SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 CABEZA: ZONA DE TOLERANCIA SECUNDARIA: DE PASO Recuerdo que cuando la vi tomar el microfono justo al empezar su show, no hubo manera de que nadie ni nada me quitara de la cabeza las multiples posibilidades que me ofrecian su sexual, y no sensual, forma empunarlo. No se si fue el empuje de los tragos o la abstinencia de feminas lo que esa noche me sacaba vapores hasta del ultimo de mis poros, al caso es que no solo era la idea del microfono la que me alejaba de la platica con los amigos, sino mas bien cuando empezo a cantar "Come tog ether", la que traduje de inmediato como "Venganse juntos", lo que me lanzo directo a la organizacion de una orgia. Al principio ninguno de los que estaban en la mesa hizo gran fiesta al escuchar mi propuesta de que todos en bola y en pelotas la hicieramos chillar esa noche. Conforme el alcohol se nos fue echando encima, ellas y ellos empezaron a ver mi propuesta con mejores ojos. Estaba hecho, nos iriamos cuanto antes en busca de un lugar que albergara de una sola entrada a siete repentinos lujuriosos. Tre s mujeres y cuatro hombres tratando de hallar la intimidad en grupo. Sin embargo, mi obsesion por los numeros pares me detuvo un poco: iria tras el octavo pasajero, la que habia iniciado todo con su microfonito y cancioncitas, si, iria por la misma mujer que a vuelo de voz me habia dicho "Venganse juntos". Ya con la sangre subida, me costo buen trabajo convencerlos para que esperaran a que terminara su segundo y ultimo show. Por supuesto, ni siquiera habia cruzado yo palabra con ella, pero mi esperanza en h ablarle una vez que finalizara su chamba no me dejaba. Serian como las tres de la manana cuando escucho sus ultimos aplausos, agradecio y salio volando rumbo a los camerinos, intente detenerla al paso pero no la alcance. Intente introducirme a su camerino pero uno de esos caracteristicos hombres de seguridad me cerro el camino; le insisti que me dejara pasar pero a cada palabra mia el amigo se ponia mas dificil, pense que no me quedaba otra mas que ponerlo en su lugar aunque tuviera que usar la violencia. S in embargo, por esas cosas de la vida, el hombre penso lo mismo que yo, y antes de que pudiera siquiera darme cuenta de lo que venia, me cayo descomunal golpe entre ceja, oreja y madre que me hizo perder parte de la noche. Cuando volvi en mi descansaba comodamente a mitad de la banqueta, me levante pesadamente y lo primero que pense fue ir en busca de mis amigos... No estaban, se habian ido. Con la lujuria sometida a fuerza de madrazos, no pense mas que en retirarme del lugar y pasar una buena velada a sola s. Al dia siguiente me platicaron lo que habian hecho y a donde habian ido. Con envidia, pero mas con verguenza, empece a escuchar como salia de sus labios el nombre Hotel Monte Real (Revillagigedo 23, Centro). Pero no todo fue frustracion para mi porque cuando los oi que no los habian dejado pasar a todos a una habitacion y habian tenido que distribuirse por parejas soltando cada una sus 150 pesotes, una sonrisa de burla y satisfaccion me salio de lo mas hondo. Que otra cosa me quedaba. jas soltando cada una sus 150 pesotes, una sonrisa de burla y satisfaccion me salio de lo mas hondo. .