SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 6 BALAZO: LOS HECHOS Y LOS MITOS CABEZA: La cultura del libelo CREDITO: Gustavo Hirales * (Primera de dos partes) En el ultimo numero de la revista Nexos aparece un ensayo de Robert Darnton sobre el origen historico de esa forma primitiva de la denuncia y la lucha politica que fue el libelo. El autor se remonta a la Europa del periodo anterior a la Revolucion Francesa, cuando el libelo era la forma en que algunos sectores de la poblacion de las ciudades expresaban, en forma de versos satiricos o denuncias politicas hechas en un lenguaje crudo y violento, el desprec io que les merecian los hombres del poder, los soberanos y su corte. En la propia revolucion, el libelo jugo un papel fundamental, junto con la naciente prensa politica, para dirimir las luchas de ideas y fracciones que dieron sentido y curso a aquellas fases fundadoras de la historia. Que es lo que caracteriza al libelo? Basicamente se trata de una forma anonima de denunciar y/o acusar a personalidades relevantes de la politica o del dinero (los libelles eran "ataques calumniosos a las figuras publicas, a las que se conoce colectivamente como les Grands"), sin preocuparse, dado el anonimato, en fundamentar los hechos y situaciones de los cuales se acusa a quienes son el blanco del escrito. El libelo es la literatura del escandalo, "curiosa mezcla de calumnia y s edicion" que florecio durante los periodos de luchas intestinas y crisis del Estado frances hasta culminar en la Revolucion. El libelo es un escrito difamatorio, mezcla de mentiras y verdades y es, evidentemente, una forma de la denuncia politica que ha perdido su eficacia debido, entre otras cosas, al enorme desarrollo de la libertad de prensa y de expresion que se observa en la mayor parte de los paises. Es decir, para que denunciar (o atacar) de modo anonimo, vulgar y artesanal a alguien si es mucho mas eficaz hacerlo directamente, frente a los medios de comunicacion y/o en las instancias judiciales correspondientes. Aunque seria objeto de un estudio profundo, se puede adelantar que en Mexico el libelo nunca ha tenido mucha fortuna, pues los opositores por lo general han preferido, al menos desde los tiempos de la dictadura porfirista, pelear a cara descubierta. El libelo se transformo mas bien, en epocas no tan remotas, en instrumento del poder para denunciar, evidenciar y caricaturizar a quienes se le oponian. El caso clasico entre nosotros es el de "El Mondrigo", supuesta bitacora del Consejo Nacional de Huelga del m ovimiento estudiantil de 1968, escrito al parecer por algunos mercenarios del periodismo (y profesionales del anticomunismo), del tipo Carlos Denegri o Alfredo Kawage Ramia. Pero "El Mondrigo" fue, sin quererlo, el mejor autorretrato de un regimen criminal: el diazordazato. Es entendible que en las condiciones del poder omnipotente y de la casi absoluta inexistencia de derechos para los subitos, la denuncia anonima y procaz del libelo jugara por momentos un papel progresivo (aunque en general se presto mas bien para dirimir querellas entre "los de arriba"). Hoy el anonimato le quita fuerza a cualquier denuncia, excepto cuando cobra la forma morbosa y descompuesta del rumor. El rumor se ha convertido ahora, sobre todo en paises como Mexico, y en momentos de crisis, en e l instrumento para desestabilizar a las instituciones del poder, cuya eficacia suple con creces a la de los antiguos libelos. Y sin embargo el libelo ha reaparecido entre nosotros, ya no como el panfleto anonimo, por lo general mal escrito y mal impreso, que enojaba a las testas coronadas de Europa y a sus respectivas cortes y noblezas, y que ponia a trabajar enfebrecidos a sus agentes de policia, sino como el apartado de periodicos y revistas, por otra parte muy formales, donde se publican noticias que no se fundan en hechos constatables, sino en la imaginacion de los reporteros y en la (por lo visto) desenfrenada vocacio n mercantil del diario en cuestion y que, como el antiguo libelo, se caracterizan por los ataques ad hominem y calumniosos. Pero la conducta libelar, por llamarle de algun modo, no se limita a los medios impresos. Actuan libelarmente politicos, legisladores, funcionarios, periodistas que basan su exito en el ataque destemplado a la reputacion de los otros, normalmente sin pruebas y con la cara dura, durisima. De entre los varios hechos que han recibido un tratamiento libelar, escandaloso, destaca el caso Colosio, y entre los medios perodisticos que se han distinguido por la falta de escrupulos para abordar este asunto, sobresalen dos: El Financiero y El Universal. Ya es celebre la cabeza de ocho columnas de este ultimo, anunciando que el culpable de la muerte del candidato priista era el ex presidente Carlos Salinas, cuando en realidad lo que anunciaba era el resultado de una encuesta mandada a hacer por el mismo periodico, en la que un 46 por ciento de los encuestados opinaba que el culpable era en efecto Salinas de Gortari. Pero El Financiero no se ha quedado atras. A tiro por viaje publica notas con encabezados de este tipo: "Confirmado: Carlos Salinas es el autor intelectual". En el cuerpo de la nota se aclara que, segun "fuentes muy cercanas" a la Procuraduria General de la Republica (PGR), la opinion de los encargados del caso es que, en efecto, Carlos Salinas es el autor intelectual de la muerte de Colosio. Y el lector nunca se entera finalmente si es verdad o mentira que en la PGR alguien piensa eso, y mucho menos que bases tiene para pensarlo, pero el golpe libelistico del periodico ya nadie lo quita. * Politologo. .