SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: Manos llenas de palabras CREDITO: PATRICIA MORALES* Oliver Sacks, autor de Migrana, El hombre que confundio a su mujer con un sombrero y Despertares (hay incluso una pelicula); nos sorprende de nuevo. Es increible la capacidad que tiene para comunicar temas clinicos que pudieran antojarse aridos o dificiles, y contagiarnos su entusiasmo. Sacks es un neurologo inmensamente culto, que defiende la "medicina humanista": no disocia a la enfermedad del enfermo, e incorpora la biografia al diagnostico y su terapia. Con la misma pasion y respeto con que trato en Des pertares a los aquejados de encefalitis letargica, y en Veo una voz -Madrid, Anaya & Muchnik, 1991- se acerca al ignoto y silencioso mundo de los sordos. Descubre cosas maravillosas. Sin descuidar su condicion medica, los ve con un enfoque nuevo, "etnico", como si fuesen un pueblo con su lenguaje diferenciado, cultura y sensibilidad propias. Los sordos poslingisticos son aquellos que perdieron el oido luego de haber asimilado ya los elementos esenciales del lenguaje hablado; su universo suele estar poblado de sonidos fantasmas. Situacion diferente a la de los Sordos, con mayuscula, quienes, porque jamas escucharon voz alguna, ni siquiera tienen la memoria o la ilusion de sonidos. No sienten el silencio ni se quejan de el, no hablan; y sin embargo sus manos estan llenas de palabras. Este libro sobre los sordos se convierte, bajo la pluma de Sacks, en una bandera a favor de sus derechos politicos y sociales; y en una reflexion sobre el lenguaje. No pensamos en ella, o creemos que la sordera no es tan grave como la ceguera. Pero si los sordos porque no oyen no hablan, y es a traves del lenguaje como nos incorporamos cabalmente a nuestra cultura; si el lenguaje es condicion del pensamiento, los sordos son retrasados mentales? Pasar de los objetos y la percepcion al nombre y el concepto, hace posible al pensamiento; la palabra alude a un grupo o clase de objetos y no a un solo objeto. Esta posibilidad de generalizacion recrea la realidad de un modo distinto a la mera sensacion, el modo humano; nos da la dimension del tiempo. La palabra es esencial, sin duda, dice Sacks, pero la palabra no necesariamente es oral. Podria pensarse que la sena es tan solo expresion con gestos que todo mundo entiende, o la figuracion de letras con las manos. Pero no. El lenguaje de los sordos, cuya capacidad concierne al hemisferio izquierdo del cerebro (el especializado en tareas analiticas), es uno muy complejo, con su estructura, gramatica, sintaxis y semantica; comparable al habla en cuanto a su fonologia, aspectos temporales, flujos y secuencias; ademas con una mayor participacion del cuerpo. Es un lenguaje visual, cuyo aprendizaje por los ninos sordos guarda notables similitudes con el del lenguaje hablado por un nino oyente, y el de su gramatica se produce a la misma edad. El lenguaje de senas que se habla en Estados Unidos se llama ameslan: American Sign Language, y es distinto al de los sordos de otros paises. La existencia de este lenguaje, la sena, y el asombroso aumento de la percepcion e inteligencia visual que aporta su aprendizaje -eso lo sabemos tambien por aquellos ninos oyentes hijos de padres sordos que son bilinges, bimentales- nos revela que existen en el cerebro posibilidades ricas e insolitas, nos muestra la flexibilidad y recursos de nuestro sistema nervioso. Nacemos con nuestros sentidos y podemos adquirir habilidades motoras solos. Pero no podemos aprender el lenguaje solos. Sacks no olvida la relacion entre afecto e inteligencia. Lo importante, dice, es que el nino sea querido y aceptado, que sus padres se comuniquen con el. Que reciba oportunamente un lenguaje, el que sea, a riesgo de que se produzca un retraso y hasta bloqueo en la maduracion cerebral. Pero, entendamonos, no por padecer sordera, sino por la falta de un lenguaje con el cual expresarse y comu nicarse; que es una de las peores calamidades que puede sufrir el ser humano. Se debe intentar ensenarles el habla a los sordos, incorporarlos (asi sea parcialmente) al mundo de los oyentes?, o bien, darles un lenguaje: el de sena, y ponerlos en contacto tan pronto como sea posible con otros sordos como el? Sacks se inclina por la segunda opcion -esta es una cultura rica en posibilidades, completa a la que debemos respetar- y nos aclara por que. Termina el libro con el relato de su experiencia en la rebelion estudiantil de 1988 en la Universidad Gallaudet para sordos. Sacks es, sin duda, uno de los grandes autores clinicos del siglo *Psicoanalista y escritora. .