevan las cabezas. Tampoco hay condiciones para llevar y guardar prisioneros de guerra. En octubre, las fuerzas gubernamentales encontraron en una casamata de la ciudad de Balombo los restos de tres decenas de ex soldados, policias y funcionarios liquidados a machetazos por los rebeldes en retirada. Por una serie de razones (relevo en la Casa Blanca, conflictos en la ex Yugoslavia, ex URSS, Somalia, crisis de la ONU y recesion economica), la comunidad internacional tardo en comprender las verdaderas dimensiones del conflicto angoleno, que fue visto inicialmente como la mera continuacion de la guerra civil que, de 1979 a 1991, opuso la guerrilla de Jonas Savimbi apoyada por Estdaos Unidos y Surafrica al regimen marxista de Luanda, respaldado por sovieticos y cubanos. En esta lucha se ha utilizado el hambre como arma politica y se han destruido sistema'ticamente todas las infraestructuras del pais; puentes, carreteras, centrales hidroelectricas, edificios publicos, bancos, escuelas, fabricas. ...Cuando, en marzo pasado, agotados por 55 dias de sitio, sin esperanza de recibir apoyo de Luanda, los defensores de Huambo resolvieron abandonar la "capital del altiplano" que Savimbi habia escogido como su cuartel general, llevando tras de si a miles de civiles en huida desesperada hacia el mar, el lider de la UNITA podia pensar que la victoria estaba a su alcance, y que la comunidad internacional acabaria por inclinarse ante el hecho consumado. Era dueno de tres cuartas partes del pais y la autoridad del Gobierno quedaba reducida a la capital, Luanda, una estrecha faja litoral y algunas islas del interior sitiadas por los rebeldes. Pero la comunidad internacional no cedio al chantaje y la sociedad civil angolena encontro fuerzas y aliados para defenderse. Al enfrentamiento de dos ejercitos sucedio una guerra civil generalizada y devastadora, que causo en 9 meses mas victimas que los 19 anos de conflicto colonial y de lucha por el poder entre la UNITA y el MPLA que antecedieron a los acuerdos de paz de 1991; cerca de 500 mil muertos. La realidad que se descubre en las zonas recientemente reocupadas por el Ejercito gubernamental, progresivamente reorganizado y reequipado, y las pocas informaciones divulgadas por las organizaciones humanitarias que desde septiembre operan en las areas controladas por la UNITA (esta no autoriza que los periodistas utilicen los vuelos humanitarios para visitar las regiones en su poder), desdicen la imagen maniqueista de la propaganda rebelde; caos, corrupcion, miseria, hambre y violencia por un lado; paz, concordia, abundancia, felicidad y disciplina, por el otro, gracias al presidente Savimbi. Lejos de huir, las poblaciones afluyen hacia las localidades reconquistadas por el Ejercito y mendigan sal, jabon, ropas, medicamentos. Sus acusaciones contra la UNITA son demasiado coincidentes para estar inspiradas unicamente por el deseo de agradar al nuevo ocupante; robos de ganado y cosechas, raptos de jovenes y adultos para incorporarles a la guerrilla o como porteadores, ejecuciones sumarias de fugitivos, desertores y colaboracionistas. "La guerra es la guerra, obedecer al jefe, matar o morir", filosofa un joven teniente, natural de Huambo, que no esconde sus pocas simpatias hacia el MPLA y suena con el fin de la lucha para ser profesor. Culpa a la ambicion de Savimbi de haber "echado a perder la primera oportunidad que tuvimos de vivir en libertad y democracia", y teme el regreso del regimen de partido unico. Jaime, ex militante de la UNITA, tiene preocupaciones mas terrenales; estaba harto de andar por el mato, dias y dias, y el rancho de arroz y pescado seco le sabe a gloria. Este nuevo Ejercito, mal equipado y poco disciplinado, es muy diferente de las antiguas fuerzas armadas ideologizadas segun el modelo cubano. Todas las edades y etnias confundidas, con voluntarios arrastrando tras de si hijos menores "que ya no tienen madres o familias con quienes quedarse", quieren "acabar con la guerra" y con Savimbi. Para la mayoria bastaria con reconquistar Huambo para destruir el prestigio tribal de Savimbi. Y juran que esta vez no se dejaran enganar y que no volveran a sus casas a la primera noticia de otro alto el fuego avimbi. Y juran que esta vez no se dejaran enganar y que no vol .