SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 CABEZA: ZONA DE TOLERANCIA SECUNDARIA: DE PASO No hay ocasion en que no me haya quejado por el frio que guardan, invariablemente, las habitaciones de los hoteles en que me he refugiado para entregarme al servicio de la dama en turno. Aunque los calefactores ahi estan, jamas he podido echar a andar uno, son solo parte de la decoracion habitual. Andar desnudo, aun en temporada calida, me es molesto, siempre me atrapa la onda gelida al brincar de las sabanas. Pero esa vez hasta los pasillos ardian, quiza por mi carrera apre n busca de un escondrijo, o quiza por la verguenza, aunque yo sostengo ahora que todo me parecio a temperatura por la calentadita que Sonia me habia parado en la 315. Todo ese dia fue de sorpresas: la aceptacion de ella a mi invitacion a comer, el "si" que entre broma y en serio le arranque cuando te insinue el Hotel Stella Maris (Sullivan 69, San Rafael, N$ 230.00). En fin, jamas habia pensado que mi par de proposiciones fueran a ser aceptadas; pero bueno, en esto el que no se lanza jamas alcanza, ni que l e fueran a andar rogando a uno. No hubo mas que cerrar la puerta para conocer a la verdadera, unica, sin par, Sonia. No espero ni llegar a la cama, ahi mismo, una vez que el cerrojo de la puerta sello y nos alejo del mundo exterior, me atrinchilo sobre la puerta, me desabotono con desesperacion la camisa y me dejo ir una clase de besos de esos de concurso de ver hasta donde alcanza tu lengua. En esas estabamos cuandosopas!, me asesto tremendo bofeton, solo alcance a abrir los ojos desmesuradamente cuando si n agua va me estallo el segundo derechazo en pleno rostro. " Que te pasa!", ahora si alcance a gritarle. "Nada, relajate, asi es esto", me contesto tierna, dulce, pero con tonito que resbalaba por la lujuria. Ahi, aun de pie y sobre la puerta, se empeno en el pantalon que pronto cedio ante el habil manipuleo. Yo seguia sin meter las manos, solo alcance a botarme los zapatos con los mismos pies. Los besos continuaron con la misma avidez, solo que con una variante: mordidas arrancapedazos en lengua y labios. Literalmente me arranco la truza, me tomo la mano y me llevo a la cama. "Acuestate bocabajo. Cierra los ojos en lo que me desvisto, tu sabes". "Despues de todo -pense- tiene verguenza de exhibirse desnuda". Nada, pues cual verguenza, todo era para tenerme a tiro para darme furiosos azotes con el cinturon, mi cinturon!, en espalda y nalgas que le acompanan. Me estaba parando una pavorosa madriza. Ya no supe nada ni pense mas, no fuera que empezara a sacar el armamento profesional del sadismo sexual que con toda seguridad portaba en su bolsa, y totalmente desnudo eche a volar a toda prisa por los pasillos del hotel tocando de puerta en puerta para que alguien me salvara. Subi y baje pisos sin ton ni son, hasta que llegue a la administracion en donde dos atentos guardianes del orden me esperaban para escoltarme, con toda amabilidad, a su patrulla y de ahi partir al buen resguardo de la delegacion. A Sonia aun la veo, trabajamos en el mismo sitio, ahora es ella la que me invita: "tenemos algo pendiente, cuando nos vemos?". .