PAG. 8 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: Efimera concepcion de la politica CREDITO: OFELIA CASILLAS ONTIVEROS* En la decada de los anos setenta el destacado investigador y politologo Daniel Cosio Villegas publico un libro titulado El estilo personal de gobernar, donde realiza el analisis critico del proceder que el entonces presidente de la Republica, Luis Echeverria Alvarez, proyectaba como un cambio de actitud en la administracion publica y, particularmente, en el imagen del Ejecutivo Federal que pasaba de la solemnidad mas rigurosa a la del funcionario de maratonicas jornadas de trabajo, esencialmente operativo y empenado en modificar el anquilosamiento de las estructuras y el ejercicio gubernamental. A pesar de los anos transcurridos, las repercusiones politicas del aciago 2 de octubre de 1968 aparecian y se manifestaban en cambios que alentaban las polemicas en aquellos sectores para los que el presidencialismo constituye el eje rector de cualquier decision y, por lo tanto, requiere mantenerse en una linea de conducta cercana al misticismo fecundado en el ambiente hermetico donde el ejercicio del poder es unidireccional y practicamente inequivoco. Muchos jovenes fueron llamados entonces a formar parte del gabinete _fusion generacional que incomodo a los tradicionalistas_ y se crearon organismos como el Infonavit y fideicomisos que partian del proposito de involucrar a los grupos de diversas estructuras socioeconomicas _principalmente los mas deprimidos en sus ingresos_ dentro de ramas de produccion redituables a traves de la organizacion laboral, los valores agregados y procesos de comercializacion mas equitativos. La idea era fomentar un cambio de a ctitud entre la relacion intersectorial y el propio gobierno. Los resultados obtenidos forman parte ya de la historia y para algunos, su juicio aun no termina ni terminara, mientras la pasion politica supere la ponderacion serena, reposada y objetiva del pasado. Posiblemente si el maestro Cosio Villegas viviera, la tematica de Estilos de Gobierno alcanzara en estos momentos interesantes capitulos donde estarian plasmadas las actitudes, circunstancias y decisiones que perfilaron la "personalidad" de cada sexenio desde la vision enmarcada por la figura presidencial. Este es el prisma tradicionalmente utilizado para evaluar los periodos de gobierno y pocas veces se toman en consideracion _o no aparecen con su valor o dimension real_ el cumulo de variables que de una u otra forma se conjugan para constituir factores de poder o presion, cuyas expresiones pueden llegar a modificar _incluso radicalmente_ las politicas rectoras de un regimen. Tambien es frecuente que en el escenario del analisis destaquen los grupos o personajes que por su capacidad economica, relaciones con el sector publico y otros ingredientes de potencial influencia, los hacen merecedores de ser iluminados por las candilejas especulativas sobre como intervienen o dejan de intervenir en la compleja maquinaria que mueve al pais. Es hasta los anos recientes y por la fuerza organica de una sociedad que ha superado en organizacion los previsiones politicas de la modernidad _desde la concepcion de modelos de dudosa adaptabilidad al medio vernaculo_ que los protagonistas de la compleja dinamica del poder han variado con influencias todavia dificiles de precisar. Lo real es que las circunstancias politicas han cambiado en muchos aspectos fundamentales de la vida nacional. Desde el inicio de la administracion del presidente Ernesto Zedillo, y como es natural en un pais donde el presidencialismo ha evolucionado en congruencia con los procesos de democratizacion de la estructura del Estado, se presento la expectativa sobre el estilo que paulatinamente el Ejecutivo Federal habia de imprimir al regimen de gobierno. No hubo que esperar mucho tiempo para comprender que las cosas cambiarian, no obstante que la transicion del poder presentaria aparentemente, un caracter mas o menos t radicionalista. Tanto en los ambitos economicos como en el politico e incluido el tema de la imparticion de justicia, han provocado reacciones de toda indole, convulsionando a estratos de poblacion que antano permanecian marginales o practicamente pasivos en las discusiones sobre tal o cual medida gubernamental. Es claro que las consecuencias de esas decisiones _arropadas aun en la polemica_ han propiciado un mayor interes participativo de los grupos que en el pasado hacian acto de presencia, en el mejor de los cas os, en los procesos electorales y con su voto manifestaban su anuencia o rechazo a los programas de la administracion publica y las ofertas de los partidos politicos. Esto ha enfatizado la pluralidad ideologica que fortalece e impulsa la democracia, a pesar de los escepticismos acunados en experiencias historicas que en su momento tuvieron el sustento de circunstancias que hoy son juzgadas con severidad a traves del prisma de una nueva realidad. El enfasis que el presidente Ernesto Zedillo ha vertido en su actitud y proceder, para destacar el papel corresponsable de