PAG. 31 SECCION: DEPORTES CINTILLO: SPARRING, CONFESOR Y AMIGO DE CHIQUITA GONZALEZ CABEZA: Padre Julian, sacerdote con alma de boxeador ENTRETEXTO: Su habitacion en la iglesia de San Judas Tadeo, contrasta en cada rincon. Las paredes lo mismo muestran imagenes que fotografias del Papa Juan Pablo II y del ex campeon Humberto Gonzalez, con los brazos en alto y levantado por nuestro personaje. CREDITO: JC VARGAS Sonaba con ser boxeador. Desde pequeno, alla en su natal San Francisco Acambay, Estado de Mexico, recibio unos guantes de box de juguete y peleaba con quien se dejara. De hecho, parte de su juventud la gasto en un ir y venir de pueblo en pueblo, buscando la fama arriba de los cuadrilateros improvisados, sonando con llegar a ser Julian Alvarez, el campeon mexicano. Sin embargo, su otra vocacion le haria cambiar la bata por la sotana. Es el padre Julian, tambien conocido como el Padre Banda, el Padre Gallo o simplemente Julian de Neza, un sacerdote que se faja arriba en el ring con Chiquita Gonzalez o en los barrios, con los chavos banda. -Por que no fue boxeador? -Busque a Dios en el seminario, alla en Toluca, donde a escondidas peleaba con otros companeros. Era mal visto, pero no se enteraban. Con el paso del tiempo descubri que mi vocacion eran los habitos. No me arrepiento, pero sigo practicando el boxeo con Beto (Chiquita Gonzalez), asi como con los chavos de la calle. Su habitacion, en la iglesia de San Judas Tadeo, en Iztapalapa, contrasta en cada rincon. Las paredes lo mismo muestran imagenes que fotografias del Papa Juan Pablo II, y del ex campeon mundial de la division minimosca Humberto Gonzalez con los brazos en alto y levantado por nuestro personaje. Un dia con el padre Julian Apenas anuncia el gallo el amanecer, la luz de una pequena habitacion, en Iztapalapa, indica otro dia para el pugilista-sacerdote. Julian Alvarez balbucea alguna oracion y busca sus ropas en un un ropero donde hay batas de boxeo que le obsequio Vicente Saldivar, sotanas de mediana calidad, ropa civil y unos pants negros. El cura toma los ultimos, se calza unos tenis gastados y sale rumbo a Neza, en busca de su amigo Chiquita Gonzalez. -Como es un dia del padre Julian? -En las mananas Beto y yo corremos 10 kilometros. Nos banamos, desayunamos y luego estudio en la iglesia. Por las tardes, despues de la comida, salgo a las calles a dar misa, lo mismo en explanadas, estacionamientos y vecindades. -Amigo de Chiquita Gonzalez? -Conoci a Beto en Neza, desde hace seis anos. Era mi idolo y su sencillez y apoyo a la Iglesia nos fue uniendo. Ademas de amigos, entrenamos juntos, nos ponemos los guantes arriba del ring y lo acompano a sus peleas, en Corea, Los Angeles o Las Vegas. -Lo bendice antes de cada pelea? -En los vestidores, Chiquita pone las rodillas en el piso y recibe mis oraciones. Ello mientras el besa estampitas de Cristo, la Virgen y San Judas Tadeo, imagenes que lo acompanan a todas sus peleas. A la hora que Beto sale al combate, voy adelante de el levantando su cinturon a todo lo alto. Despues de la funcion vamos a comer hamburguesas. La sotana esconde los pants de nuestro personaje. Pero no alcanza a cubrir los tenis delatores. Como si estuviera listo para la transformacion de padre a pugilista o a la inversa. -La Iglesia no critica su forma de ser? -En Mexico nos gusta el pleito, lo llevamos en la sangre arriba y abajo del cuadrilatero. La Iglesia no se opone, mientras cumpla con mi trabajo. No pueden criticar una bella amistad con un pugilista como Chiquita Gonzalez, porque ademas me ha ayudado a levantar varios templos. No me pueden criticar por hacer deporte, porque es la manera de rescatar a los jovenes que han equivocado el camino y se han refugiado en el alcohol, las drogas y la violencia. -Cuantos templos ha levantado? -Son cuatro los templos que he levantado en los barrios desamparados, con la ayuda del box y la lucha libre. Por ejemplo, el de San Gerardo, en ciudad Neza. Cuando llegue a dicho lugar, era un terreno baldio y en el centro una capillita construida con laminas de carton. Era 1989. La gente de Neza daba un peso, dos. Incluso venian en las tardes a la mano de obra. La solucion la dieron Chiquita Gonzalez y el luchador Babe Richard. El primero me ayudo a realizar funciones de box y el segundo de lucha, aqui en el patio de la iglesia. Poniamos un ring y cobrabamos la entrada. Y como no, si vinieron idolos como los Grondy, los Brazos, Konan, Rayo