SECCION CULTURA PAGINA 33 CABEZA: Jose Buil: saber hacer cine CREDITO: IGNACIO TREJO FUENTES* Jose Buil (D.F., 1955) nacio con las estrellas en la mano. Estudio periodismo en la UNAM y le pego la gana de hacer cine: Adios, adios, idolo mio, La leyenda de una mascara y La linea paterna son, hasta ahora, sus filmes. La primera aborda el asunto del famosisimo Santo, el enmascarado de plata; la segunda es tambien una celebracion de la lucha libre. Y la tercera nada tiene que ver con los cuadrilateros aunque, por cierto, trata con la mas peligrosa de las arenas: la vida. La familia de Buil vivio en Papantla, Veracruz, y en un viaje que habria de ser postrero Pepe acompano a su padre a aquella envainada ciudad: murio, fue a bien morir a su propia tierra. Y hurgando en los recuerdos, Buil se encontro con filmaciones que habia hecho su abuelo, con una rudimentaria camara. Y claro, no desaprovecho los materiales y los volvio una obra maestra. Tal vez el carino que le profeso a Pepe Buil me ciegue y me obnubile, pero puedo afirmar que La linea paterna es una de las mejores peliculas que se han hecho en Mexico. En la edicion mas reciente de la revista Viceversa se reproduce el resultado de una encuesta en la que 317 criticos miembros de la Academia Europea de Cine y Television dieron a conocer su seleccion de las mejores peliculas de la historia del cine; por supuesto, la seleccion es discrepante, quiza absolutista. Y no hay ninguna cinta mexicana (si exceptuamos una de don Luis Bunuel, quien afirmaba que el no hacia churros, sino bunuelos). Sin ser critico de cine me aventuraria a incluir La linea paterna. Y es que, entre otras cosas, es pura poesia. Que como puede ser un medio de expresion poesia, siendo que no es poesia en si mismo? Jose Buil cargo, hasta donde pudo, de metaforas su pelicula. Ademas de contar una historia por si misma interesante, La linea paterna es un cumulo de versos visuales, si se puede decir asi. Un ejemplo: quienes hemos visto la actuacion de los voladores de Papantla entendemos que su acto es la disposicion de los cuatro puntos cardinales, que es una estricta representacion de la vida. Y Pepe Buil nos lo recuerda mediante la trasposicion del filme hecho por su abuelo y el de el mismo: solo un tonto no podria darse cuenta de la propuesta. En manos de alguien menos inteligente la historia contada en La linea paterna pudiera haber resultado hasta aburrida, pero el discurso de Buil interrumpe esa posibilidad: las imagenes, la voz narrativa (a cargo del poeta Ricardo Yanez) se complementan de la mejor manera. Y hay que ver los "juegos" de edicion: artisticamente manejados, el blanco y el negro tinen varias historias que son, al final, una y la misma. Cuando en los filmes del abuelo vemos bailar el jarabe tapatio no podemos mas que regocijarnos, y mas nos regocijamos cuando vemos la puesta en escena del mismo baile por Jose Buil: los tiempos se imbrican, se imbrica la imaginacion y de todo ello los gananciosos somos los espectadores. Insisto: es posible que mi desbordado optimismo se deba a la simpatia que le tengo a Jose Buil, pero es tambien posible que juicios mas serenos nos den la razon: se que La linea paterna participara en el Festival de Cine de Venecia: si obtiene o no el primer lugar es lo de menos, lo importante sera mostrar al mundo que en Mexico, con todo y sus penurias, existe gente de talento, de gran talento. Ojala y nuestros mojigatos exhibidores se dieran cuenta de eso y pusieran a disposicion de los cinefilos la que, segun mi opinion, es una de las mejores peliculas que aqui se han producido. *Critico literario. .