SECCION CULTURA PAGINA 33 CABEZA: La muerte de Filoctetes CREDITO: HECTOR RODRIGUEZ MORALES* De acuerdo con un calculo aproximado, Sofocles tendria 85 anos cuando escribio Filoctetes, una obra que se entiende poco y se representa menos. Sin embargo, y si fuera verdad que vivio entre 494 y 406 a.C., el celebre dramaturgo ateniense concibio este drama en el ocaso de su vida. Lo cierto es que en el se manifiesta una concepcion clara y serena de la vida, pero tambien y sobre todo, una concepcion clara y serena de la muerte. La accion se desarrolla en una playa solitaria de la isla de Lemnos, lugar inhospito por antonomasia; al fondo se ve una meseta y en ella una caverna oscura. Si consideramos que la cueva tiene dos entradas en posiciones opuestas, y que de una de ellas emerge Filoctetes por primera vez, arrastrandose y lanzando exclamaciones de dolor, podemos concluir que representa de manera simbolica el seno materno y la tumba. Y si asi fuera, como parece, entonces la isla representa simbolicamente el mundo y Filoctetes se ria la encarnacion de la humanidad doliente. En esta isla y en esta caverna vive el hijo de Polias, el de Melia: Filoctetes, en otros tiempos guerrero formidable que arrojo en el fuego de Lemnos a Hercules y se quedo con su arco y sus flechas. Pero este hombre vive abandonado y andrajoso, duerme sobre un lecho de hojas y al caminar arrastra una pierna purulenta; una serpiente lo mordio, por mandato de los dioses, y los griegos lo abandonaron porque no soportaron sus lamentos. Hasta aqui han llegado Neoptolemo, hijo de Aquiles, y el ingenioso Ulises. Han cruzado el vinoso ponto desde Troya, donde un vidente les advirtio que la ciudad amurallada del rey Priamo no caeria en sus manos, las ambiciosas manos de los Aqueos, si no era con la ayuda de Filoctetes y sus armas prodigiosas. En su primer encuentro, desconcertante y emotivo para ambos, Filoctetes interroga a Neoptolemo sobre los griegos a los que admira, pero la relacion es bien triste: Aquiles murio, Ayax murio, Nestor sufre infortunios, Antiloco y Patroclo tambien murieron. Los perfidos en cambio, viven y prosperan: Ulises en primer lugar, los hijos de Tideo y de Sisifo, y hasta cierto Tersites que nunca ponia freno a su lengua chalatana. "Tenia que ser -exclama Filoctetes-, si los malos no mueren! Los dioses, al parecer, cuidan de ellos y aun se regocijan con traer del fondo del Averno cuanto malo hay en el. Viciosos, ruines, malvados, echan aca; y en cambio, sumergen en sus sombras a cuanto hay de bueno y estimable. Y de esto que decir? Y de esto que pensar? Alabare a los dioses cuando miro que ellos son peores que los hombres?" Pero Filoctetes, que odia a Ulises mas que a nadie en el mundo, no esta dispuesto a ir con el ni mucho menos a brindarle su ayuda a los Atridas, principes y comandantes del ejercio griego, asi tenga que quedarse en la isla y morir en el destierro. Neoptolemo, por su parte, trata de convencerlo de que deponga esa actitud: "Es forzoso -le dice- soportar las vicisitudes de la suerte que a los hombres les han sido fijadas por los dioses, pero si un hombre es la causa de sus propios males y halla placer en ellos , ya no es digno ni de compasion ni de indulgencia". Filoctetes, desesperado ante la disyuntiva, lamenta su suerte e impreca a Zeus: Odiosa duracion en este mundo! Por que, por que aun sobre esta tierra me mantienes? por que no dejas que descienda al Hades? La respuesta sin embargo es obvia y el mismo la dio poco antes: porque los dioses solo sumergen en las sombras del Averno a los buenos; los malos -y los necios- no mueren. Aparece Hercules, ya convertido en dios, y ordena a Filoctetes que vaya a Troya, donde alcanzara primero salud; despues que luche con los griegos, y de todo el ejercito sera considerado el primero en valentia. Sus flechas abatiran a Paris, causa de la guerra; recibira la mejor parte del botin y sera honrado en los banquetes ceremoniales con la mejor parte de los despojos. Filoctetes acepta la oferta de Hercules, el dios, y el octagenario Sofocles nos muestra el verdadero rostro de la vida y de la muerte: Tras de tolerar penas tan duras, una vida divina. *Poeta y dramaturgo D .