de Jalisco, el Vampiro Canadiense, Octagon, Atlantis y Kato Kung Lee, entre otros. En esa iglesia bautice a los hijos de Julio Cesar Chavez y Chiquita Gonzalez, y case a Kato Kung Lee. -En que iglesia esta ahora? -En la de San Judas Tadeo, en la Ermita Zaragoza, donde oficio desde hace apenas cuatro meses. Me mandaron a este sitio, precisamente por ser uno de los lugares mas peligrosos. En una unidad mal planeada, con poco acceso para los autos y donde a cada rato hay muertitos (a razon de 10 por mes). -No es un barrio peligroso? -Aqui la vida es muy dificil. Cuando llegue tuve que fajarme con algunos a golpes. Claro que cuando sacan la navaja o la pistola, pues soy mejor con los pies corriendo que con los punos. Recuerdo que un dia me robaron el auto (un viejo Galaxie negro), mi reloj y 500 nuevos pesos para la iglesia. Sin embargo, al dia siguiente ahi estaba mi carro, el reloj y el dinero. Se habian dado cuenta que eran del padre Julian. -Que les inculca a los chavos banda? -No trato de dar sermones. Lo que pretendo es ser aceptado por estos jovencitos. Me reuno con ellos, les doy misa en las calles y luego preparo unos buenos filetes, mientras que ellos llevan las tortillas y los chescos. Me invitan de todo: chochos, mariguana, coca, peyote o tragos. No los acepto, pero tampoco se los prohibo. -No ha llegado a sentir temor? -Claro que hay temor, pues a veces, delante de mi, sacan las pistolas, cuchillos y muy quitados de la pena los limpian. Aun asi, pienso que son gente buena. Olvidada quiza, pero en el fondo con necesidades, amores y desgracias como todos nosotros. Nadie se les acerca por temor. Lo mismo pasaba con los curas de aqui. Ahora es diferente y puedo decir que soy amigo de los Jamaicos, los de La 18, los Pelones, los Jarochos o los Ojos Rojos. -Alguna experiencia con ellos? -He tenido varias. Ayer, por ejemplo, estaba oficiando la misa cuando llego un muchacho drogado y con la cara desfigurada de tantas cicatrices. Se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla. Lo mas puro que he experimentado. Le digo que no son tan malos. A veces he tenido que levantarme en la madrugada para asistir a un vandalo herido. Lo mismo me las arreglo para que los judiciales no se lo lleven o que los atiendan en los hospitales. -En busca de un campeon? -Entre mis planes esta el de reparar unas instalaciones descuidadas para retar a las bandas a que cambien las armas por el balon o los guantes y convivan de una buena vez. Pienso poner un ring y entrenarlos. Incluso boxear con ellos. Se imagina? Podria estar escondido un futuro campeon. Es mis tiempos no se podia ser sacerdote y boxeador. Creo que ahora es diferente. Y por eso tambien buscare que se permita el pugilismo en los seminarios. Quien quita y tambien sale otro monarca. -Que lo motiva a ayudar a estos jovenes? -Porque tambien fui alcoholico. No lo niego. Afortunadamente eso ya es historia. Por ello comprendo a estos jovenes y entiendo sus anhelos y rechazos. El padre Julian nos deja entrar a sus recuerdos por medio de viejas fotografias. -En esta estoy entrenando con Beto (Chiquita Gonzalez). Aqui con Perro Aguayo. En esta otra, vestido de cura con gorra de policia. Hay una foto que llama la atencion. El Padre Banda se ve microfono en mano y con mariachis a sus espaldas. Y esa foto, padre? -Esa?, bueeeno, es que tambien me gusta cantar. Mi favorita es una cancion de los Cadetes de Linares que se titula Dos Amigos y dice asi: "...Estos eran dos amigos que venian de Mapiviil, que por no venirse de oquis, robaron Guadalquiviir. Valgame el santo ninito, ya agarraaron a Josee, en la esquina del mercado lo ataron y se les fuee...". La noche cae en Iztapalapa. El padre guarda los recuerdos y cuelga sus ropas, lo mismo batas de boxeo, que habitos de cura. Vuelve a poner la foto de Chiquita Gonzalez en la pared, junto a la del Papa Juan Pablo II. Se queda un momento observando aquella, donde aparece cargando a Humberto Gonzalez, alla en Corea. -La verdad es que se trata de mi idolo. Con el vuelvo a vivir mis momentos de boxeador, cuando no sabia si dedicarme a los guantes o al sacerdocio. Aunque no queda duda, si volviera a nacer, seria cura... con pants y tenis bajo el habito. Una luz se enciende. Son las cinco de la manana. Como todos los dias, los tenis viejos calzan los pies del padre Julian. Hoy correra, como siempre, 10 kilometros con su amigo Chiquita Gonzalez. Manana?.. Dios dira. .