SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 BALAZO: Mortiis CABEZA: Un pie en el metal y otro en el gotico CREDITO: DAVID CORTES Al mediar 1991, en Noruega, nacio Emperor, banda que pronto hubo de adscribirse al black metal pero cuya fama se dio mas por aspectos extramusicales: se integraron a la Black Metal Mafia, un "colectivo" que llevo a los extremos las practicas satanicas al incendiar iglesias, cometer crimenes y en donde algunos de sus participantes terminaron suicidandose. Emperor edito un demo (Wrath of the Tyrant) y su primer album, In the Nightside Eclipse, aparecio el ano pasado en Europa y a principios de 1995 en Estados Unidos, cuando ya tres de sus musicos purgaban condenas en prision. Solo Mortiis, el bajista, se salvo, y luego de arreglar sus papeles se traslado a Suecia, pais en el cual comenzo una carrera como solista. Ha sido una tendencia del metal mas radical voltear hacia los sonidos sinfonicos propios del rock progresivo. La union no es nueva, pues ambas corrientes se abrazaron en sus inicios para, paulatinamente, desligarse hasta el grado de ser antagonicas y desdenarse mutuamente; sin embargo, y sobre todo en los inicios de la presente decada, la alquimia se ha gestado con mayor enfasis, incorporando a la mezcla sonidos provenientes del dark y del gotico, un par de elementos muy adecuados para incidir en la creacio n de atmosferas oscuras y lugubres. En esa vena encontramos a Mortiis, un personaje cuyo fisico bien cubre el estereotipo de la fantasia al utilizar protesis en nariz y oidos a fin de afilar los rasgos y emparentarse con un maligno duende. Asi, con un pie en el black metal y otro en el gotico, el bajista troco bajo por sintetizadores para perpetrar Anden son Gjorde Oopor (Cold Meat Industry, 1995), una ambiciosa obra dividida en dos movimientos. Mortiis emplea sus sintetizadores a la vieja usanza y extrae de ellos sonidos de oboes, cornos, trompetas y piano para crear un trabajo cuyo espiritu esta del lado del black metal, pero que en realidad recupera parte de la electronica de los setenta (como si fuera un Klaus Schulze primitivo, pero sin la maestria de este) y anade el sentir del gotico al fabricar una serie de texturas tristes, melancolicas y por momentos incluso majestuosas. Anden..., para ser honestos, es un disco mediano, por momentos funciona como ambient, pero su ingenuidad en ocasiones es exasperante porque forma circulos y Mortiis, la mayor parte de las veces, se muestra incapaz para dar resolucion a la composicion produciendo estadios de monotonia que unicamente logra romper con sus narraciones en noruego, con lo cual produce un efecto de extraneza pero poca eficacia. No obstante, un album como este posee efectos secundarios, porque sirve para ampliar los estimulos de quienes son asiduos al genero (con frecuencia poco dispuestos a abrirse a otras vertientes) y para ganar nuevos adeptos (bastante prejuiciados por considerar que en el metal unicamente impera el ruido). Es como un puerto de entrada a un microuniverso en el cual suceden, dia con dia, cosas bastante interesantes y en donde grupos como My Dying Bride, Tiamat, The 3rd and the Mortal, Pazuzu o Enchantment se enc uentran dando una vuelta de tuerca a ese genero caracterizado por su ortodoxia y que hoy dia se ha convertido en una rica veta de la imaginacion .