PRIMERA DE PRIMERA BALAZO: EDITORIAL CABEZA: Chiapas: seamos realistas en nuestros optimismos Podemos y debemos decir: que bueno que el gobernador, que vive y trabaja alli, en el ojo del huracan, tenga esta buena percepcion. Nadie mejor que el para calibrar asi las cosas en su estado. Ello no nos impide el beneficio de la duda, en uno o en otro sentido, pues es virtud de la sensatez y de la prudencia. Tambien podemos y debemos decir: mientras en el conflicto chiapaneco las cabezas de las fuerzas encontradas no accedan a una solucion politica suficiente y eficiente, que logre el desarme real y el de las conciencias, por la via de las negociaciones y de los compromisos constructivos, no podremos hablar de paz y trabajo. Es alentador que no se tenga una vision negativa de la crisis y menos desde la optica de un gobernante. Muy malo seria gobernar a nombre de la catastrofe, la revancha, el desanimo o la abulia. Palabras de guerra llevan a la guerra, tarde o temprano. Suponemos que palabras de paz nos han de acercar a la paz, siempre y cuando estas ultimas correspondan a los hechos de la realidad. Se calibra como real el movimiento de las comunidades para retornar, tras un ano de abandonos, a su trabajo, a sus casas, a sus afanes cotidianos. Pero mientras no cuenten ellas con un arreglo formal definitivo, que debe ser politico y por consecuencia militar, el retorno a la vida pacifica estara prendido con alfileres. Hace falta seguir insistentemente tejiendo la urdimbre de los arreglos que lleven a los chiapanecos y a los mexicanos a la paz definitiva. .