SECCION CIUDAD PAGINA 17 BALAZO: ARENA CABEZA:Tristisima cancion en la ciudad dormida CREDITO: RAFAEL CARDONA SANDOVAL Espejo y entrana la enorme ciudad nos envuelve en las contradicciones de su derruido paisaje donde se hallan todas las ilusiones rotas y todas las esperanzas de cada manana. Todos los estropicios nacionales se concentran en este espacio de luminosidad cotidiana viva a pesar de todos los esfuerzos por terminar con ella. Sitio de encuentro de la escasez campirana y la promesa de la vida mejor la capital nos arrastra en el vertigo de verdades inmutables: sobrevivir es la obligacion primera en el paramo de las desilusiones. Como? A golpes de audacia, con sacrificios, con rencores acumulados, con desden por la tragedia propia, con las unas y los dientes, a zarpazos y suspiros, pero nunca habia sido esta elevada Cuenca tan agreste, tan sombria, tan sola. Las luces de color violeta restriegan la promesa lujuriosa de la industria del sexo, la prostitucion rebasa las cifras de la imagineria mas alcahueta: 15 mil daifas de esplendido metal con chapa de oro realizan los suenos de lascivia mas alla del dominio del reloj checador: la desnudez y la danza embadurnada comienzan desde las dos de la tarde y ante la crisis de la economia se busca la salida del Barzon o el eterno subibaja del calzon. Mexico es hoy algo nunca imaginado ni en las vitrinas de Holanda ni en los burdeles magicos y cronometrados de Hamburgo. Hay en Bruselas un tugurio de mujeres sardina a las cuales se pesca con red, cuyas puertas se abren para el regocijo de una clientela extrana a la misma hora de los servicios religiosos, de los calvinistas del templo vecino. Tambien en los barrios horribles de Atlanta el negrerio se regocija desde el mediodia y en la recoleta Otawa solo se tiene que cruzar el rio para mirar la lisa piel de las bailarinas encaramadas en breves mesitas colgadas en simiesca solicitud de dolares de un larguisimo tubo de plata falsa. En ese sentido hemos llegado al primer mundo, al menos en las artes sensuales de la noche. Nadie dira que el rezago de nuestro subdesarrollo no nos ha convertido en la Babilonia en los tiempos del sida, mientras los sesudos economistas revientan los programas de sus infalibles computadoras para encontrar la solucion de nuestras deudas asi sea por el tiempo necesario para un suspiro. Mientras tanto los vendedores ruedan por los suelos y los mercaderes de piezas robadas hallan extranisimas facturas bajo cuya sombra se cobijan y la ciudad se desconcha y la Catedral se hunde y los Chacmoles en el Templo Mayor brotan como los hongos en bosque humedecido por el rocio de los arqueologos. Los miles de canes ladran a la luna y la sevicia burocratica se apresta a pegar la segunda dentellada verificadora para aumentar los motivos del lobo de extorsiones sin fin y sin proposito como no sea aumentar el caudal de la corrupcion, esa alegre cascada de ascendente flujo en contra de la gravedad de cualquier ley fisica o moral. Todos contentos en la ciudad de los pegotes y las malas arquitecturas; de las calles llenas de hoyancones y lamparas tuertas, de las casas hediondas a zaguan abandonado, de los pobres costrudos de cuando en cuando entrevistados por reporteras de dientes blanquisimos a quienes dan cuenta de los sinsabores del abandono. Aqui los ninos nacen con los ojos abiertos y algunos sin llanto ni sorpresa. Las madrugadas son largas y por San Antonio Tomatlan se escuchan por las noches oscuras las lobregas canciones de los ciegos tristes. Sin embargo seguimos con la ciudad, con ella sonamos y ella nos cobija, asi sea con el rasposo zarape de su pasado o simplemente como le pasaba a Evelyn Waugh en su Retorno a Brideshead: -Tambien hay una espantosa fuente delante de las escaleras, descomunal, hecha de rocas y de todo tipo de animales de piedra. Nunca habras visto nada igual. -Si, Hooper la he visto. He estado antes aqui. Desde las profundidades de la mazmorra de mi vida, mis palabras parecian volver enriquecidas hacia mi. Habia estado antes alli... Lo conocia todo muy bien. * Periodista. .