SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: SONIDOS CABEZA: De creyentes y descreidos CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. Dos recientes lanzamientos de peso superpesado ilustran caras opuestas del rock: fanatico/agnostico. Bad Brains son pioneros del hardcore, veloz y abrasivo genero al que evolucionaron de su origen jazz-rock con la aparicion en 1980 de su primer sencillo Pay To Cum, que lograba a la vez romper record mundial de velocidad en tierra y expandir el potencial letal de la guitarra electrica en modico minuto 33 segundos de condensada torridez. Su primer album fue un casete eponimo lanzado en 1982, y ese mismo ano el EP del mismo nombre inicio una espaciada discografia que ha rendido algunos clasicos del gen ero (I Against I, Live, Quickness) y corona su actual y decimo lanzamiento God of Love. Ademas de su inmisericorde agresividad y energia, ha distinguido a este atipicamente negro cuarteto de speed-punk metalico la facilidad con que bajan la velocidad y se solazan tocando oscuro raggae y dub con que resaltan orgullosamente las raices negras que los hacen inimitables, salvo por hermanos de raza a la vez que discipulos aventajados como Livin Colour y Fishbone. Pese a esto tal vez a causa de ello, Bad Brains tardo la friolera de 15 anos en ser lanzado internacionalmente, y no es ocioso resaltar que sea precisamente Maverick, la etiqueta de Madonna, quien se empena en un rescate que es causa de virtual reunion su anterior album The Youth Are Getteing Restless data del 90 y estaban diseminados y no por tardio indigno de atencion. Todo lo contrario: acaso sea hasta coleccionable como posible ultimo album de los reunidos y evidentes Malos Sesos: el volatil, impredecible e ineluctable H.R. (Paul Hudson), el devotamente rastafariano y consecuentemente fumadisimo vocalista de la banda parece haberse inflamado al contacto con las practicas promocionales de la industria musical, y virtualmente deserto de la banda entre increpaciones y abiertas amenazas a su representante y a su socio creativo el guitarrista Dr. Know (Gary Miller). Bemoles de la fe: si su reticencia a vincularse a la Babilonia del negocio repliega al excentrico frontal hacia su propia, pequena e indomita carrera de solista punk, se habra vuelto a desmembrar un grupo cuya precision y potencia (cortesia de la sincronica seccion ritmica del bajista Darryl Jennifer y el baterista Earl Hudson) son faciles de subestimar, pero dificiles de ignorar una vez que se escuchan sus bombas sonoras (Cool Mountaineer, Justice Keepers, Tongue Tee Tie, Thank Jah y God of Love) y contrastante ecos selvaticos como Long Time,, y calmos reggaes (Overs the Water, To the Heavens,, Big Fun). Aparentes concesiones al arribo al mercado masivo de esta habitualmente fiera banda son la sosa balada Rights of a Child y la devotamente religiosa e insoportablemente chabacana How I Love Thee. Mejores cuanto mas energicos, Bad Brains son ocasionales victimas del "opio del pueblo" de Lenin (y Lennon). En cambio, Faith No More, banda que contrapone el vociferante cinismo nihilista de su hiperenergico y multidimensional vocalista Mike Patton con tecnica e imaginacion musical que remonta fac ilmente la unidimensionalidad monocromatica del hardcore incorporandoles dosis cambiantes de funk, metal, hip-hop y teclados postprogres vuelve a las lides con King for a Day su sexto album, creo, desde su aparicion independiente hace ya una decada, y demuestra mas alla de toda duda su retumbante existencia mas alla de la salida de su guitarrista original Jim Martin por irreconciliables diferencias artisticas. Retrospectivamente, la humilde y ritmica aportacion de Martin (el mas metalero integrante de un quinteto que incluia al bajista virtuoso, Billy Gould, y un tecladista imaginativo en ambito poco comun para su instrumento) no se anora gracias a la participacion invitada de Trey Spruance, guitarrista del subterraneamente apreciado "otro" grupo de Patton, el eclectico y gozosamente excentrico Mr. Bungle. Mas modernos y aventurados que sus aclamados coterraneos sanfranciscanos Metallica, el hoy cuarteto de la Fe Negada se diversifica en su nueva grabacion con la agil sagacidad de un felino que merodea en la selva, o un escualo que hace lo propio en las profundidades: brumosas excursiones de influencias jazzisticas (Evidence, Caralho Voador-en portugues!-, What a Day), ominosas baladas de vario calibre y filiacion (King for a Day, la estruendosa The Last to Know, la hibrida e ines peradamente placida Just a Man), y hasta country y blues tradicional (Take this Bottle) se ceden el paso con verdaderos acorazados sonoros (Ricochet Star A.D., la excelente cuan escatologica Cuckoo for Caca). Punk tan lozano como Green Day (Digging the Grave) y bizarras melodias disonantes reminiscentes del temprano XTC (la catartica y asombrosamente contundente Ugly in the Morning) son otras cotas del potente sincretismo con que Faith no More saca en esta nueva oca sion cabeza y hombros por encima de sus mas pesados congeneres. Mike Patton da voz a la ira de nuestros dias con la fuerza de quien se sabe unico responsable de su destino. Lo que es no tener temor de Dios, diria mi abuelita; amen. .