los tres poderes en las funciones del Estado, ha pasado al contexto de la politica normativa del r egimen, no sin cierto grado de especulacion, porque ello infiere un cambio de actitudes en todos los niveles de gobierno y en consecuencia, el desarrollo de una cultura de relaciones republicanas que en el pasado propiciaron agrias discusiones. Pero quiza la medida que ha creado mayores expectativas, es la de organizar periodicamente conferencias de prensa presididas por el Ejecutivo Federal, con agendas abiertas y sobre los mas diversos temas de interes para la opinion publica. Hasta ahora son tres los eventos realizados con este caracter y cabe destacar, que no se han presentado restricciones en los dialogos entre los comunicadores y el Presidente de la Republica, salvo en la ultima ocasion en que la version estenografica _y no durante el curso de la conferencia, hay que destacarlo_ hubo omision de una pregunta y la correspondiente respuesta que el propio doctor Zedillo se encargo de rectificar publicamente. Interpretar el incidente con otro sentido, es soslayar que esta innovadora practica tiene un objetivo claramente establecido y sera perfectible en la medida que vaya desarrollandose. Muchos aspectos de la vida nacional y del proceder del gobierno se abordan en esas sesiones de prensa. Durante la ultima, se destaco el combate frontal a la corrupcion y las simulaciones en las politicas de apoyo al agro, ambito coyuntural para la economia del pais de la que depende el sustento basico de uno de los sectores mas deprimidos de la sociedad y el abastecimiento en general de los hogares mexicanos. Sin demagogia y sin populismo _enfatizo el Presidente de la Republica_ se pretende construi r esquemas de financiamiento que beneficien directamente a los productores y con ello, puedan asumir cabalmente la responsabilidad que les corresponde en estos momentos cruciales para reactivar las ramas economicas esenciales. Reconocio que la crisis ha impactado negativamente la imagen del PRI ante los electores, lo cual se ha manifestado en los ultimos comicios realizados en diferentes entidades. Causa y efecto de respaldar las decisiones del gobierno insertas en los programas para sanear las finanzas del pais y recuperar el crecimiento y dinamica del desarrollo, sobre una estructura economica no sujeta a los vaivenes e intereses del capital externo. A nivel macro existen indicadores de que las medidas adoptadas podrian tener favorables repercusiones para la vida familiar en el mediano plazo o periodos que en otras condiciones, hubieran sido mayores y llevado a la nacion a situaciones mucho mas graves y dificiles de superar. No se ignoraron temas como el estado que guardan las investigaciones sobre crimenes politicos que mantienen irritada a la poblacion, y los relacionados con las promociones para incorporar reformas al Estado. En todos ellos el Ejecutivo Federal fue claro y objetivo, sin trastocar las facultades que le senala la Constitucion, pero sin eludir la responsabilidad que en su caracter de Presidente de la Republica, asume ante los problemas de Mexico. En poco o nada le benefician las apologias gratuitas o interesada s por asumir esta nueva modalidad de dirigirse al pueblo; sin embargo, el proposito fundamental de dialogar con los medios masivos de comunicacion conlleva la idea de que las opiniones presidenciales despejen las dudas y que la informacion deficiente o interpretada subjetivamente, no alienten el sindrome del rumor que engendra entre otros resultados, la incertidumbre, el temor y no pocas veces, la difamacion artera. Esta practica periodica habra de crear el habito, la costumbre, que probablemente asuman los ejecutivos estatales en el futuro. De hecho, mas que formar parte de un estilo de gobernar, es una manera de hacer practico y real el derecho a la informacion, de singular importancia para una sociedad cada vez mas participativa. Reciprocamente, los medios de difusion asumen la responsabilidad de convertir estas entrevistas en cauces para la construccion objetiva y responsable de opiniones que en su conjunto, configuren el gran escenario para el analisis de los actos de gobierno, con base en hechos y criterios vertidos por la propia voz presidencial. Cualquier intencion de imprimirle un tinte inquisitorio a esas reuniones, desvirtuaria un proposito que va intrinseco a la evolucion democratica de Mexico. Al paso del tiempo, estas conferencias de prensa reflejaran en gran parte los contenidos de los proximos informes presidenciales, con la cualidad de que la frescura de los sucesos sera mostrada en la dimension y con las particularidades que los configuraron. Se ha abierto asi, una fecunda via de relacion entre el Poder Ejecutivo Federal y los medios informativos que hoy por hoy, son quienes con su importante y trascendente funcion, contribuyen a orientar a la opinion publica e influyen en su actitud y respu esta en el diario acontecer del pais. Asi pues, mas que estilos de gobierno la historia de nuestros dias exige congruencia con la realidad. * Asambleista por el PRI. .